Ejemplos con crítico

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Fue voluntad suya y mía, para que nada extraño a la obra misma preocupase mi juicio, y no hablasen en favor de ella intimidades de las que forzosamente nacen entre el crítico y el libro que va a juzgar, cuando él ha asistido a la elaboración de este libro, embriagándose con el fervor de la producción ajena, y participando de ella en algún modo.
Nada más fácil a éste que inutilizar media docena de diputados hostiles por medio de otros tantos autos de prisión, o de falsos telegramas que los alejasen de Madrid el día crítico, pero ¿estaba él seguro de que apelando a estos extremos, aunque muy parlamentarios, nada buenos, no le exterminasen las oposiciones otros tantos auxiliares, con una paliza, por ejemplo?.
Sólo así se explica la necia porfía con que, a despecho de los datos cronológicos más evidentes, y cual si se tratase de un principiante recién llegado, insiste el vulgo crítico en emparentarle con escuelas francesas y con autores que aún no habían hecho sus primeras armas cuando ya Pereda había dado la más alta muestra de las suyas.
Y, sin embargo, aquél era un día señero, un día crítico, un día que le había provocado una intuición profunda del porvenir, o, como Belarmino se decía a sí mismo en aquellos instantes, empleando el tecnicismo esotérico de su inventiva, un.
Enfrente de don Román coloca el señor Pereda otro tipo, montañés de pura raza, y el mejor tipo de Pereda, el arbitrante Patricio Rigüelta, , como dijo aguda y felizmente un crítico.
Si a algún crítico ocurriese calificar de realista esta mi novela, como fue calificada su hermana mayor , pídole por caridad que no me afilie al realismo transpirenaico, sino al nuestro, único que me contenta y en el cual quiero vivir y morir, no por mis méritos, si por mi voluntad firme.
Los historiadores extranjeros le mostraban la triste suerte de España, estacionada en el período crítico de su desarrollo, cuando salía joven y vigorosa del fecundo período de la Edad Media, por el fanatismo de sacerdotes e inquisidores y la demencia de unos reyes que, faltos de medios, quisieron resucitar la monarquía de los Césares, agotando al país en esta empresa de locos.
La duquesa de Bara no había encontrado todavía ocasión oportuna de hacer el análisis crítico de la solemnidad religiosopolítica a que había asistido horas antes, y hasta la señora de López Moreno, reina destronada de Matapuerca, habíase olvidado por un momento de la honra insigne que al día siguiente la aguardaba.
Para completar su satisfacción, hacía además doña Luz un deslinde crítico, acerca de este negocio, que rara vez dejan de hacer las mujeres de su condición y en sus circunstancias.
Si queréis ver un crítico, más libre de la tutela de los preceptistas que el eminente Larra, leed los artículos sobre , , , ,.
En el de cabecera iba Ballester, que por no ir solo se había hecho acompañar de su amigo el crítico.
En esto llegaron y se dio tierra al cuerpo de la señora de Rubín, delante de las cuatro o cinco personas acompañantes, las cuales eran Segismundo y el crítico, Estupiñá, José Izquierdo y el marido de una de las placeras, amiga de Segunda.
Los paseítos por la noche para tomar el tranvía del , las excursiones a algún teatro de verano, las tertulias en casa de Samaniego o de Rubín, las garatusas del crítico en la calle, la romántica figura de Olimpia colgada en el balcón como una muestra o insignia que dijera: aquí se ama por lo fino , las extravagancias de Ballester, los espasmos de Maxi, todo continuaba repitiéndose de día en día con regularidad de programa.
¿Sabe usted que el crítico y yo nos hemos hecho amigos? ¡Quién lo creería! ¡Tanto como yo le odiaba! Pues verá usted.
Al decir esto pasaba el crítico junto a él.
Yo creo que mi hermana es la única mujer que en el mundo existe capaz de querer a un crítico.
Los domingos pasaban juntas las dos amigas toda la tarde en la casa de una o de otra, y allí era el comer dulces y el contarse cositas, sentadas al balcón, viendo las idas y venidas del crítico desde la calle de los Tres Peces a la de la Magdalena.
Bueno, esta noche ha de venir mi amigo el crítico.
Ella sí que tenía campo vastísimo en que ejercer su espíritu crítico.
Había llegado la ocasión de consumar el atentado, y el que durante la premeditación se mostraba tan valeroso, cuando se aproximaba el instante crítico sentía vivísima inquietud.
Como apareciese en la acera de enfrente el célebre crítico, Segismundo se vio acometido a la ira cómica que le producía la presencia de aquel personaje de tan indudable importancia en la república de las letras.
Como en estos dimes y diretes se pasó bastante tiempo, cuando Ballester quiso poner en ejecución la chuscada, ya había bajado el hilo con una yema de coco, y el crítico se la estaba comiendo.
Y llegado el instante crítico, cuando los ulloístas se juzgaban ya dueños del campo, inclinaron la balanza del lado del gobierno defecciones completamente impensadas, por no decir abominables traiciones, de personas con quienes se contaba en absoluto, habiendo respondido de ellas la misma casa de los Pazos, por boca de su mayordomo.
Bien creo que está, para censura, un poco larga, alguno dirá que toca los límites de lisonjero elogio, mas la verdad de lo que cortamente digo deshace en el crítico la sospecha y en mí el cuidado, además que el día de hoy no se lisonjea a quien no tiene con qué cebar el pico del adulador, que, aunque afectuosa y falsamente dice de burlas, pretende ser remunerado de veras.

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