Ejemplos con bribones

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

No, no, señora contestó el marqués , este respetable magistrado no siempre tiene cólicos, hay que disculparle si se ha tomado el ataque un poco a la tremenda, esa pequeña convulsión de las entrañas es una enfermedad habitual en Marsella o en Aix, y desde que hemos visto cómo una turba de bribones, colegas de este buen mozo, juzgaban como envenenadas a unas cuantas rameras que no tenían más que un cólico, no debemos extrañarnos de que un cólico sea un grave asunto para un magistrado provenzal.
En esta historia de los bribones titulares, Peter y su familia, junto con personajes de varias de las historias previas de Potter, hacen apariciones cameo en las ilustraciones.
La música rock de Stan Bush da a la película un paseo, Instrumentos de Destrucción de NGR van a tono con los bribones de la película, la canción del tema de rendición de Lion redefine el sonido de la serie, y el rock sintetizado de Vince DiCola da su ritmo y excitación a la película.
Sus límites son el encuentro de todos los bribones desempleados en siete Estados.
van a tono con los bribones de la película, la canción del tema de rendición de Lion redefine el sonido de la serie, y el rock sintetizado de Vince DiCola da su ritmo y excitación a la película.
Se ha dicho que la hipocresía es un homenaje que el vicio rinde a la virtud, y es igualmente cierto que la falsa idea del honor es un acatamiento que los bribones hacen a los hombres de bien, esclavos del honor verdadero.
Había leído en La Bruyère, y hecho suya, aquella sentencia muy común entre políticos y no políticos, que despojaba él del tinte de finísima ironía con que su autor la escribe: Aun los Grandes y ministros mejor intencionados necesitan tener a su lado bribones, su uso es muy delicado y se necesita saber manejarlos, pero hay ocasiones en que no pueden ser suplidos por otros.
Gracias a Dios y a que está próximo un destacamento de tropas, hemos puesto en fuga a esos bribones.
¡Ya viste cuántos! Sólo faltaron dos, unos bribones que se van a salar todos los días, unos pícaros que no tienen remedio.
Ni uno solo de estos bribones sacará buey de barranco.
Total, que con caseras como la mía, estos bribones de inquilinos están como quieren.
Aquel hato de bribones se contentaría con explotar al señorito y a la casa, con hacer rancho de ella, con mandar anulando en su dignidad y poderío doméstico a la señorita.
Los apóstoles de la nueva ley me parecieron, en su mayor parte, bribones infames o frenéticos furiosos, llenos de envidia y sedientos de sangre.
Luego es preciso que se haga justicia a esos bribones que osaron fugarse cuando más necesidad teníamos de sus servicios.
Yo haría descender más que de prisa a algunos de esos bribones.
-Sí, señora -respondió el Hidalgo con gran aplomo: cuando mandan los bribones, como sucede hoy aquí.
¿Quieren ustedes que se lo acredite con un testimonio en papel sellado de los señores de la Audiencia, que ya están aburridos de tenerme delante todos los días oyéndome decir casi las mismas cosas para defender a bribones de un mismo pelaje? Porque también esa ganga es de las que da mi oficio.
De modo que, a juzgar por lo que se ve en estos y otros varios ejemplos que citar pudiera, la opinión pública sólo castiga a los grandes bribones cuando no saben serlo.
Ponme una santa rodeada de perdidas y de bribones, persíganla sin tregua ni descanso con ejemplos y sofismas, denle el veneno hasta en el aire que respire.
Esta criatura fue de lo más honrado de la clase, dicho sea sin ofensa de nadie, y nació para buena, y aun creo que lo habría sido, a no caer entre un padre tonto y una madre sin educación y sin entrañas, y una caterva de pillos y de bribones.
La ridícula vanidad de un mentecato, infernalmente explotada por dos o tres bribones, bastó para trocar, en ocho días, a los hombres más honrados y virtuosos, en un tropel de inmundas bestias.
¡Pícaros, bribones!.
¿Procederá mi inquietud de hoy de que este crimen sea el mayor que he presenciado en mi vida? En efecto: lo injusto de la medida en sí, la calidad, las condiciones del atropellado, el sitio, la ocasión, tan solemne para él, tantos derechos, tantas esperanzas, tantos sentimientos pisoteados, escarnecidos en un solo instante, tantas alegrías ahogadas en lágrimas por el golpe alevoso de media docena de bribones sin ley y sin Dios, claman al cielo pronta y terrible venganza.
-¿Ha de profanar usted su ministerio, luchando a brazo partido con borrachos y bribones?.
-Esos infelices son ciegos instrumentos de cuatro bribones que los han seducido.
Aterrada como yo, al recuerdo de la carta de Isacar, ocultó allí el oro y las letras, y formó el plan de aquella farsa, con la que echó tierra en los ojos de aquellos bribones redomados.
, según las condiciones de cada municipio, a fin de que el vecindario tenga le seguridad de que, no obstante albergar en su seno un considerable número de bribones, éstos no impiden que todo el mundo coma, por muy mal dadas que vengan.
-Porque, -contestó Hércules- en los tiempos en que yo me encontraba entre los hombres, casi siempre le veía en compañía de los bribones, por eso aparto la mirada de él.
-¡Viva! -contestaron los muy bribones, que nunca son más felices que cuando se les incita al desorden y se les deja la libertad de retozar.
Pues ¡bribones, adormecidos en maldad, infames!, si esta profecía se cumpliera ¿había más que desear? Si fuera lo que Dios quisiere fuera siempre lo justo, lo bueno, lo santo, no fuera lo que quiere el diablo, el dinero y la codicia, pues hoy lo menos es lo que Dios quiere y lo más lo que queremos nosotros contra su ley, y ahora el dinero es todos los quereres, porque él es el querido y el que quiere y no se hace sino lo que él quiere, y el dinero es el Narciso, que se quiere a sí mismo y no tiene amor sino a sí.

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