Ejemplos con acusas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

C , debió tener acusas económicas, pues Troya cobraba impuestos a las flotas de barcos que se abastecían de trigo en las costas del mar Negro.
En el caso de acusas económicas será necesario aportar la documentación debidamente auditada acreditativa del estado y evolución de la situación económica, financiera y patrimonial de la empresa en los últimos años,.
¿Tú también le acusas? Nunca lo creí.
- ¿Por qué me acusas tan a la ligera? ¿No estás satisfecho con todas las ventajas físicas que te he dado? Lo que flaquea es tu espíritu.
-¿Y por ventura sé yo todavía lo que soy en este proceso extraño? Reo me llamas, y sin oírme me condenas, busco en mi corazón y en mi conciencia el delito de que me acusas, y no hallo sino amor y adoración por ti, y tú, en pago, me matas.
Comparando lo que eres con lo que fuiste poco antes, y temiendo avanzar en el horrible e interminable sendero en que te hallas colocado, haces heroicos esfuerzos en favor de la paz doméstica, te acusas aun de faltas que no has cometido, disculpas todos los resabios de tu mujer, y corriges hasta los más inofensivos de tu carácter.
-¡Que me calme! -dijo Isabel con voz terrible, levantándose erguida-, ¡que me calme cuando me acusas quizá de una infamia! ¡que me calme cuando me afrentas!.
-Carlos-le dijo con voz entera-, comprendo que me sería imposible desvirtuar en este instante a tus ojos todas las pruebas con que me acusas: es ese tejido de infamias demasiado fuerte para que yo pueda deshacerle con una palabra.
'''DON LATINO:''' ¡Claudinita, me acusas injustamente! ¡Estás ofuscada por el dolor!.
Hizo llamar al punto a Sett Zobeida, y con los ojos inflamados de cólera y temblándole la barba, le dijo: ¿De qué es esa mancha que hay en nuestro lecho? Sett Zobeida acercó la cabeza a la mancha consabida, la olió y dijo: Es de licor de hombre, ¡oh Emir de los Creyentes! Conteniendo a duras penas el estallido de su cólera, exclamó él: ¿Y puedes explicarme la presencia de ese líquido aún tibio en un lecho donde no me he acostado contigo desde hace más de una semana? Ella exclamó muy conmovida: La fidelidad sobre mí y alrededor de mí ¡oh Emir de los Creyentes! ¿Acaso me acusas de fornicación?.
-Cumandá, me acusas de cruel, y lo eres tú en verdad, pues que así me reconvienes sin observar que no me ha sido fácil venir muy pronto, ¿no ves cómo se ha hinchado el río y se ha aumentado su corriente? Desde antes de la aurora he remado, las fuerzas se me iban acabando, y.
-Guerrero, has traído insignias de paz a mi presencia, ¡y me acusas! -dijo el anciano con extraordinaria gravedad-, ya penetro que quieres abogar por ese blanco que ha profanado los días sagrados y fugado robándose una virgen de la fiesta.
Mira, la pobre Francisca a quien tú acusas, te podrá dar buenas lecciones.
El Bachiller aprovechó oportunamente de este incidente y abrazándose con ternura de su esposa, y colmándola de besos en la frente mientras ella luchaba con sus violentas arcadas, le decía: «¡Antuca mía!, ¡ídolo mío!, ¿de qué es lo que me acusas? ¡Habla, vida mía!, dime lo que quieres de mí, y verás que hasta la vida puedo dar por verte buena, y quitarme este horrible peso que agobia mi cabeza».
-Suponiendo que fuesen ciertas todas esas traiciones sentimentales de que me acusas.
- ¿Y qué prueba he dado yo de esa tontería superlativa de que me acusas?.

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