Ejemplos con creedme

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

No podré deciros que el proyecto que os presento sea una obra perfecta, ya que ninguna que sea hija de la inteligencia humana puede aspirar a tanto, pero creedme señores diputados que las reformas que proponga son hijas de una convicción sincera, son el fruto de mi personal experiencia y la expresión de mis deseos hondos y vehementes por el que pueblo mexicano, alcance el goce de todas las libertades, la ilustración y progreso que le den lustre y respeto en el extranjero y paz y bienestar en todos los asuntos domésticos.
Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí.
Creedme: lo que debe hacer Allah Grande y Único, en casos de una batalla que compromete la suerte de su pueblo, es callarse.
—Levantáos, Ricaredo, respondió la reina, y creedme que si por precio os hubiera de dar a Isabela, segun yo la estimo, no la pudiérades pagar ni con lo que trae esa nave, ni con lo que queda en las Indias: dóyosla porque os la prometí, y porque ella es digna de vos, y vos lo sois della: vuestro valor solo la merece, si vos habeis guardado las joyas de la nave para mí, yo os he guardado la joya vuestra para vos, y aunque os parezca que no hago mucho en volveros lo que es vuestro, yo sé que os hago mucha merced en ello, que las prendas que se compran a deseos y tienen su estimacion en el alma del comprador, aquello valen que vale una alma, que no hay precio en la tierra con que aprecialla: Isabela es vuestra, veisla allí, cuando quisiéredes podeis tomar su entera posesion, y creo será con su gusto, porque es discreta, y sabrá ponderar la amistad que le haceis, que no la quiero llamar merced, sino amistad, porque me quiero alzar con el nombre de que yo sola puedo hacerle mercedes: idos a descansar, y venidme a ver mañana, que quiero mas particularmente oir vuestras hazañas, y traedme esos dos que decís que de su voluntad han querido venir a verme, que se lo quiero agradecer.
Y, por agora, acabad de dar el sí desta diciplina, y creedme que os será de mucho provecho, así para el alma como para el cuerpo: para el alma, por la caridad con que la haréis, para el cuerpo, porque yo sé que sois de complexión sanguínea, y no os podrá hacer daño sacaros un poco de sangre.
Creedme, fermosa señora, que os podéis llamar venturosa por haber alojado en este vuestro castillo a mi persona, que es tal, que si yo no la alabo, es por lo que suele decirse que la alabanza propria envilece, pero mi escudero os dirá quién soy.
-Sí, sin duda, pero, creedme, ese hombre lleva otras intenciones, por esto he querido veros, por esto os he pedido una conferencia, por esto he querido preveniros contra todo el mundo, pero contra él sobre todo.
-Creedme, camaradas, cuando se ha probado este género de locomoción, no se puede prescindir de él, así es que, en nuestra próxima expedición, en lugar de ir de lado, iremos hacia adelante sin dejar de subir.
Creedme, os he declarado que yo también había sufrido mucho, y os lo repito, es muy triste pasar la vida sin un solo goce, sin conservar una sola esperanza, pero eso prueba que todo no ha concluido aún sobre la tierra.
Pues bien, os juro, Edmundo, por la vida del hijo por quien os imploro, que durante diez años esa escena se ha presentado a mi imaginación todas las noches, y he oído ese grito terrible que me hacía despertar temblando, despavorida, ¡y yo también, Edmundo, creedme, yo también, por criminal que sea, yo también he sufrido.
-Señor de Beauchamp -le interrumpió aquel hombre extraño-, quien manda al conde de Montecristo es el conde de Montecristo, así, pues, no hablemos más de eso, si gustáis, hago lo que quiero, y creedme, siempre está bien hecho.
No, Alberto: creedme, sois joven y rico, salid de Francia, todo se olvida pronto en esta gran Babilonia, donde la vida es tan agitada y los gustos cambian con tanta facilidad, dentro de tres o cuatro años regresaréis casado con alguna princesa rusa, y nadie pensará en lo que pasó ayer, y con mucha menos razón en lo que sucedió hace dieciséis años.
¡Ay, Beauchamp, Beauchamp! ¿Cómo me acercaré yo ahora al mío? ¿Retiraré mi frente cuando acerque a ella sus labios, mi mano cuando la suya vaya a tocarla? Creedme, soy el más desgraciado de los hombres.
::¡Las horas dichosas, ¡oh jóvenes! corren como el agua, rápidas como el agua! ¡Creedme, enamorados, no aguardéis más!.
Algo de siniestro había, creedme -añadió Hydée moviendo la cabeza y palideciendo sólo al recordar este incidente-, en aquella larga fila de esclavos y de mujeres, adormecidas aún, o al menos así lo creía, porque lo estaba yo.
-Mirad, caballero -dijo Villefort-, creedme, no prolonguéis esta terrible escena.
Creedme, general, jurad y no nos insultéis.
Creedme, no hay más que uno de los dos partidos que os he propuesto.
este decia el embustero, que los españoles venian: creedme,.
-Sí, sí -dijo Montecristo-, creedme, si queréis, estoy persuadido de que se ha cometido un crimen en esta casa.
-Escuchad, amigo mío -dijo Montecristo-, no quiero que tengáis remordimientos, creedme, porque, os lo juro, no habéis causado ningún perjuicio a nadie, y en cambio habéis hecho una buena acción.
Creedme, yo conozco a mi padre.
-Señora -dijo Villefort-, creedme, no se renuncia tan fácilmente a una fortuna de novecientos mil francos.
No, no, creedme, excepto a vos, Maximiliano, no tengo a nadie a quien pedir que me socorra en este mundo, más que a mi abuelo, un cadáver.
¡Qué vida os hago llevar, pobre Maximiliano, a vos, tan digno de ser feliz! Bien me lo echo en cara, creedme.
-Es que vuestros orientales son personas sensatas, y no miran lo que no vale la pena de mirar, pero, creedme, Alí no goza de esa popularidad sino porque os pertenece, y a estas horas vos sois el hombre de moda.
Creedme y consolaos, esto vale más para mí que montes de oro y de diamantes, aunque no fuesen tan problemáticos como esas nubes que en las alboradas se ven flotar sobre el mar, que a primera vista las cree uno tierra firme, y a medida que se va acercando a ellas se evaporan, se volatilizan y se esfuman.
Creedme, sé bien lo que me digo.
Creedme: estamos tan bien informados como vosotros, y nuestra policía vale tanto como la vuestra.
creedme, si el hispano es vuestro dueño,.

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