Buscar Poemas con Resistir


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Se han encontrado 16 poemas con la palabra resistir

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Juan Gelman

mi buenos aires querido

-- de Juan Gelman --

Sentado al borde de una silla desfondada,
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.
Hay que atraparlos, también aquí
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.
Ni a irse ni a quedarse,
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.

Poema mi buenos aires querido de Juan Gelman con fondo de libro

Lope de Vega

Cuando del mundo universal las llaves

-- de Lope de Vega --

Cuando del mundo universal las llaves
tuviste, y sus cabezas humilladas,
rendido Mitridates, y alcanzadas
tantas victorias, y tres triunfos graves,

¿quién dijera, oh Pompeyo, que (las naves
en las peñas del Nilo quebrantadas)
quemaran tus reliquias, arrojadas
a los peces, y dellos a las aves?

Y a ti, César dichoso, que en Farsalia
por la toga trocaste el blanco acero,
todos los enemigos sosegados,

¿quién te dijera, gobernando a Italia,
tu amargo fin, a no saber primero
que no se pueden resistir los hados?

Poema Cuando del mundo universal las llaves de Lope de Vega con fondo de libro

Lope de Vega

Encaneció las ondas con espuma

-- de Lope de Vega --

Encaneció las ondas con espuma
Argos, primera nave, y sin temellas
osó tocar la gavia las estrellas,
y hasta el cerco del sol volar sin pluma.
Y aunque Anfitrite airada se consuma,
dividen el cristal sus ninfas bellas,
y hasta Colcos Jasón pasa por ellas,
por más que el viento resistir presuma.
Más era el agua que el dragón y el toro,
mas no le estorba que su campo arase
la fuerte proa entre una y otra sierra.
Rompióse al fin por dos manzanas de oro,
para que el mar cruel no se alabase,
que por lo mismo se perdió la tierra.

Poema Encaneció las ondas con espuma de Lope de Vega con fondo de libro

Lope de Vega

Probemos esta vez el sufrimiento

-- de Lope de Vega --

Probemos esta vez el sufrimiento,
tantas veces rendido a la fortuna;
quizá podrá de tantas veces una
resistir a la fuerza del tormento.

Y vos, rebelde y dulce pensamiento
que aun tiempo os engendraste con la luna,
¿de qué sirve tener firmeza alguna,
pues la mayor del mundo imita al viento?

Salid del alma, confianza vana,
esperanza fundada en apariencias,
si os falta calidad, ¿qué importa el nombre?

Quien hoy pasare, pasará mañana:
si enojada Lucinda sufre ausencias,
¿qué más vergüenza que rendirse un hombre?



Adonis

-- de Ignacio Valdés y Machuca --

Rinde, bruto, a mis fuerzas invencibles
ese coraje altivo que te alienta;
rinde el furor indómito que animas,
rinde la vigorosa resistencia:

si asombro eres del monte y de los hombres,
yo lo soy de los campos y las fieras;
ese orgullo valiente, esa pujanza
humillaré a mi brío y a mi fuerza:

de mi ardor serás luego, infeliz bruto,
la miserable víctima funesta;
mas, ¡ay cielos divinos!, ya no puedo

resistir al destino pues decreta
que en los brazos de un bruto se divida
el estambre vital de mi existencia.



Jorge Isaacs

A orillas del torrente

-- de Jorge Isaacs --

Del raudal rumoroso en las riberas
Mirábamos del sol la última luz
En las copas jugar de las palmeras,
Y abajo, en lejanía,
Con los oleajes de la mar bravía
En el confín del horizonte azul.

Pálida cual los nardos que en su frente
Ajaba el frenesí de mi pasión,
Arrojando el más bello a la corriente,
"Mira, dijo, ya en vano
Resistir quiero a tu poder ufano...
El raudal eres tú, yo soy la flor".

Trébol silvestre su sepulcro alfombra
Do en mis brazos durmió junto al raudal,
Y las palmeras que voluble sombra
Nos dieron en los días
De juventud y locas alegrías,
Sombra al sepulcro solitario dan!



José María Hinojosa

sse

-- de José María Hinojosa --

He perdido
la memoria de los siglos;
sólo conservo alientos
de papiros añejos.
Y tengo la nostalgia de mí mismo
de cuando sabios eran mis consejos,
del tiempo en que mi olor
no era el de museo.
No puedo resistir
ver correr de mis ojos
arenales de lágrimas
formados por escombros.
Yo perdí la noción del calendario
y de días microbios,
pero continuaré mi papel de hierático,
con sonrisa de insomnio,
en este film inacabado.
Mi voz, mi signo indescifrado,
no lo busquéis en el presente,
buscadlo en el pasado.



José Tomás de Cuellar

Meteoro (Cuéllar)

-- de José Tomás de Cuellar --

HUYE también y en el oscuro fondo
Del pasado sepúltate, memoria
De un instante feliz,
Huye á perderte para siempre: puedo
En mi camino aún con firme brazo
Al hado resistir.

Lampo faláz de un sol desconocido,
Meteoro en la noche de mis penas
En que tanto sufrí,
¡Ah, con razón pasaste como el rayo,
Pues era la ventura que anunciabas
Muy grande para mí.



