Ejemplos con chiquillería

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los restos arqueológicos se encuentran abandonados, desprotegidos y llenos de hierba y a ellos acude la chiquillería del barrio con sus perros para que defequen.
También él deseaba perder de vista cuanto antes la granja y su chiquillería repugnante.
Sacudió su vestido para hacer desaparecer las arrugas de la lucha con la terrible chiquillería y se pasó un peine por los pelos alborotados.
Quenoveva encajó toda su chiquillería a un pariente, la Cashilda dejó a su niño, el futuro antropólogo, en casa, y fuimos luego Quenoveva con Agapito, la Cashilda, Mary y yo a dar un último paseo al Rompeolas.
Fuimos Mary, la mujer de Recalde con su hijo y Genoveva con toda la chiquillería de Urbistondo.
Le pregunté por su padre, el gran Urbistondo, y por toda la chiquillería, y, aunque ella se oponía y se ruborizaba, la abracé efusivamente.
Vió con la imaginación la plácida vida de la estancia, los juegos de la chiquillería rubia, que él acariciaba a espaldas del abuelo, antes de que naciese Julio.
Y para mayor protesta, entraba en la vivienda del capataz, repartiendo a la chiquillería puñados de pesos.
Los gritos de los niños en la cubierta alta, jugando insensibles al sol y al calor, sonaban con extraordinario eco, recordando el vocerío de la chiquillería en la plaza blanca de un pueblo meridional a la hora de la siesta.
En su burla despiadada no perdonó ni al niño: un gordinflón con pelo de cáñamo, el más sucio de toda la chiquillería del buque.
Junto al puente de Vizcaya había vaciado sus bolsillos, derramando un puñado de pesetas entre la chiquillería que miraba con cierto asombro a un señorito, con el sombrero echado atrás, andando a grandes pasos, como un loco.
El asceta se convierte en caudillo y en esta tercera parte de su vida, el vagabundo apedreado por la chiquillería, toma aires de vice-papa, se hace llamar general por los suyos, reside en Roma entre los príncipes, interviniendo en las complicadas intrigas europeas, y muere satisfecho de su poder y de haber salvado momentáneamente al catolicismo conservándole los pueblos latinos.
Los niños permanecían sentados ante las puertas, graves é inmóviles, como si fuesen de distinta raza que la revoltosa chiquillería de los pueblos del llano.
La chiquillería escrofulosa que correteaba por el claustro era la que mejoraba de suerte con la enfermedad del pequeño, cada vez más débil, inmovilizado horas enteras, con una respiración casi imperceptible, sobre el regazo de la madre.
¡Amplia libertad!, ¡juerga general! La celeste chiquillería, sin respeto alguno, salta de nube en nube, se entretiene en deshojar sobre la tierra las guirnaldas de flores que han dejado olvidadas las santas.
La chiquillería del claustro alto, que tanto enfadaba al , sacerdote encargado de la dirección y buen orden de la tribu establecida en los tejados de la catedral, admiraba al pequeño Gabriel como un prodigio.
Cerca de la mesa se detuvo don Román, volvióse hacia la chiquillería, y prorrumpió solemnemente, en tono de sermón:.
¡Ahora sí que se acabaron las penas y las dificultades! ¡Ya el sobrino tiene un buen sueldo, y, si Dios quiere, me quitaré de lidiar con la chiquillería!.
Reían los mozos, charlaban las doncellas, regañaban las viejas, y la chiquillería iba de un lado para otro, con incesante ruido de cascabeles y de pitos de agua que remedaban a maravilla los gorjeos de un coro de alondras.
Con lo que gane yo en Santa Clara habrá lo necesario en esta casa para que tía Pepilla no tenga que trabajar en sus flores, ni con la chiquillería.
¡La cabalgata! ¡La cabalgata!gritaba la chiquillería corriendo por la calle de Caballeros.
Ruido de la chiquillería que se ponía en pie.
Las habitaciones inservibles destinadas a la chiquillería, , infundíanle tal tristeza, que los días en que se sentía muy tocada de la manía, no pasaba por ellas.
Sangrante y activa, la maternidad de la costurera se exasperaba ante el espectáculo de la chiquillería del barrio, que desde la reja veía pulular por las estrechas aceras y el sucio arroyo.
En estas excursiones acompañábalo invariablemente su hijastra Rosalía, una mozuela de doce años que por lo blanco de la piel, rubios cabellos y ojos claros de un azul desteñido, la morena y tiznada chiquillería de la mina apellidada la “gringa”.
Los demás, precedidos de Nuño, se dirigieron al galope a la quinta, seguidos durante un rato de toda la chiquillería de Carucedo que gritaban a más y mejor.
Ida Schnell ha dado por excusa de sus infanticidios que no podía sufrir los gritos de la chiquillería.
La chiquillería pululaba en torno de él, dando cabriolas al compás de la dulzaina y aclamando a Dimoni, y los solteros del pueblo se reían de la gravedad con que marchaba delante de la cruz parroquial y le enseñaban de lejos un vaso de vino, invitación a la que contestaba con un guiño malicioso, como si dijera: «Guardadlo para después.
Tuvo que retroceder, que dar la espalda, que salir corriendo, para evitar los proyectiles que disparaba la chiquillería, para librarse de las manos que procuraban hacer presa en su carne, para huir de la multitud que trotaba en pos suyo.
Tan bárbaro despego puso al buen don Mariano en el compromiso de atender a la manutención de toda la chiquillería y de la madre, mientras el herido se restableciese, que ello sería muy largo.

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