Ejemplos con aquilón

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El viento Aquilón llevó a Leto hasta donde se encontraba Poseidón, que la salvó y cubrió la isla de Ortigia con sus olas mientras Leto daba a luz a Apolo y Artemisa.
El Aquilón, fue un navío de línea de la Real Armada Española, construido en los Reales Astilleros de Esteiro de Ferrol.
Pero Zeus envió al viento Aquilón para que recogiera a Leto y la llevara junto a Poseidón.
A cielo noble correspondía tierra nobilísima , y como las constelaciones del ignorado hemisferio eran, según la ciencia de la época, las mayores, más resplandecientes, más nobles y perfectas, y por consiguiente de mayor virtud, felicidad y eficacia que las de Aquilón , de aquí que bajo su resplandor debía estar forzosamente la mejor de las tierras, o sea el Paraíso.
se aguarda un momento terrible, se aproxima una tempestad siniestra, óyense los primeros rugidos del aquilón revolucionario, se necesita una víctima para reivindicar nuestros derechos.
No reinaban en ninguna parte y reinaban en todas, porque el imperio de Baal es grande, y a él puede decirse que pertenecen la Tierra, el mundo y su plenitud, el Aquilón y el Austro.
Sopla, huracán, remolino, aquilón, sopla, levanta las arenas pasivas que hollan los pies de los camellos y los vientres de las víboras y haz con ellas proyectiles ardientes.
cual suele el aquilón con fiero silbo.
cual árbol orgulloso que troncha el aquilón.
los mágicos perfumes no seca el aquilón.
Tan pronto éramos empujados hacia Sicilia, tan pronto el Aquilón, que reina soberano en las costas itálicas, arrojaba acá y allá la nave como débil leño, y para colmo del riesgo, la oscuridad era tan densa que el piloto apenas alcanzaba a ver la proa del barco.
cual hojas que se lleva bramando el aquilón,.
Yo soy la navecilla que el aquilón azota,.
la aliento en el rugido del rápido Aquilón.
Desde entonces sólo interrumpen el silencio de aquel castillo desierto los acentos lamentables del pájaro, que pasa emigrando a otras riberas, o los vaivenes de alguna puerta agitada por el borrascoso aquilón.
-¡Mirad sobre todo a los que bailan! Parecen ramilletes de flores meciéndose al soplo del viento, parecen caprichosas nubes de otoño amontonadas a la tarde en el ocaso, parecen rizadas ondulaciones de un mar transparente bajo un cielo arrebolado, parecen bosques de plumas tornasoladas que el aquilón agita, parecen.
que trae de nuevo el aquilón en brazos,.
el que las zonas cruza del gélido aquilón!.
sus hórridos gritos redobla Aquilón.
Y yo le dije, puesto de rodillas: no la desamparéis, porque sin vos los rayos del sol la agostarán, y el aquilón de la tarde, arrancándola de cuajo, la sepultará en la arena abrasadora del desierto.
Arrebátame caballo, como el aquilón la hoja.
Ved: no había más que una débil ráfaga luminosa, pocos instantes después brilla el firmamento con inmensas madejas de plata y de oro, torrentes de fuego inundan la bóveda celeste del oriente al ocaso, del aquilón al sur.
Dime mi nombre, demanda el Viento con el cual naciste, te llamas El Aquilón que brota de Tem hasta la nariz de Jenti-Amenti.
Si el viejo Eolo apareciese en este momento sería proclamado rey de los ''moccoli'', y Aquilón, heredero presunto de la corona.
Su símbolo es el mirto, que el aquilón no troncha,.
El soplo del aquilón quema y marchita las tristes flores que osaron desplegar aquí sus encantos, y ata con lazos de cristal el curso de los torrentes.
A los esfuerzos del Aquilón Nanar guardará luz.
Hacia Aquilón grandes esfuerzos por masa humana,.
El seco aquilón plegaba sus alas, las mansas y apacibles auras jugueteaban galanas, refrescando la frente del viajero, el pasto ondulaba como el irritado mar en sus profundidades insondables después de la tempestad, las silvestres flores se erguían sobre su flexible tallo, pintando los campos con colores vivaces, un perfume suavísimo, delicado, imperceptible como la confusa reminiscencia del primer ósculo de amor, vagaba envuelto entre las brisas embriagadoras.
La lluvia cesó a las cuatro horas, pero el cielo quedó encapotado, amenazando volver a desplomarse, el aquilón continuó rugiendo y los relámpagos serpenteando en el cielo por los espacios sin fin.

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