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Luis Cernuda

como leve sonido:

-- de Luis Cernuda --

Hoja que roza un vidrio,
agua que acaricia unas guijas,
lluvia que besa una frente juvenil;
como rápida caricia:
pie desnudo sobre el camino,
dedos que ensayan el primer amor,
sábanas tibias sobre el cuerpo solitario;
como fugaz deseo:
seda brillante en la luz,
esbelto adolescente entrevisto,
lágrimas por ser más que un hombre;
como esta vida que no es mía
y sin embargo es la mía,
como este afán sin nombre
que no me pertenece y sin embargo soy yo;
como todo aquello que de cerca o de lejos
me roza, me besa, me hiere,
tu presencia está conmigo fuera y dentro,
es mi vida misma y no es mi vida,
así como una hoja y otra hoja
son la apariencia del viento que las lleva.

Poema como leve sonido: de Luis Cernuda con fondo de libro

Pablo Neruda

soneto li cien sonetos de amor (1959) mediodía

-- de Pablo Neruda --

Soneto li
tu risa pertenece a un árbol entreabierto
por un rayo, por un relámpago plateado
que desde el cielo cae quebrándose en la copa,
partiendo en dos el árbol con una sola espada.
Sólo en las tierras altas del follaje con nieve
nace una risa como la tuya, bienamante,
es la risa del aire desatado en la altura,
costumbres de araucaria, bienamada.
Cordillerana mía, chillaneja evidente,
corta con los cuchillos de tu risa la sombra,
la noche, la mañana, la miel del mediodía,
y que salten al cielo las aves del follaje
cuando como una luz derrochadora
rompe tu risa el árbol de la vida.

Poema soneto li   cien sonetos de amor (1959) mediodía de Pablo Neruda con fondo de libro

Pedro Antonio de Alarcón

En el muladar

-- de Pedro Antonio de Alarcón --

Mendigo: tu blasfemia me estremece...
Deja que olvide a Dios el venturoso;
pero tu labio hambriento y asqueroso
con renovada fe bendiga y rece:

Todo, menos su Dios, le pertenece
al opulento, sano y poderoso,
y el pobre, enfermo, triste y haraposo,
de todo, excepto de su Dios, carece

Dios es al cabo el único enemigo
del vano, del audaz, del sibarita,
y la sola esperanza, el solo amigo

del que llora, padece y necesita...
¡Sin Dios, el universo se anonada!
¡Sin Dios, el rico es Dios, y el pobre nada!

Poema En el muladar de Pedro Antonio de Alarcón con fondo de libro

Antonio Ros de Olano

Napoleón (Ros de Olano)

-- de Antonio Ros de Olano --

Silencio impuso, y le escuchó la Europa;
habló, y su voz fue estruendo de cañones;
marchó, y de sus infantes y bridones
cubrió la tierra innumerable tropa.

Lánzase, nuevo Atila, que galopa
sobre cetros y ruinas de naciones,
y es su lecho, en mitad de sus legiones,
la púrpura imperial con que se arropa.

Su madre fue la expiación: su cuna
la mecieron humanas tempestades:
la gloria amó; casó con la fortuna:

No tuvo origen ni dejó heredero...
Vino al mundo a marcarle dos edades...
¡Su nombre pertenece al orbe entero!



Nicanor Parra

último brindis

-- de Nicanor Parra --

Lo queramos o no
sólo tenemos tres alternativas:
el ayer, el presente y el mañana.
Y ni siquiera tres
porque como dice el filósofo
el ayer es ayer
nos pertenece sólo en el recuerdo:
a la rosa que ya se deshojó
no se le puede sacar otro pétalo.
Las cartas por jugar
son solamente dos:
el presente y el día de mañana.
Y ni siquiera dos
porque es un hecho bien establecido
que el presente no existe
sino en la medida en que se hace pasado
y ya pasó...,
Como la juventud.
En resumidas cuentas
sólo nos va quedando el mañana:
yo levanto mi copa
por ese día que no llega nunca
pero que es lo único
de lo que realmente disponemos.



Cristóbal de Beña

Moneda de plata

-- de Cristóbal de Beña --

De las Españas y las Indias rey
se apellida en su busto el balandrón,
por llamarse no más Napoleón,
y mandar de asesinos una grey.

Mas quiebra la verdad la eterna ley
dándose tal dictado fanfarrón,
pues no le pertenece ni un terrón
de los que arando rompe el tardo buey.

Poco importa que un pérfido cincel
una en su escudo el águila imperial
con los leones que se burlan de él,

si puesta toda en armas, por su mal,
la fuerte España borrará con hiel
de unión tan execrable aun la señal.



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