Ejemplos con belicosos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Con la habilidad que le caracterizaba se hacía amigo de los belicosos indígenas y conseguía comida para toda la tropa.
Sus hombres y sus mujeres eran belicosos y celosos defensores del sus tierras, de su hogar.
No era un pueblo especialmente agresivo y fue bastante receptivo al dominio romano, en parte por encontrarse entre estos y los belicosos brigantes.
Estos grupos eran casi siempre pobladores germánicos belicosos.
Lo mismo los boggarts, que antes eran traviesos y hedonistas, en el Páramo Sombrío son belicosos y viciosos.
Siendo guardián del convento de Tzapotla pidió licencia para ayudar a la reducción de los indios chichimecas de la provincia de Zacatecas, belicosos y hostiles a los españoles.
No solo son los más belicosos, los beocios, los espartanos y los cretenses sino que son las gentes más proclives a esta clase de amor, como lo eran los más grandes héroes de la antigüedad: Meleagro, Aquiles, Aristomenes, Cimón y Epaminondas.
También se alió con los belicosos Bastarnos, y tanto esto como sus acciones en Grecia violaron posiblemente el tratado que firmó su padre con los romanos o, si no, ciertamente no era comportarse como debe hacerlo un subordinado Roma.
Los picunches intercambiaban productos con poblados de la costa y no se caracterizaban por ser belicosos.
El pueblo de Roma consideraba a este general que había vencido a los extraños britanos y a los belicosos galos y germánicos como el mejor general de la historia, ensombreciendo a Pompeyo Magno, algo que finalmente se volvería en contra de César.
En la visita a Caracas, Hernández de Chaves nombra teniente de gobernador a Bartolomé García y le encarga la pacificación de la tribu de los tarmas , pero después de varios intentos, y empleando diversos métodos, Bartolomé no consigue convencer ni dominar a los belicosos tarmas.
Los indígenas chilenos, tan flemáticos e indiferentes a las nuevas corrientes civilizadoras que intentaban los españoles, eran los más belicosos e indomables de todos los que habían encontrado los españoles en sus acciones conquistadoras meridionales.
Y los propósitos más belicosos o más defensivos emanan de los partidarios del genero francés.
Esto es así porque lo que descubrimos es un temperamento apasionado, pero no por los actos belicosos, sino más bien por las ceremonias, por los rituales, por el aspecto formal, normalmente, manifestado por medio de palabras.
Esta versión se cuestiona como infantil, recordando que los indios de Moruy eran los más belicosos de Paraguaná.
Los belicosos indios chaquenses gracias al empleo del caballo aumentaron el radio de acción de sus ataques, poniendo en jaque incluso a la ciudad de Santa Fe.
Ahuachapán fue fundado por indios mayas de la tribu pokomanes en el siglo V, y sometida en el siglo XV por belicosos pipiles de los Izalcos.
Aquellos campesinos y pescadores, belicosos nietos de corsarios, eran para él agradables compañeros de existencia.
Su hijo estaba en peligro ¡Que muriesen todos los Hartrott antes de que Julio recibiese la herida más insignificante! Participó de los sentimientos belicosos de su hija, reconociendo en ella un gran talento para apreciar los sucesos.
Prefería inspirar la envidia que había sentido ella al ver a su hermano cubierto de arreos belicosos.
Sus navegantes atrevidos bajaban a lo largo de la costa española, fundando ciudades que eran focos de civilización para los rudos íberos, así como Marsalia lo fué para los belicosos galos.
Descargaban cosechas de provincias enteras, rebaños interminables de bueyes y caballos, toneladas y toneladas de acero preparado para esparcir la muerte, muchedumbres humanas a las que sólo faltaba una cola de mujeres y de niños para ser iguales a los grandes éxodos belicosos de la Historia.
Retrocedían los turcos en el Asia Menor ante los nuevos auxiliares de Bizancio, más duros y belicosos que ellos.
Todos sus movimientos belicosos o pacíficos eran para descender de las orillas de los mares glaciales a las playas del mar tibio.
De todo el litoral sólo temían a los navegantes de la Marina, tan audaces y belicosos como ellos.
Muchas de las personas que habían permanecido indiferentes a las desavenencias de los del Saloncillo y los del Camarote, habían concluído por tomar puesto en uno u otro bando, unas veces porque tenían metidos en la refriega a sus parientes, otras por algún antiguo resentimiento, otras, en fin, sin más motivo que el calor y el entusiasmo que el combate despierta en los temperamentos belicosos.
No perdonaba medio para propagar sus belicosos propósitos.
El bigote, ensortijado con cierta arrogancia, era la única herencia física de sus belicosos antecesores.
Era el Oriente que entraba en Europa, no como los monarcas asirios, por la Grecia, que les repelía, viendo en peligro su libertad, sino por el extremo opuesto, por la España, esclava de reyes teólogos y obispos belicosos, que recibía con los brazos abiertos a los invasores.
Tendieron don Quijote y Sancho la vista por todas partes: vieron el mar, hasta entonces dellos no visto, parecióles espaciosísimo y largo, harto más que las lagunas de Ruidera, que en la Mancha habían visto, vieron las galeras que estaban en la playa, las cuales, abatiendo las tiendas, se descubrieron llenas de flámulas y gallardetes, que tremolaban al viento y besaban y barrían el agua, dentro sonaban clarines, trompetas y chirimías, que cerca y lejos llenaban el aire de suaves y belicosos acentos.

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