Sinónimos y Antónimos de Ensayándole

A continuación se muestran los Sinónimos y Antónimos de ensayándole ordenados por sentidos. Si tienes duda sobre alguna palabra, puedes hacer clic sobre ella para conocer su significado.

Sinónimos de ensayándole

Ensayándole Como verbo, conjugación de ensayar, gerundio de ensayar: ensayando +le.

1 En el sentido de Intentándole

Ejemplo: Momentos después aparece otra vez el Tio Pelado intentándole vender a Tulio más productos defectuosos, entonces, Tulio le exige que le cambie el calefactor y tras varios alegatos Tío Pelado termina accediendo a reparar el artefacto.

  • Intentándole conjugación de intentar, gerundio de intentar: intentando +le, verbo transitivo, gerundio de intentar
  • Probándole conjugación de probar, gerundio de probar: probando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, verbo intransitivo, gerundio de probar
  • Averiguándole conjugación de averiguar, gerundio de averiguar: averiguando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, verbo pronominal, gerundio de averiguar
  • Examinándole conjugación de examinar, gerundio de examinar: examinando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de examinar
  • Explorándole conjugación de explorar, gerundio de explorar: explorando +le, verbo transitivo, gerundio de explorar
  • Pulsándole conjugación de pulsar, gerundio de pulsar: pulsando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, gerundio de pulsar
  • Tanteándole conjugación de tantear, gerundio de tantear: tanteando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, verbo pronominal, gerundio de tantear

2 En el sentido de Empezándole

  • Empezándole conjugación de empezar, gerundio de empezar: empezando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, gerundio de empezar
  • Iniciándole conjugación de iniciar, gerundio de iniciar: iniciando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de iniciar
  • Preparándole conjugación de preparar, gerundio de preparar: preparando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de preparar
  • Disponiéndole conjugación de disponer, gerundio de disponer: disponiendo +le, verbo transitivo, verbo pronominal, verbo intransitivo, gerundio de disponer

3 En el sentido de Comprobándole

  • Comprobándole conjugación de comprobar, gerundio de comprobar: comprobando +le, verbo transitivo, gerundio de comprobar
  • Verificándole conjugación de verificar, gerundio de verificar: verificando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de verificar
  • Confrontándole conjugación de confrontar, gerundio de confrontar: confrontando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, verbo pronominal, gerundio de confrontar
  • Cotejándole conjugación de cotejar, gerundio de cotejar: cotejando +le, verbo transitivo, gerundio de cotejar
  • Parangonándole conjugación de parangonar, gerundio de parangonar: parangonando +le, verbo transitivo, gerundio de parangonar

4 En el sentido de Viéndole

Ejemplo: viéndole en pie su amo, le dijo:.

  • Viéndole conjugación de ver, gerundio de ver: viendo +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, verbo pronominal, gerundio de ver
  • Tratándole conjugación de tratar, gerundio de tratar: tratando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, verbo pronominal, gerundio de tratar
  • Experimentándole conjugación de experimentar, gerundio de experimentar: experimentando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, gerundio de experimentar

5 En el sentido de Procurándole

Ejemplo: Agradecido el compositor a los servicios del poeta, quiso pagárselos procurándole la amistad, que no tardó en ser íntima, de Gaité.

  • Procurándole conjugación de procurar, gerundio de procurar: procurando +le, verbo transitivo, gerundio de procurar
  • Proyectándole conjugación de proyectar, gerundio de proyectar: proyectando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de proyectar

6 En el sentido de Entrenándole

Ejemplo: Él actúa como maestro de Kirby, entrenándole o defendiéndolo algunas veces, cuando está necesitado, pero sobre todo él quisiera que Kirby aprendiera para que puedan derrotar a pesadilla.

  • Entrenándole conjugación de entrenar, gerundio de entrenar: entrenando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de entrenar
  • Guiándole conjugación de guiar, gerundio de guiar: guiando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de guiar
  • Ejercitándole conjugación de ejercitar, gerundio de ejercitar: ejercitando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de ejercitar
  • Instruyéndole conjugación de instruir, gerundio de instruir: instruyendo +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de instruir
  • Aleccionándole conjugación de aleccionar, gerundio de aleccionar: aleccionando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de aleccionar

7 En el sentido de Estudiándole

Ejemplo: Siempre que estaba en casa, no quitaba los ojos de su mujer, estudiándole los movimientos, las miradas, los pasos y hasta el respirar.

