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Se han encontrado 13 poemas con la palabra tomado

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Luis Cañizal de la Fuente

tocan el clave con el carrick puesto

-- de Luis Cañizal de la Fuente --

Y parados en pie. Tocan el clave
como el que elige con sonrisa y manos entre
la vasta gama de la pesebrera.
Lo que escogen es prisma de anisados,
lascivo desperezo
de humo azul en pijama,
niebla constituida
y olor de lumbre abril.
Mientras tanto, ya el clave
rompe a trotar haciendo trenzas de agua,
remolinos minúsculos,
cantos ensimismados, como si no fueran
los hombres de estremoz los que consiguen
que se ponga talar hasta las barbas,
a semejanza de ellos
y de ciertos envueltos de tabaco
para insistir revolcándose en los graves.
Salen transfigurados del café:
campaneando como cruz alzada
y embarrancados en la culpa, al tiempo
que redimidos de ella. No sé si me explico.
Todo por obra y gracia
de unas hidroterapias al clave bien tostado.
Salen al implacable frío de las placetonas
anegadas de niebla,
y no saben si han muerto en una de ésas
y andan vagando por el trascastillo
como por el alfoz helado de la muerte.
Todo por obra y gracia
de un café al autoclave tomado en estremoz
un lunes de pasión.
Segunda feira,
onze de abril de mil e novecentos
e setenta e seis.

Poema tocan el clave con el carrick puesto de Luis Cañizal de la Fuente con fondo de libro

Góngora

a un caballero que, estando con una dama, no pudo cumplir sus deseos

-- de Góngora --

Con marfisa en la estacada
entrasteis tan mal guarnido
que su escudo, aunque hendido,
no lo rajó vuestra espada.
¿Qué mucho?, si levantada
no se vio en trance tan crudo,
ni vuestra vergüenza pudo
cuatro lágrimas llorar,
siquiera para dejar
de orín tomado el escudo.

Poema a un caballero que, estando con una dama, no pudo cumplir sus deseos de Góngora con fondo de libro

Juan de Tassis y Peralta

pasé los golfos de un sufrir perdido

-- de Juan de Tassis y Peralta --

Y piélagos de ofensas he surcado,
de enemigos impulsos agitado,
de poderosas olas impedido.
Hoy, pues, menos quejoso que advertido,
de esperanza las velas he animado,
y debo a mi noticia haber tomado
en mar de sinrazón puerto de olvido,
donde ya en dar benéficos alientos
a la violenta fuerza me libraron
del tiempo airado y de contrarios vientos.
Ya engañosas sirenas me dejaron
porque la falsa voz de sus acentos
mis diamantes oídos no escucharon.

Poema pasé los golfos de un sufrir perdido de Juan de Tassis y Peralta con fondo de libro

Garcilaso de la Vega

SONETO XXVII

-- de Garcilaso de la Vega --

Amor, amor, un hábito vestí
el cual de vuestro paño fue cortado;
al vestir ancho fue, más apretado
y estrecho cuando estuvo sobre mí.

Después acá de lo que consentí,
tal arrepentimiento me ha tomado,
que pruebo alguna vez, de congojado,
a romper esto en que yo me metí.

Mas ¿quién podrá de este hábito librarse,
teniendo tan contraria su natura,
que con él ha venido a conformarse?

Si alguna parte queda por ventura
de mi razón, por mí no osa mostrarse;
que en tal contradicción no está segura.



Garcilaso de la Vega

Amor, Amor, un hábito vestí

-- de Garcilaso de la Vega --

Amor, amor, un hábito vestí
el cual de vuestro paño fue cortado;
al vestir ancho fue, más apretado
y estrecho cuando estuvo sobre mí.

Después acá de lo que consentí,
tal arrepentimiento me ha tomado,
que pruebo alguna vez, de congojado,
a romper esto en que yo me metí.

Mas ¿quién podrá de este hábito librarse,
teniendo tan contraria su natura,
que con él ha venido a conformarse?

Si alguna parte queda por ventura
de mi razón, por mí no osa mostrarse;
que en tal contradicción no está segura.



Gutierre de Cetina

mientra en mí la esperanza florecía

-- de Gutierre de Cetina --

Alegre el corazón vivió cantando,
mas hora que el temor la va secando
paso el tiempo en llorar la pena mía.
Entonces de un pensar dulce vivía,
hora en pensar y más pesar pensando,
en amargo dolor va transformando
cuanto antes dentro en él de dulce había.
Ha tomado del alma mía gobierno
un triste recelar, que con espanto
amenaza hacer mi mal eterno.
Por lo cual, si tal vez en dulce canto
me pruebo, sale del dolor interno
interrota la voz y envuelta en llanto.



Hernando de Acuña

Del bien del pensamiento se sustenta

-- de Hernando de Acuña --

Del bien del pensamiento se sustenta
el triste corazón entre mil males
que en mí se tratan como naturales,
y el alma hace ya la misma cuenta.

El no sufrirlos tiene por afrenta,
y por honra y valor sufrirlos tales,
y págase, sintiéndolos mortales,
con sólo consentirle que los sienta.

Esto por bien muy grande se le niega,
y la vida ha tomado por partido
seguir en padecer su estilo usado,

que llegando al extremo donde llega,
lo que con desearlo nunca ha sido,
no puede por razón serle negado.



