Ejemplos con comerás

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Comerás conmigo alguna vez en aquella estancia que ves al otro lado del patio, con puerta labrada de alfarjía, o comerás aquí solito, servido por.
Si quieres venir conmigo, ven, si quieres quedarte, comerás con mi padre y con Ezequiel.
Y él comerá también, ¿verdad, hijo? ¿Verdad que comerás con tu mujer? Ella te cortará los pedacitos de carne y te los irá dando.
Si tú no me descubres, Sancho respondió el peregrino, seguro estoy que en este traje no habrá nadie que me conozca, y apartémonos del camino a aquella alameda que allí parece, donde quieren comer y reposar mis compañeros, y allí comerás con ellos, que son muy apacible gente.
Ya sabes, comerás y vestirás con tu trabajo.
De mis puntadas te reirás, pero de mi dinero comerás.
–Hoy comerás en tu casa.
Yo sé que te comerás mis labios, mis manos, mis músculos, y quisiera sentirme entre tus dientes, entre tu sangre, en tu cuerpo.
–Bien sé, Chasca, que te comerás mi carne.
Los viernes, carne no comerás.
Siempre que quieras comerás conmigo.
Pues sí, puedes estar aquí todo el día, comerás con nosotros, lo poco que haya.
Comerás con nosotros, luego acuestas a los chicos y te vas».
Comerás las sobras de la mesa.
Dentro de una hora quedará todo esto en silencio, a las tres de la mañana recorrerá la calle el avisador gritando: «¡apuya!», y se levantarán los pescadores y se harán a la mar sobre sus lanchas, a robarle, con frecuente riesgo de sus vidas, el sabroso pez que tú puedes comer al mediodía, y que, de fijo, comerás, sin parar mientes en los ímprobos trabajos que ha costado llevarle hasta la plaza donde tu cocinera le adquiere regateándole cuarto a cuarto.
-¿Qué importa? Comerás o ayunarás tantas veces como ayunarías o comerías sin componerla.
Comerás aquí.
Si quieres venir conmigo, ven, si quieres quedarte, comerás con mi padre y con Ezequiel.
Bien, pero te arrastrarás entre las matas y comerás hierba como los animales del monte.
Pues beberás agua, comerás pan negro, dormirás en una tabla con una cadena ceñida a tus piernas.
Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás de él, porque el día que de él comiereis, morirás.
De todo árbol del huerto comerás.
El anciano dijo: Por eso, ¡oh mi huésped! espero de tu apetito y de tu excelente educación que te comerás las cuarenta y cuatro berenjenas rellenas que hay en ese plato.
-Cuando concluye este período, que es muy largo, empieza otro mucho más divertido: el período de la pesadez, del bamboleo, del malestar, del paseo nocturno entre calles, colgada de tu brazo, del abultamiento de los labios y de las manchas de la cara, de los pies hinchados, el prólogo, en fin, de la nueva y más tremenda etapa, durante la cual no dormirás sueño tranquilo, ni comerás cosa en sazón, ni te pondrás camisa bien planchada, pues todo lo que es orden, paz y sosiego, lo extermina, lo barre la gran catástrofe: con sus preparativos, antes, y hasta mucho después, con su cortejo de horrores y hediondeces.
-Pues ahora comerás, y por de pronto, échate eso al cuerpo ''a la buena gloria del defunto''.

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