Buscar Poemas con Verbena


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Se han encontrado 7 poemas con la palabra verbena

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Lope de Vega

De hoy más las crespas sienes de olorosa

-- de Lope de Vega --

De hoy más las crespas sienes de olorosa
verbena y mirto coronarte puedes,
juncoso Manzanares, pues excedes
del Tajo la corriente caudalosa.
Lucinda en ti bañó su planta hermosa;
bien es que su dorado nombre heredes
y que con perlas por arenas quedes
mereciendo besar su nieve y rosa.
Y yo envidiar pudiera tu fortuna,
mas he llorado en ti lágrimas tantas,
(tú, buen testigo de mi amargo lloro),
que mezclada en tus aguas pudo alguna
de Lucinda tocar las tiernas plantas,
y convertirse en tus arenas de oro.

Poema De hoy más las crespas sienes de olorosa de Lope de Vega con fondo de libro

Lope de Vega

Dormido, Manzanares discurría

-- de Lope de Vega --

Dormido, Manzanares discurría
en blanda cama de menuda arena,
coronado de juncia y de verbena,
que entre las verdes alamedas cría,

cuando la bella pastorcilla mía,
tan sirena de Amor, como serena,
sentada y sola en la ribera amena,
tanto cuanto lavaba; nieve hacía .

Pedíle yo que el cuello me lavase,
y ella sacando el rostro del cabello,
me dijo que uno de otro me quitase.

Pero turbado de su rostro bello,
al pedirme que el cuello le arrojase,
así del alma, por asir del cuello.

Poema Dormido, Manzanares discurría de Lope de Vega con fondo de libro

Duque de Ribas

Cual suele en la floresta deliciosa

-- de Duque de Ribas --

Cual suele en la floresta deliciosa
tras la cándida rosa y azucena,
y entre la verde grana y la verbena
esconderse la sierpe ponzoñosa;

así en los labios de mi ninfa hermosa,
y en los encantos de mi faz serena
amor se esconde con la aljaba llena,
más que de fechas, de crueldad penosa.

Contemplando del prado la frescura
párase el caminante, y siente luego
de la sierpe la negra mordedura:

yo contemplé a mi ninfa, y loco y ciego
quedé al ver de su rostro la hermosura,
y sentí del amor el vivo fuego.

Poema Cual suele en la floresta deliciosa de Duque de Ribas con fondo de libro

José María Eguren

el dominó

-- de José María Eguren --

Alumbraron en la mesa los candiles,
moviéronse solos los aguamaniles,
y un dominó vacío, pero animado,
mientras ríe por la calle la verbena,
se sienta iluminado,
y principia la cena.

Su claro antifaz de un amarillo frío
da los espantos en derredor sombrío
esta noche de insondables maravillas,
y tiende vagas, lucifugas señales
a los vasos, las sillas
los ausentes comensales.

Y luego en horror que nacarado flota,
por la alta noche de voluntad ignota,
en la luz olvida manjares dorados,
ronronea una oración culpable, llena
de acentos desolados,
y abandona la cena.



Marilina Rébora

mi físico

-- de Marilina Rébora --

Mi físico
no he sido nunca linda tal vez quise ser alta
y la piel de mis hombros se acentúa morena
(al decir esto, claro, una verdad resalta:
que tampoco mi espalda ha de ser de azucena).
No tuve grandes ojos, y ahora aún me falta
el gracioso caer de ondulada melena;
tampoco es mío el rosa que reanima y esmalta
las mejillas y labios, con tono de verbena.
Se dice que subyuga por lo manso mi acento
puede que a fuer de cauto alcance a ser ternura,
un eco susurrante del jardín bajo el viento,
pero quien describiese con justeza mi traza
verá cómo responde toda la arquitectura
al tobillo delgado de la mujer de raza.



Federico García Lorca

Gacela del amor que no se deja ver

-- de Federico García Lorca --

Solamente por oír
la campana de la Vela
te puse una corona de verbena.

Granada era una luna
ahogada entre las yedras.

Solamente por oír
la campana de la Vela
desgarré mi jardín de Cartagena.

Granada era una corza
rosa por las veletas.

Solamente por oír
la campana de la Vela
me abrasaba en tu cuerpo
sin saber de quién era.



Federico García Lorca

Las tres hojas

-- de Federico García Lorca --

1

Debajo de la hoja
de la verbena
tengo a mi amante malo.
¡Jesús, qué pena!

2

Debajo de la hoja
de la lechuga
tengo a mi amante malo
con calentura.

3

Debajo de la hoja
del perejil
tengo a mi amante malo
y no puedo ir.



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