Vicente Gallego

octubre, 16

-- de Vicente Gallego --

Despierto. Pesa el sol sobre mi rostro
y la arena ha tomado mi forma levemente.
Incorporo un momento la cabeza
y el cielo es todo mi horizonte,
un cielo de ningún color sino de cielo,
de cielo que yo veo en una vela,
la vela diminuta que recorta
y fija el universo en su contraste.
Y luego el mar,
el mar bajo la vela, ese mar que es inmenso
pues llega hasta mi vientre y no concluye.
Entre el cielo y el agua me detengo un instante,
y después me acomodo hasta quedar
sentado por completo.
El mar entonces me abandona, se retira,
y la arena se moja, avanza, se seca y se calienta
confluyendo en un punto y acercándose a mí,
pero un cangrejo cruza en ese instante
y mis ojos se van con el cangrejo,
y el cielo se hace rojo en su coraza,
y el mar se pierde y nada pesa.
Y al fijar la mirada atrapo el universo,
completo y detenido en su pasar efímero
a lomos de un cangrejo que lo arrastra,
sin saberlo, un segundo.
Y pienso que en las grandes creaciones
vida y arte no alientan en lo extenso,
sino en ese detalle que despierta
nuestro asombro.
El crustáceo se oculta
y nos apaga el mundo.



Anónimo

Arriba, canes, arriba...

-- de Anónimo --

¡Arriba, canes, arriba!
¡que mala rabia os mate!
En jueves matáis el puerco
y en viernes coméis la carne.
Ya hace hoy los siete años
que ando por aqueste valle,
pues traigo los pies descalzos,
las uñas corriendo sangre;
pues como las carnes crudas
y bebo la roja sangre.
Busco, triste, a Moriana,
la hija del emperante,
pues me la han tomado moros,
mañanica de Sant Juane
cogiendo rosas y flores
en un vergel de su padre.
Oído lo ha Moriana,
que en brazos del moro estáe,
las lágrimas de sus ojos
al moro dan en la faze.



Anónimo

Romance de Bovalías el pagano

-- de Anónimo --

Por las sierras de Moncayo
vi venir un renegado:
Bobalías ha por nombre,
Bobalías el pagano;
siete veces fuera moro
y otras tantas mal cristiano
y al cabo de las ocho
engañólo su pecado,
que dejó la fe de Cristo,
la de Mahoma ha tomado.
Este fuera el mejor moro
que de allende había pasado.
Cartas le fueron venidas
que Sevilla está en un llano;
arma naos y galeras,
gente de a pie y de a caballo,
por Guadalquivir arriba
su pendón llevan alzado.
En el campo de Tablada
su real había asentado
con trescientas de las tiendas
de seda, oro y brocado;
en medio de todas ellas
está la del renegado:
encima, en el chapitel,
estaba un rubí preciado,
tanto relumbra de noche
como el sol en día claro.



Mariano Melgar

Yaraví IX

-- de Mariano Melgar --

¿Con que al fin habeis tomado
La fatal resolucion
De abandonarme?
¿Al rigor de tus crueldades
Al tormento más atroz
Quieres matarme?

Habeis, pues, firmado al fin
La sentencia de mi muerte,
Dueño tirano;
Y yo tendré que beber
El veneno que tus manos
Me han preparado!

Venga el tósigo fatal
Y acabe con mi existencia
Tan miserable
Has logrado ya tu intento,
Pues me ves yerto cadáver,
Y sin aliento.

Cubre, pues, mi amante cuerpo
Con la gala que le es propia
Á aquel que ha muerto;
Pero, cruel, téme á mi sombra
Que con voz horrenda y triste
Siempre te nombra.



Bartolomé de Argensola

romances 3

-- de Bartolomé de Argensola --

Mi coraçon descuydado,
sus muros y fortaleza
amores me la han cercado.

Razón y seso y cordura,
que tenía a mi mandado,
hizieron trato con ellos,
¡malamente me han burlado!

y la fe, que era el alcayde,
las llaves les ha entregado;
combatieron por los ojos,
diéronse luego de grado,

entraron a escala vista,
con su vista han escalado,
subieron dos mil sospiros,
subió passión y cuydado
diziendo: ¡amores, amores!
su pendón han levantado.

Quando quise defenderme
ya estava todo tomado;
huve de darme a presión
de grado, siendo forçado.

Agora, triste cativo,
de mí estoy enagenado,
quando pienso libertarme
hállome más cativado.

No tiene ningún concierto
la ley del enamorado;
del amor y su poder
no ay quién pueda ser librado.

4



Roberto Juarroz

voy a alargar caminos de caricia

-- de Roberto Juarroz --

Voy a alargar caminos de caricia,
con algo de dulzura entre los dientes
y un garabato tibio en los cabellos,
para que el poco sueño que aún nos queda
no se nos caiga.
Voy a alumbrar tu rostro mientras duerme
y mirarlo al revés, donde no duerme.
Voy a juntar raíces por el aire,
catálogos de nieves que no caen
y sitios para párpados.
Voy a tomar al hombre por el centro
y tirarlo a rodar, a ver si llega.
Voy a tomarme a mí, ya me he tomado,
para enlazar de nuevo los cristales
con un redondo material sin tiempo.
Voy a cortar las puntas de la vida
como unas uñas demasiado largas.



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