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César Vallejo

Trilce: XIV

-- de César Vallejo --

Cual mi explicación.
Esto me lacera de tempranía.
Esa manera de caminar por los trapecios.
Esos corajosos brutos como postizos.
Esa goma que pega el azogue al adentro.
Esas posaderas sentadas para arriba.
Ese no puede ser, sido.
Absurdo.
Demencia.
Pero he venido de Trujillo a Lima.
Pero gano un sueldo de cinco soles.

Poema Trilce: XIV de César Vallejo con fondo de libro

César Vallejo

cual mi explicación

-- de César Vallejo --

xiv
cual mi explicación.
Esto me lacera de tempranía.
Esa manera de caminar por los trapecios.
Esos corajosos brutos como postizos.
Esa goma que pega el azogue al adentro.
Esas posaderas sentadas para arriba.
Ese no puede ser, sido.
Absurdo.
Demencia.
Pero he venido de trujillo a lima.
Pero gano un sueldo de cinco soles.

Poema cual mi explicación de César Vallejo con fondo de libro

Dulce María Loynaz

la hormiga

-- de Dulce María Loynaz --

La miel guardé y se me agrió la miel:
-mariposa con sed junto a mis rosas...-

Guardé la luz y se extinguió en lo obscuro:
-noche la de tu amor... ¡Y sin auroras...! -

Guarde el beso... Y el beso se hizo estrella,
dulzura muerta, claridad remota
y fría... -Tú en la tierra; yo en la tierra...
La tierra dura que se pega... -Ahora
guardo la estrella y me pregunto a veces
qué nueva frialdad será en la hora
de mañana, qué sal aun no probada,
¡qué sombra todavía entre mi sombra!...

Poema la hormiga de Dulce María Loynaz con fondo de libro

Emilio Bobadilla

América

-- de Emilio Bobadilla --

Al través de mil obstáculos sus falanges valerosas
—libertad, músculos dúctiles, juventud, fuerza, altruísmo—
esquivando submarinos, y las olas tumultuosas,
a salvar a Europa vienen del horrendo cataclismo.

De monárquicos resabios, de serviles tiranías
en sus rostros varoniles no se ven las tristes huellas:
el negocio, en gran escala; el hogar, calma, alegrías,
y en la guerra, no son hombres, son aludes, son centellas!

El progreso va con ellos como aroma que se pega
a las ráfagas del viento que pasó por los vergeles:
en el valle, en las ciudades, en el monte y en la vega.

¿Qué se llevan a sus tierras, qué se llevan a sus puertos
una vez domado el monstruo? ¡En la frente, unos laureles,
y en sarcófagos humildes, las cenizas de sus muertos!



Enrique Lihn

el vaciadero

-- de Enrique Lihn --

No se renueva el personal de esta calle:
el elenco de la prostitución gasta su último centavo enmaquillaje
bajo una luz polvorienta que se le pega a la cara
una doble hilera de caries, dentadura de casas desmoronadas
es la escenografía de esta danza macabra
trivial bailongo sabatino en la pústula de la ciudad.
Es una cara conocida llena de
costurones con lívidas cicatrices
bajo unos centavos de polvo,
y que emerge de todas las grietas de la ciudad,
en este barrio más antiguo que el barrio de los alquimistas
como la cara sin cuerpo del caracol ofreciéndose
en los dos sexos de su cuello andrógino
blandamente fálico y untado de baba vaginal
el busto de un boxeador que muestra las tetas
en el marco de un socavón.
No avanza ni retrocede el río en ese tramo descolorido ybullente alrededor de la compuerta
el mecanismo de un reloj descompuesto cuelga como la tripa de un pescado
de la mesita de noche
entre los rizos de una peluca rosada
la fermentación de las aguas del tiempo que se enroscanalrededor del detritus
como el caracol en su concha
el éxtasis de lo que por fin sepudre para siempre.



Pablo Neruda

soneto lv cien sonetos de amor (1959) tarde

-- de Pablo Neruda --

Soneto lv
espinas, vidrios rotos, enfermedades, llanto
asedian día y noche la miel de los felices
y no sirve la torre, ni el viaje, ni los muros:
la desdicha atraviesa la paz de los dormidos,
el dolor sube y baja y acerca sus cucharas
y no hay hombre sin este movimiento,
no hay natalicio, no hay techo ni cercado:
hay que tomar en cuenta este atributo.
Y en el amor no valen tampoco ojos cerrados,
profundos lechos lejos del pestilente herido,
o del que paso a paso conquista su bandera.
Porque la vida pega como cólera o río
y abre un túnel sangriento por donde nos vigilan
los ojos de una inmensa familia de dolores.



Nicolás Guillén

negro bembón

-- de Nicolás Guillén --

¿po qué te pone tan brabo,
cuando te disen negro bembón,
si tiene la boca santa,
negro bembón?
bembón así como ere
tiene de to;
caridá te mantiene,
te lo da to.
Te queja todabía,
negro bembón;
sin pega y con harina,
negro bembón,
majagua de dri blanco,
negro bembón;
sapato de do tono,
negro bembón...
Bembón así como ere,
tiene de to;
caridá te mantiene,
te lo dá to.



Juan Gelman

lamento por los pies de carmichael o'shaughnessy

-- de Juan Gelman --

Carmicahel o'shaughnessy mi dios
con el camino en la mano era un planeta
girando y girando en la mañana cerrada
como cubierto de lirios y de trigos
¡ah carmichael!
qué grandes fierros le crecían en los pies
cuando se andaba al gallo primo cantor
y al segundo callado
a carmichael se le caían pedazos
de rabia pura de la cara
que iba dejando como árboles
que crecieron como árboles al costado del camino
no pájaros no vientos no señoras
les movían las ramas sino
años de mal amor y desgracia
años en que el amor viene mal
o mal y triste y destrozado como
la margarita que besó el león
a la solombra del atardecer
donde carmichael lloró un poco
por abajo por arriba por la ventanita
que nadie abre iba carmichael
con el camino en la mano como
paquete del dolor
hasta que un día los pies se le pusieron verdes
áhi carmichael paró
ya rojo ya mitad ya parecido
y dulce fue su desventaja
toda la sombra que cae de carmichael o'shaughnessy
pega en el suelo y se va al sol
pero antes canta como dos pechos de mujer
o sea canta canta



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