  • Estudiándole conjugación de estudiar, gerundio de estudiar: estudiando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, verbo pronominal, gerundio de estudiar
  • Observándole conjugación de observar, gerundio de observar: observando +le, verbo transitivo, gerundio de observar

8 En el sentido de Preparándole

Ejemplo: Estese tranquilo Sí, se lo iré diciendo poco a poco preparándole, como cuando se dan malas noticias.

  • Preparándole conjugación de preparar, gerundio de preparar: preparando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de preparar
  • Practicándole conjugación de practicar, gerundio de practicar: practicando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, gerundio de practicar

9 En el sentido de Adiestrándole

Ejemplo: Fue también buen padre, buen marido, y en aumentar su hacienda más que medianamente solícito, echán- dose bien de ver que no atendía a ella de paso como a cosa pequeña y de poca monta, paréceme, pues, oportuno hablar asimismo de su buen porte en el desempeño de estos oficios. Casóse con una mujer más noble que rica, haciéndose cargo de que por lo uno y por lo otro suelen tener vanidad y orgullo, pero de que las ilustres, por el temor de la vergüenza, son para las cosas honestas más obedientes a sus maridos. De los que castigan a las mujeres o los hijos, decía que ponían manos en las cosas más santas y sagradas, que para él merecía más alabanzas un buen marido que un buen senador, y que nada admiraba tanto en el antiguo Sócrates como el que, habiéndole cabido en suerte una mujer inaguantable y unos hijos necios, vivió, sin embargo, sosegado y tranquilo. Habiéndole nacido un hijo, nada había para él de mayor importancia, como no fuese algún negocio público, que el hallarse presente cuando la mujer lavaba y fajaba al niño. Ésta lo criaba con su propia leche, y aun muchas veces, poniéndose al pecho los niños de sus esclavos, preparaba así para su propio hijo la benevolencia y amor que produce el ser hermanos de leche. Cuando ya empezó a tener alguna comprensión, él mismo tomó a su cuidado el enseñarle las primeras letras, sin embargo de que tenía un esclavo llamado Quilón, bien educado y ejercitado en esta enseñanza, que daba lección a muchos niños, porque no quería que a su hijo, como escribe él mismo, le reprendiese o le tirase de las orejas un esclavo, si era tardo en aprender, ni tampoco tener que agradecer a un esclavo semejante enseñanza. Así, él mismo le enseñaba las letras, le daba a conocer las leyes y le ejercitaba en la gimnástica, adiestrándole, no sólo a tirar con el arco, a manejar las armas y a gobernar un caballo, sino también a herir con el puño, a tolerar el calor y el frío y a vencer nadando las corrientes y los remolinos de los ríos. Dice, además, que le escribió la historia de su propia mano, y con letras abultadas, a fin de que el hijo tuviera dentro de casa medios de aprovecharse para el uso de la vida, de los hechos de la antigüedad y de los de su patria, que con no menor cuidado precavió que se dijeran cosas torpes ante aquel niño, que ante las vírgenes sagradas dichas Vestales, y que nunca se bañó con él, bien que, según parece, esto era costumbre entre los Romanos, porque tampoco los suegros se bañaban con los yernos, evitando el presentarse desnudos los unos entre los otros. Mas después, aprendiendo de los Griegos el no reparar en ponerse desnudos, comunicaron a éstos mismos a su vez el desorden de bañarse aun con sus mujeres. Ocupado Catón en la recomendable obra de formar y ensayar a su hijo para la virtud, aunque nada quedaba que desear, ni por la índole de éste ni por su esmero en corresponder a aquel cuidado, como el cuerpo no fuese bastante fuerte para tolerar el trabajo, tuvo el padre que rebajar la demasiada austeridad y el rigor en el método de vida. Mas no por esta delicadeza dejó de ser hombre esforzado en los hechos de armas, y en la batalla contra Perseo, mandando el ejército Paulo Emilio, peleó denodadamente. Sucedióle en ella que, habiendo dado un golpe, se le escapó la espada, ayudando también a ello el sudor de la mano, y acongojado con tal acontecimiento corrió a buscar a algunos de sus amigos, e, incorporado con ellos, volvió a cargar a los contrarios, y registrando el sitio con gran trabajo y esfuerzo, halló por fin la espada entre un cúmulo de armas y entre montones de cadáveres de amigos y de enemigos, sobre lo que el general Paulo hizo de él un grande elogio, y todavía corre una carta de Catón a su hijo, en la que alaba extraordinariamente su gran delicadeza y cuidado en recobrar la espada. Más adelante se casó este joven con Tercia, hija de Paula y hermana de Escipión, habiéndose enlazado con tan ilustre gente no menos por sí que por su padre, en lo que se ve haberse logrado cumplidamente el esmero de Catón en la educación de su hijo.