José Tomás de Cuellar

Solo a tí

-- de José Tomás de Cuellar --

DESCUBRÍ que en el fondo de mi alma
Hay una flor purísima y gentil,
Que á las pasadas tempestades pudo
Lozana resistir.

Es una flor naciente que rebosa
Vida y perfume, como flor de abril;
Á nadie le he contado que ella existe,
Solo á tí.

No sé quien la plantó, ni por qué pudo
Entre despojos tétricos salir;
No tengo á quien deberle su existencia,
Solo á tí.

Amo esa flor porque su blando aroma
Tiene algo celestial que no hay en mí.
Tú la hiciste brotar, tú la cultivas,
Solo á tí, por que es tuya, te la entrego,
Solo á tí.



Juan de Arguijo

Apolo a Dafne

-- de Juan de Arguijo --

«Victorioso laurel, Dafnes esquiva,
En cuyas verdes hojas la memoria
De tu rigor y de mi triste historia
Quiere el amor que eternamente viva.

»La antigua palma y abundante oliva
A tí de hoy mas inclinarán su gloria;
Tú ceñirás en premio de vitoria
Del fuerte vencedor la frente altiva.»

Dijo el burlado Cintio, y á la dura
Corteza asido, la contempla, y luego
Repite: «¡Dafne liera! ¡Mármol frio!

»Del rayo ardiente vivirás segura;
Que no es bien que consiente ajeno fuego
Quien pudo resistir al fuego mio.»



Juan de Arguijo

Horacio Cocles

-- de Juan de Arguijo --

Con prodigioso ejemplo de osadía
Un hombre miro en la romana puente
Resistir solo de la etrusca gente
El grueso campo que pasar porfia.

Ni la enemiga fuerza le desvia,
Ni de su vida el cierto fin presente;
Que su valor dejar no lo consiente
La difícil empresa en que insistía.

Oigo del roto puente el son fragoso
Cuando al Tibre el varon se precipita
Armado, y sale de él con nueva gloria;

Y al mismo punto escucho del gozoso
Pueblo las voces, que aclamando grita:
«¡Viva Horacio; de Horacio es la vitoria!»



Juan de Arguijo

Psíquis a Cupido

-- de Juan de Arguijo --

A tu divina frente ¡oh poderoso
Niño! una venda con trabajo y arte
Teji de oro y colores, donde parte
Dibujé de tu triunfo glorioso;

En ella se ve atado al vitorioso
Carro el gran Febo, que la luz reparte,
Preso Mercurio, encadenado Marte,
Y Vulcano con muestras de celoso.

No se pudo librar con las reales
Insignias Jove; mal pudiera Psique
Resistir, si á estos rindes la fiereza.

Agraven mi prision mayores males,
Pues es fuerza que á un niño sacrifique
Mi firme amor, y á un ciego mi belleza.



Juan de Tassis y Peralta

bellísima sirena deste llano

-- de Juan de Tassis y Peralta --

Estrella superior de esfera ardiente,
animado cometa floreciente,
con rayos negros serafín humano;
sol que a la lumbre de tu luz en vano
resistir puede el lince más valiente,
fénix que, peregrina, únicamente
logra región de cluma soberano.
Aunque la envidia exhale los alientos
de tu veneno, el mérito seguro
luce en símbolo claro de constancia.
Revuélvanse ambiciosos elementos,
que el cielo es siempre cielo, siempre puro,
y accidentes no alteran su sustancia.



Anónimo

Romance del cerco de Baeza

-- de Anónimo --

Cercada tiene a Baeza — ese arráez Andalla Mir,
con ochenta mil peones, — caballeros cinco mil.
Con él va ese traidor, — el traidor de Pero Gil.
Por la puerta de Bedmar — la empieza de combatir;
ponen escalas al muro, — comiénzanle a conquerir;
ganada tiene una torre, — no le pueden resistir,
cuando de la de Calonge — escuderos vi salir.
Ruy Fernández va delante, — aquese caudillo ardil,
arremete con Andalla, — comienza de le ferir,
cortado le ha la cabeza, — los demás dan a fuir.



Juan Gelman

nota ix

-- de Juan Gelman --

Talmente llovió sangre
sangre llovió por mi país
de las venas que el verdugo cortó
del corazón que las recuerda
hermanos en la sangre a navegar
cada día cada día cada día
este viajar no nos conduce
al paraíso ni al infierno
no vamos al paraíso
no vamos al infierno
¿a dónde vamossangre
que cantás amada en la noche?
¿o como pájaro volás
de sangre a sangrerecordando
o sea gorrión de resistir
al olvidoque ni una gota seque?
así navegamosciegos
para que nadie se secase
o volara de sangre a sangre
y pudiera cantarcantar



Fernando de Herrera

Por qué renuevas este encendimiento

-- de Fernando de Herrera --

¿Por qué renuevas este encendimiento,
tirano Amor, en mi herido pecho?
que ya, casi olvidado del mal hecho,
vivía en soledad de mi tormento.

Cuando más descuidado y más contento,
rebuelves a meterm' en tanto estrecho;
oblígasme, cruel, qu' a mi despecho
procure contrastar tu fiero intento.

Las armas, en el templo ya colgadas,
visto, y el azerado escudo embraço,
y en mi vengança salgo a la batalla.

Mas ay, qu' a las saetas, que templadas
en la luz de mi Estrella están, y al braço
tuyo no puede resistir la malla.



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