Ejemplos con cortísimas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Está escrito en forma de cortísimas respuestas, a preguntas que no aparecen en el texto.
Guiándonos el uno al otro por senderos y atajos, ella sin vista, extenuado yo y sin poder andar más que en jornadas cortísimas, llegamos por fin a la paz del monasterio, donde yo había de encontrar la salud del cuerpo y del alma.
Creo yo que lo primero que se le ocurrió fue darle carrera, sin fijarse en cuál, hacerle hombre, luego sus ideas, sus relaciones Cuando me trasladaron de Granada a Zamora, hizo el viaje con el chico sólo para que yo le viera, tenía ya doce años, aquello se lo agradecí mucho, porque únicamente le había visto en dos escapadas cortísimas que hicimos esa y yo desde Valladolid.
Allí, desde tiempo inmemorial, afluían los raqueriles productos de todo el pueblo, que, aunque singularmente valían cortísimas cantidades, llegaron, según es fama, a formar, en cuerpo colectivo, un decente capital al humilde mercader que, ocultando su mustia fisonomía bajo una gorra de pieles, y detrás de unas gafas como dos ruedas de polea, tenía fuerza de voluntad o codicia bastante para luchar de sol a sol con tan notabilísima parroquia.
Pensaban Blas y Paula, como piensan muchos en el mundo, que el mayor mal de todos los males conocidos es ser pobre, y, por consiguiente, que tener mucho dinero es el supremo bien de la tierra, con esta errada máxima por norte, acogieron con frenética alegría las talegas del indiano y se desprendieron con ingrato desdén de su antigua honrada pobreza, sin pararse a considerar una sola vez siquiera, que ésta satisfacía todas sus cortísimas necesidades, y que con ella habían sido completamente felices muchos años, es decir, que era punto menos que imposible que todo el rico tesoro de la herencia del indiano les proporcionase vida más placentera que la que les habían proporcionado hasta allí cuatro terrones y una casuca.
Los padres de la ilusa muchacha, tan pobres de criterio como de bienes de fortuna, soñaban como ella en riquezas y señoríos, y miraban con repugnancia la escasa tierra que labraban, como si no fuese capaz de prestarles lo necesario para cubrir sus cortísimas necesidades, así fue que, al conocer las pretensiones de Fonsa, en lugar de darle un par de moquetes por atreverse a aspirar a la lana y al charol de sus amigas, sin saber antes cómo lo habían ganado, y a abandonar a los pobres viejos al rigor de los trabajos campestres, superiores a sus ya cansadas fuerzas, aceptaron el plan como una inspiración de Dios, aunque con la condición precisa, porque los viejos eran honrados a carta cabal, de que Fonsa había de entrar a servir en casa conocida y de prencipios, donde se mirara por ella con interés.

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