  • Adiestrándole conjugación de adiestrar, gerundio de adiestrar: adiestrando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de adiestrar

10 En el sentido de Analizándole

Ejemplo: –Cuando me acuerdo –agrega– no sé cómo pudo Palomino resistir tanto. Porque aquello era un tormento indescriptible. No sé por qué conducto fue noticiado de que se le tramaba un envenenamiento dentro de la prisión, desde mucho tiempo antes de ser alojado en ella. La familia del hombre que él mató, le perseguía de esta manera hasta más allá de su desgracia. No se contentaba con verle condenado a quince años de penitenciaría y arrastrar a su familia a una ruina clamorosa: llevaba su sed de venganza aun más abajo. Y ahora se embreñaba en recova por tras de los quicios de los sótanos y entre espora y espora de los líquenes que crecen entre los dedos carceleros, tanteando el resorte más secreto de la prisión, ahora se movía aquí, con más libertad que antes a la luz del sol para la injusta sentencia, e hincaba las pestañas de infame emboscada en la atmósfera que había de venir a respirar el condenado. Noticiado éste de ello, sufrió, como usted comprenderá, terrible sorpresa, lo supo, y nada pudo desde entonces ya desvanecérselo. Un hombre de bien, como él, temía una muerte así, no por él, claro, sino por ella y por ellos, la inocente prole atravesada de estigma y orfandad. De allí la zozobra de minuto en minuto y el sobresalto a cada trance de su vida cotidiana. Diez años había pasado así, cuando le ví por primera vez. Despertaba en el ánimo ese atormentado, no ya lástima y compasión, sino un religioso y casi beatífico transporte inexplicable. No daba piedad. Llenaba el corazón de algo quizás más suave y tranquilo y dulce casi. Mirándole, yo no sentía impulsos de deschapar sus hierros, ni de encorecer sus llagas que crecían verdinegras en el fondo de todos sus fondos. Yo no habría hecho nada de esto. Mirando tamaño suplicio, tan sobrehumana actitud de pavor, siempre quise dejarle así, marchar paso a paso, a sobresaltos, a pausas, filo a filo, hacia la encrucijada fatal, hacia la jurada muerte, tanto tiempo ha revelada. No movía Palomino por entonces a socorro. Sólo llenaba el corazón de algo quizás más vago e ideal, más sereno y casi dulce, y era grato, de un agrado misericordioso, dejarle subir su cuesta, dejarle cruzar los pasillos y galerías en penumbra, y entrar y salir por las celdas frías, en su horrendo juego de inestables trapecios, de vuelos de agonía, al acaso, sin punto fijo donde ir a parar. Con su barba roja a vellones y sus verdes ojos de alga polar, el uniforme estropeado, asustadizo, azorado, parecía atisbarlo todo siempre. Un obstinado gesto de desconfianza resbalaba por sus labios de justo pavorido, por sus cabellos bermejos, por sus sainados pantalones y aun por sus dedos desvalidos, que buscaban en toda la extensión de su capilla de condenado, sin poderlo hallar nunca, un lugar seguro en qué apoyarse. ¡Cuántas veces le ví quizás al borde de la muerte! Un día fue aquí, en la imprenta, durante el trabajo. Callado, meditabundo, taciturno, Palomino hallábase limpiando unas fajas de jebe negro, en un ángulo del taller, y, de cuando en cuando, echaba una mirada recelosa en torno suyo, haciendo girar furtivamente los globos de sus ojos, con el aire visionario de los de un ave nocturna que entreviese fatídicos fantasmas. De repente tuvo un brusco movimiento. Uno de los compañeros de labor, en quien yo había sorprendido repetidas ocasiones marcados gestos y extrañas palabras de sutil aversión, tal vez inmotivada, hacia Palomino, mirábale de hito en hito, desde el lado opuesto de la estancia. Tal conducta, cuya intención no podía, desde luego, serle grata a mi amigo, por los antecedentes que dejo ya anotados, le hizo experimentar un brusco movimiento de desasosiego y agudo escozor destempló todos sus nervios. El gratuito odiador, a su vez, advirtióse sorprendido, y, perdida la serenidad, con torpeza y turbación asaz significativas, vertió de un pequeño frasco de vidrio, algunas gotas, el color y la densidad de éstas fueron envueltas y veladas casi completamente por una alígera voluta de humo que en tal instante venía del lado de los motores. No sé decir dónde fueron a caer esas largas misteriosas lágrimas, pero quien las había vertido siguió agitándose entre los objetos de su trabajo, cada vez con más visible turbación, hasta el punto de no tener posiblemente conciencia de lo que hacía. Palomino le observaba estático, sobrecogido de presentimiento, con las pupilas fijas, pendientes de aquella maniobra que inspirábale intensa expectación y angustiosa zozobra. Luego las manos del trabajador fueron a ensamblar un lingote de plomo entre otras barras dispuestas en la mesa de labor. Entonces Palomino cesa de aguaitarle, y, atónito, abstraído, bajos los ojos, superpone círculos con la fantasía herida de sospecha, desembroca afinidades, vuelve a sorprender nudos, a enjaezar intenciones fatales y rematar siniestras escaleras.... Otro día ingresó de la calle una desconocida visita, la cual acercóse al linotipista y le habló largo rato, no se percibían sus palabras entre el ruido de los talleres. Palomino saltó, plantóle la vista, analizándole de pies a cabeza, a hurtadillas, pálido de temor... ¡Palomino! ¡Vea! –le consolaba yo– Olvide usted eso, creo que no puede ser. Y él, por toda respuesta, apoyaba las sienes entre ambas manos, tintas de encierro y desamparo, vencido, sin fuerzas. A los pocos meses de habérseme traído aquí, él era mi mejor amigo, el más leal, el más bueno.

