Ejemplos con abiertos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Pero todos los niños tienen los ojos muy abiertos y ven muy bien lo que los hombres no pueden ver.
Belarmino, casi desfallecido sobre el asiento, en arrobo, cara al cortinón, con los brazos abiertos, remedaba las imágenes de los santos que recibieron la gracia de los estigmas.
Una fuerza ineluctable, una exigencia del destino le lleva, también con los brazos abiertos, la botella en la mano, y en alto, agresivo, hacia Belarmino.
entró diciendo el señor Colignon, con modulaciones y altibajos en la voz, que sonaban como las gárgaras de un pavo, los brazos abiertos, con que estrechó contra su corpacho al manso, dulce y enjuto Belarmino.
¡María Soledad, espérame! Tienes los ojos abiertos y siento que me miras Ahora me voy, pero vendré pronto y para siempre a tu lado ¡Dios! ¡Dios! ¡Cativo Dios, por qué me llevaste a la Rusa!.
Era el Oriente que entraba en Europa, no como los monarcas asirios, por la Grecia, que les repelía, viendo en peligro su libertad, sino por el extremo opuesto, por la España, esclava de reyes teólogos y obispos belicosos, que recibía con los brazos abiertos a los invasores.
Si te hubiese abandonado después de recibir la bendición de un hombre ante un altar, te mostrarías satisfecho y la recibirías con los brazos abiertos tantas veces como viniera a verte.
El espacio se empapaba de luz, disolvíanse las sombras, como tragadas por los abiertos surcos y las masas de follaje.
En la cumbre de este revoltijo veíanse tres niños abrazados, que contemplaban los campos con ojos muy abiertos, como exploradores que visitan un país por vez primera.
Y mientras la hilandera iba por el alto ribazo que bordeaba el camino, el hombre marchaba por el fondo, entre los profundos surcos abiertos por las ruedas de los carros, tropezando en ladrillos rotos, pucheros desportillados y hasta objetos de vidrio, con los que manos previsoras querían cegar los baches de remoto origen.
Y sobre las puertas de los cuartos, el artista, aludiendo discretamente al establecimiento, había pintado asombrosos bodegones : granadas como hígados abiertos y ensangrentados, sandías que parecían enormes pimientos, ovillos de estambre rojo que intentaban pasar por melocotones.
Fue a preguntar, pero el señor Cuadros le atajó poniéndose en pie y avanzando con los brazos abiertos, con expresión paternal y desesperada.
Por los balcones abiertos penetraba el hálito caliginoso de las neones de verano, cargado de enervantes perfumes.
El desaliento las tuvo hasta bien entrada la noche clavadas en sus asientos del salón, silenciosas, sin otra luz que el escaso resplandor de los reverberos públicos que entraba por los balcones abiertos, produciendo una débil penumbra.
¡Vive Dios, que se estaba bien allí, sentados ante el blanco mantel, con los balcones abiertos y en los ojos el extenso paisaje, que, con la luz anaranjada de la caída de la tarde, iba velando sus tonos brillantes y parecía adormecerse!.
Pero estamos de enhorabuena: cualquiera que sea la secta o escuela que le sorbe el seso a tu marido, tenemos ya noventa y seis probabilidades contra cuatro de que te reciba con los brazos abiertos.
Cuando apareció en la puerta, con los brazos abiertos, fue Moreno a dejarse estrechar en ellos.
Ido extendía sobre el tablero los pliegos de papel abiertos.

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