Ejemplos con átona
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Las hay que se pronuncian con una mayor intensidad, a las que llamamos sílaba tónica, y las que se pronuncian con una menor intensidad, llamadas sílaba átona.
Si la primera palabra tónica de una cláusula era un verbo del futuro o condicional o era forma verbal compuesta consistente en participio + forma de aver, entonces cualquier pronombre átona estaba puesto entre los dos elementos de las formas verbales.
Reducción de la O a algo parecido a la fonética de una U, cuando se encuentra en posición átona y en posición adyacente a la sílaba tónica, especialmente cuando la vocal tónica de dicha sílaba es una A: Cabo Alto.
Vocales átonas /u, i/, cualquier vocal átona cerrada en contacto con otra vocal abierta, diptonga.
La alofonía vocal depende principalmente de si se trata de una sílaba acentuada o átona y de la palatización de las consonantes circundantes:.
Se denomina átona a la sílaba sobre la que no recae el acento.
En neerlandés los pronombres se caracterizan por tener habitualmente dos formas, una átona y otra tónica, usándose la segunda cuando se quiere enfatizar:.
Se consideran usualmente como alófonos complementarios de sus contrapartes largas que no pueden aparecer en una sílaba átona.
La secuencia fonémica se realiza como cuando puede iniciar un un comienzo válido de la siguiente sílaba cuyo núcleo es otra vocal átona , , o.
Los sustantivos y adjetivos usan el sufijo flexivo -s o -es, según la forma de singular acabe en vocal átona o consonante.
Hundida en su asiento, la niña de Luzmela posaba una mirada átona y errante sobre la tristeza helada del salón enorme, y oyó vagamente alzarse en el silencio sepulcral de la casa un tarareo gangoso seguido de una escala vocal rota y aceda.
concurrencia la mirada átona de sus ojos enturbiados por el.
Con la cabeza baja, los ojos sin brillo, la palabra pesada y penosa, Athos miraba durante largas horas bien su botella y su vaso, bien a Grimaud que, habituado a obedecerle por señas, leía en la mirada átona de su señor hasta el menor deseo, que satisfacía al punto.
