Buscar Poemas con Sumergido


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Se han encontrado 6 poemas con la palabra sumergido

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Julián del Casal

paisaje espiritual

-- de Julián del Casal --

Perdió mi corazón el entusiasmo
al penetrar en la mundana liza,
cual la chispa al caer en la ceniza
pierde el ardor en fugitivo espasmo.
Sumergido en estúpido marasmo
mi pensamiento atónito agoniza
o, al revivir, mis fuerzas paraliza
mostrándome en la acción un vil sarcasmo.
Y aunque no endulcen mi infernal tormento
ni la pasión, ni el arte, ni la ciencia,
soporto los ultrajes de la suerte,
porque en mi alma desolada siento,
el hastío glacial de la existencia
y el horror infinito de la muerte.

Poema paisaje espiritual de Julián del Casal con fondo de libro

Pablo Neruda

soneto lxxix cien sonetos de amor (1959) noche

-- de Pablo Neruda --

De noche, amada, amarra tu corazón al mío
y que ellos en el sueño derroten las tinieblas
como un doble tambor combatiendo en el bosque
contra el espeso muro de las hojas mojadas.
Nocturna travesía, brasa negra del sueño
interceptando el hilo de las uvas terrestres
con la puntualidad de un tren descabellado
que sombra y piedras frías sin cesar arrastrara.
Por eso, amor, amárrame el movimiento puro,
a la tenacidad que en tu pecho golpea
con las alas de un cisne sumergido,
para que a las preguntas estrelladas del cielo
responda nuestro sueño con una sola llave,
con una sola puerta cerrada por la sombra.

Poema soneto lxxix   cien sonetos de amor (1959) noche de Pablo Neruda con fondo de libro

Pablo Neruda

el viento en al isla

-- de Pablo Neruda --

El viento es un caballo:
óyelo cómo corre
por el mar, por el cielo.
Quiere llevarme: escucha
cómo recorre el mundo
para llevarme lejos.
Escóndeme en tus brazos
por esta noche sola,
mientras la lluvia rompe
contra el mar y la tierra
su boca innumerable.
Escucha como el viento
me llama galopando
para llevarme lejos.
Con tu frente en mi frente,
con tu boca en mi boca,
atados nuestros cuerpos
al amor que nos quema,
deja que el viento pase
sin que pueda llevarme.
Deja que el viento corra
coronado de espuma,
que me llame y me busque
galopando en la sombra,
mientras yo, sumergido
bajo tus grandes ojos,
por esta noche sola
descansaré, amor mío.

Poema el viento en al isla de Pablo Neruda con fondo de libro

Juan Bautista Arriaza

El no

-- de Juan Bautista Arriaza --

¡Ay, cuántas veces a tus pies postrado,
en lágrimas el rostro sumergido,
a tus divinos labios he pedido
un sí, cruel, que siempre me han negado!

Y pensando ya ver tu pecho helado
de mi tormento a compasión movido,
en vez de sí, ¡ay dolor! he recibido
un no, que mi esperanza ha devorado.

Mas si mi llanto no es de algún provecho,
si contra mí su indignación descarga,
y si una ley de aniquilarme has hecho,

quítame de una vez pena tan larga,
escóndeme un puñal en este pecho,
y no me des un no que tanto amarga.



Gabriela Mistral

noche

-- de Gabriela Mistral --

Las montañas se deshacen,
el ganado se ha perdido;
el sol regresa a su fragua:
todo el mundo se va huido.
Se va borrando la huerta,
la granja se ha sumergido
y mi cordillera sume
su cumbre y su grito vivo.
Las criaturas resbalan
de soslayo hacia el olvido,
y también los dos rodamos
hacia la noche, mi niño.



Julio Flórez

Cuando a la media noche...

-- de Julio Flórez --

Poem

Cuando a la media noche me despierta el medroso aullido de mi perro que, acaso mal dormido en el umbral oscuro de mi puerta, de los trasnochadores el rüido oye en la calle lóbrega y desierta, o El alerta del gallo que en las hondas tinieblas sumergido cela, ampara y vigila su serrallo, me incorporo en el lecho, me incorporo y medito en el daño espantoso que me has hecho! en el mal infinito que me causó tu amor¡amor maldito que arrancar no he logrado de mi pecho!

Y abro los ojos en la sombra entonces, mientras que a mis oídos llegan los melancólicos tañidos de los lejanos bronces.

Y evoco, soñoliento, los recuerdos queridos que llenaron de luz mi pensamiento: Recuerdos, ¡ay! de las difuntas horas en que bebí el fulgor de tus pupilas negras, pero brillantes como auroras!

¡Por qué os fuisteis tan presto, horas tranquilas! ¡Muertas encantadoras!



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