Buscar Poemas con Repentinamente


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Se han encontrado 4 poemas con la palabra repentinamente

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José Ángel Buesa

tercer poema del río

-- de José Ángel Buesa --

El agua del río pasaba indolente,
reflejando noches y arrastrando días
tú, desnuda en la fresca corriente,
reías
yo te contemplaba desde la ribera,
tendido a la sombra de un árbol sonoro;
y resplandecía tu áurea cabellera,
desatada en el agua ligera,
como un remolino de espuma de oro
y pasaban las nubes errantes,
mientras tú te erguías bajo el sol de estío,
con los blancos hombros llenos de diamantes,
en la rumorosa caricia del río.
Y tú te reías
y mirando mis manos vacías,
pensé en tantas cosas que ya fueron mías,
y que se me han ido, como tú te irás
y tendí mis brazos hacia la corriente,
hacia la corriente cantarina y clara,
porque tuve miedo, repentinamente,
de que el agua feliz te arrastrara
y ya no reías
bajo el sol de estío,
ni resplandecías de oro y de rocío.
Y saliste corriendo del río,
y llenaste mis manos vacías
y al sentir tu cuerpo tan cerca y tan mío,
al vivir en tu amor un instante
más allá del placer y del hastío,
vi pasar la sombra de una nube errante,
de una nube fugaz sobre el río

Poema tercer poema del río de José Ángel Buesa con fondo de libro

Julio Herrera Reissig

la última carta

-- de Julio Herrera Reissig --

Con la quietud de un sincope furtivo,
desangróse la tarde en la vertiente,
cual si la hiriera repentinamente
un aneurisma determinativo...

Hurló en el bosque un pájaro cautivo
de la fascinación de una serpiente;
y una cabra enigmática, en la fuente,
describió como un signo negativo.

En su vuelo espectral de alas hurañas,
la noche se acordó de tus pestañas...
¡Y en tanto que atiplaban mi vahído

las gracias de un billete perfumado,
ofició la veleta del tejado
el áspero responso de tu olvido!

Poema la última carta de Julio Herrera Reissig con fondo de libro

Evaristo Carriego

Cuando llega el viejo

-- de Evaristo Carriego --

Todos están callados ahora. El desaliento
que repentinamente siguiera al comentario
de esa duda, persiste como un presentimiento.
El hermano recorre las noticias del diario

que está sobre la mesa. La abuela se ha dormido
y los demás aguardan con el oído alerta
a los ruidos de afuera, y apenas se oye un ruido
las miradas ansiosas se clavan en la puerta.

El silencio se vuelve cada vez más molesto:
una frase que empieza se traduce en un gesto
de impaciencia. ¡La espina de esa preocupación!...

Y cuando llega el viejo, que salió hace un instante,
en todas las miradas fijas en su semblante
hay una temerosa, larga interrogación.

Poema Cuando llega el viejo de Evaristo Carriego con fondo de libro

Evaristo Carriego

El velorio

-- de Evaristo Carriego --

Como ya en el barrio corrió la noticia,
algunos vecinos llegan consternados,
diciendo en voz baja toda la injusticia
que amarga la suerte de los desdichados...

A principios de año, repentinamente
murió el mayorcito... ¡Si es para asustarse:
apenas lo entierran cuando fatalmente
la misma desgracia vuelve a presentarse!

En medio del cuadro de caras llorosas
que llena el ambiente de recogimiento,
el padre recibe las frases piadosas
con que lo acompañan en el sentimiento...

Los íntimos quieren llevárselo afuera,
pues presienten una decisión sombría
en su mirar fijo: de cualquier manera
con desesperarse nada sacaría...



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