  • Analizándole conjugación de analizar, gerundio de analizar: analizando +le, verbo transitivo, gerundio de analizar
  • Testándole conjugación de testar, gerundio de testar: testando +le, verbo intransitivo, verbo transitivo, gerundio de testar
Sinónimo de ensayándole

Antónimos de ensayándole

Ensayándole Como verbo, conjugación de ensayar, gerundio de ensayar: ensayando +le.

1 En el sentido de Improvisándole

  • Improvisándole conjugación de improvisar, gerundio de improvisar: improvisando +le, verbo transitivo, gerundio de improvisar
  • Desviándole conjugación de desviar, gerundio de desviar: desviando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, verbo intransitivo, gerundio de desviar
  • Disfrazándole conjugación de disfrazar, gerundio de disfrazar: disfrazando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de disfrazar
  • Encubriéndole conjugación de encubrir, gerundio de encubrir: encubriendo +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de encubrir
  • Escondiéndole conjugación de esconder, gerundio de esconder: escondiendo +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de esconder
  • Ocultándole conjugación de ocultar, gerundio de ocultar: ocultando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de ocultar
  • Silenciándole conjugación de silenciar, gerundio de silenciar: silenciando +le, verbo transitivo, gerundio de silenciar
  • Tapándole conjugación de tapar, gerundio de tapar: tapando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de tapar
  • Velándole conjugación de velar, gerundio de velar: velando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, gerundio de velar
Antónimos de ensayándole

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba