Ejemplos con averno

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Entre esas librerías se encuentran algunos locales que alojan expresiones culturales underground, tales como el centro cultural El Averno.
El siguiente consejo de Ariel dirigió a Kain hacia la Ciudad del Averno, para encontrar a la guardiana Azimuth.
Este oráculo le informó de la decisión de Raziel de partir hacia la catedral del Averno en busca del Corazón de la Oscuridad para resucitar a Janos Audron.
Llega incluso Mercurio, amenazando a los dioses del Averno.
Si consideramos que Odiseo llega a Cumas desde el norte, primero tocaría tierra en el país de los Cymerios, seguiría hacia el sur bordeando el cabo de Miseno y remontaría al norte hasta llegar a la lengua de tierra que separa el lago Averno del Océano.
Una voz de timbre increíble resonó en la cabeza de Felicita: Es la hora en que Lucifer cae al averno y las almas de los justos vuelan a Dios.
El viento venía en ráfagas violentas, haciendo un ruido como si se hubieran desencadenado todas las furias del Averno.
Una vez sepultados de nuevo en el Averno los demonios que se habían salvado de la quema, se presentaron en la escena un gallardo mancebo, de oficio pastor, a juzgar por el pellico que le tapaba la espalda, y una hermosa doncella de idéntica profesión.
También dice que antes de faltar a su propósito se tragará el Averno a la tierra, beberá el ciervo la mar salobre, y se criará la carpa en las crestas del más alto cerro de Trinacria.
Pero ya cuando Cayo hacía estos juramentos, cerró los ojos el Doctrino, poco preocupado de que el Averno se tragara a Italia, y comenzó a roncar suavemente como un dios holgazán.
Hizo esta invocación el buen hombre tapándose los ojos con la mano, porque hubiera jurado que las llamas sulfúreas del averno brotaban de las aguas del río y por todas las hendeduras de las peñas, y que los montes se desplomaban sobre su cabeza.
Y no permita el cielo que la paz del alma de usía se turbe y que se obscurezca su luz al pensar usía en mi último pecado y en el único, sin duda, que usía cometió por mi causa e instigado por mí y por todos los espíritus del Averno que me auxiliaban entonces.
Al cabo oye Merto un chasquido metálico, luego un rischsss interminable, como ruido de puchero que se va sobre las brasas, y después, nada: todo ruido calla y todo movimiento cesa, parece que se ha muerto el reloj, y que su mal espíritu se ha hundido en el averno.
que el poder del Averno tanto extiende.
Un torrente seco que conducía a una profunda garganta apareció ante sus ojos y Vampa siguió este extraño camino, que, enterrado, por decirlo así, y oscurecido por la espesa sombra de los elevados pinos, se asemejaba a aquel sendero del Averno de que nos habla Virgilio.
Macrobio, Præfectus cubiculi de Teodosio el Joven, hace notar, en sus curiosísimas Saturnales, que la higuera es el único frutal que no echa flores, y luego clasifica a la higuera blanca entre los árboles de buen agüero y a la higuera negra entre los árboles fatídicos protegidos por los dioses del Averno.
La mujer, Violeta Goold, que tiene de cardo inmensamente más que de violeta, es la misma Furia del averno, en cuyo viscoso fondo desapareció la personalidad del papanatas de su marido.
Para una débil mujercilla el susurro del viento es un gemido misterioso, la claridad de la luna es la aparición de un finado y el chillido de las aves nocturnas es el grito de las evocaciones del averno para asistir a pavorosas escenas.
El genio del mal presidiría sin rival, enteramente solo, a los destinos del mundo, el rey del Averno debiera colocar su trono de negra lava en las esplendentes regiones del empíreo.
Lo que yo digo: es una furia del Averno vestida de cura.
Él, Vario, venía de Nápoles y había pasado cerca del Averno, el lago funesto que no cruzaban las aves, y a cuya orilla hablaba en su caverna la sibila de Cumas.
Mucho más rápido procede el enamoramiento de Julieta, aunque no sea deshonesto el fruto de su amor ni trabajen por él los espíritus del Averno.
más que los gritos del averno atruena.
-¡Ah! -dijo el Padre levantando sus manos con todas las señales de la desesperación-, ¡si fuerais capaz de volverme a mi hija, os lo perdonaría todo, furia del averno!.
no despreciéis el don, que al lago Averno.
Llegaron al Averno hechos una miseria, y el diablo Cojuelo, que por el teléfono sabía la noticia, cuyo invento se usa en tal lugar desde el pronunciamiento de Lucifer , pues no se comprende de otra manera que se hallen tan al corriente de lo que pasa en la tierra, encargó a un subalterno las calderas de Pedro Botero, y exclamó:.
-¡Será moquillo! -insinuó Amelia en voz baja, sin perjuicio de ponerse de pie, decidida a seguir a la duquesa aunque fuese al Averno a ver al mismísimo Cancerbero, puesto que estar en la intimidad de la Gante era el espaldarazo de la elegancia.

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