Ejemplos con cae

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Parecía su pelo rizoso ese pelo de estopa apolillada de las muñecas viejas, que se cae, al pasarle la mano, en una polvorienta tristeza.
Encendió una cerilla, y a poco se cae de espaldas.
Amigo, ¡si se cae el cielo! Pero ¿cómo ha de bajar un papel semejante en cuatro días?.
Y mi mamá compra los garbanzos por mayor: ayer compró tres libras, y por Navidad nos regalan pavos los señores que van a casa porque tienen pleitos, y yo tengo muchos vestidos, más de tres, y dos pares de botas, con las que tengo puestas y otro par que me harán para San Pedro, si le cae a papá la lotería, y mi papá es tan poderoso, que manda a la cárcel a todo el que quiere, le manda ahorcar, como ya lo ha hecho otras veces, y si yo le dijera que metiera en la cárcel a una pegotona que yo sé, en seguida la metía.
A todos les cae el traje demasiadamente holgado, y hace pensar en una mortaja.
Entre sus arabescos, muy disimulado, hay un corazón estrujado por una mano, del corazón cae un hilo de sangre, que, retorciéndose, describe una equívoca.
Una voz de timbre increíble resonó en la cabeza de Felicita: Es la hora en que Lucifer cae al averno y las almas de los justos vuelan a Dios.
Que la Juana no ve con buenos ojos a la muchacha, se cae de su peso.
A mi padre le cae una teja en el cogote, por ejemplo.
Ya empieza a hincharse ¿Doña Moncha, no tiene un pañuelo que le atemos a la cara para sujetarle la barbeta, que mire cómo se le cae desencajada? ¡Jesús, si parece que nos hace una mueca!.
De vez en cuando, sobre el ritmo monótono y soñoliento, una canción áspera y estridente como un rugido, como el grito del que cae con las tripas cortadas.
¡Y quién sabe si aun esos pocos privilegiados no se sienten mordidos por el demonio de la vanidad, y al extremar los ascetismos de su vida, piensan en la gloria de verse en los altares! El sacerdote que logra dominar la carne cae en la avaricia, que es el vicio eclesiástico por excelencia.
Ninguna sotana cae en medio de la calle desfallecida de necesidad, pero son muchos los clérigos que pasan la existencia engañando al estómago, figurándose que se nutren, hasta que llega una dolencia cualquiera que les saca del mundo ¿Adonde va, pues, todo ese dinero? A la aristocracia de la Iglesia, a la verdadera casta sacerdotal, pues nosotros, dentro de la religión, somos gente de escalera abajo.
Capellán, que se cae usteddijo Gabriel.
La infeliz cae rendida, ¡y ya no está para eso!.
¿Lo ven ustedes? Cae el maná, cae.
No, no, esto no es delirio, es arrepentimientoañadió Santa Cruz, quien, al moverse, por poco se cae, y tuvo que apoyar las manos en el suelo.
Pero ya no puedo más: mi conciencia se vuelca como una urna llena que se cae así, así, y afuera todo Tú me absolverás cuando me oigas, ¿verdad? Di que sí Hay momentos en la vida de los pueblos, quiero decir, en la vida del hombre, momentos terribles, alma mía.

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Ariiba