Ejemplos con columnita

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El coro bajo es de planta trapezoidal, cubierto con sencillo alfarje de madera reforzado en el centro por una columnita de hierro forjado, a través de él se accede a las dependencias conventuales.
El pilar aguabenditero es una columnita de unos setenta y cinco centímetros de altura con basa de grueso toro inferior con bolas, banda de dientes de sierra sobre el collarino y capitel vaciado simplemente ornado con banda de zigzag incisa.
Pero allá más lejos una columnita de humo blanco se elevaba hacia el cielo.
En el zócalo de la columnita que habrán ustedes visto en el país, a la derecha, pusieron los artistas la divisa de la cortesana, que dice:.
En la parte más alta de la ciudad, sobre una columnita, se alzaba la estatua del Príncipe Feliz.
Entonces divisó la estatua sobre la columnita.
Al sonar las doce en el campanario que se alzaba allá abajo, en el fondo del verde y hermoso valle, en una de cuyas vertientes estaba nuestra casa, todos los que trabajábamos en las heredados, unos en la siega del trigo, otros en la salla de la borona, soltamos la hoz o la azada y nos encaminamos alegremente a nuestros hogares, en cuyo camino nos habían precedido media hora antes las hacendosas madres de familia, que levantaban de cada hogar una azulada columnita de humo, preparando la comida para cuando el ansiado toque de la campana parroquial nos dijese: «Ea, al hogar, al hogar, que los que trabajan desde que el sol despunta, justo es que se alimenten y descansen cuando el sol llega al cenit».
El sol apenas entreabre con sus dedos de oro la cortina rosada de los vapores matutinos, cuando ya por el agujero abierto en el techo de paja del rancho, una columnita de humo azul desenrosca lentamente sus graciosas espirales.
Rechinaron las palancas, una columnita de humo se escapó de los cilindros oxidados, comenzó a girar un tambor, y de pronto un grito agudísimo cru- zó los aires sobre la superficie del mar, todos se miraron al rostro sin poder especificar de dónde partía aquel grito, luego estalló otro más agudo y cargado de horror, las cadenas rechinaban en los escobenes y ya no volvió a escucharse nada.

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