Buscar Poemas con Ligereza


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Se han encontrado 6 poemas con la palabra ligereza

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Jacinto de Salas y Quiroga

El ingrato (Salas y Quiroga)

-- de Jacinto de Salas y Quiroga --

(Música de Romagnesi.)

Ese ingrato que tanto quieres
imita al fin tu ligereza;
él te abandona, y tú prefieres
su veleidad a mi firmeza.
¡Ay! El que te hace así penar
no merece, no, tu ternura;
a mí, que adoro tu hermosura,
vuélveme a amar, vuélveme a amar.

Amable Rosa, ¿por qué lloras?
Ese cruel que te entristece,
al ver cuan firme tú le adoras,
de ti se ríe y se envanece.
¡Ah! Más valiera despreciar
al que tus penas ha causado;
yo nunca olvido lo pasado;
vuélveme a amar, vuélveme a amar.

Si largo tiempo en mi dolor
tu alevosía he repetido;
si fuiste ingrata con mi amor,
padeces ya... Todo lo olvido.
Bella Rosa, vuelve a tomar
mi corazón y mi fortuna;
deja el rubor... Amor nos una;
vuélveme a amar, vuélveme a amar.

Poema El ingrato (Salas y Quiroga) de Jacinto de Salas y Quiroga con fondo de libro

Jorge Manrique

coplas por la muerte de su padre 8

-- de Jorge Manrique --

Decidme: la fermosura,
la gentil frescura y tez
de la cara,
el color y la blancura,
cuando viene la vejez,
¿cuál se para?
las mañas y ligereza
y la fuerza corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega al arrabal
de senectud.
↑ Díganme (español latinoamericano)
↑ habilidad
↑ vejez

Poema coplas por la muerte de su padre 8 de Jorge Manrique con fondo de libro

Fray Luis de León

Cuando me paro a contemplar mi vida

-- de Fray Luis de León --

Cuando me paro a contemplar mi vida
Y echo los ojos con mi pensamiento
A ver los lasos miembros sin aliento
Y la robusta edad enflaquecida,

Y aquella juventud rica y florida
Cual llama de candela en presto viento,
Batida con tan recio movimiento
Que a pique estuvo ya de ser perdida,

Condeno de mi vida la tibieza
Y el grande desconcierto en que he andado
Que a tal peligro puesto me tuvieron.

Y con velocidad y ligereza
Determino de huir de aqueste estado
Do mis continuas culpas me pusieron.

Poema Cuando me paro a contemplar mi vida de Fray Luis de León con fondo de libro

Francisco de Quevedo

las tres musas últimas castellanas 76

-- de Francisco de Quevedo --

Es la soberbia artífice engañoso;
da su fábrica pompa, y no provecho:
ve, nabuco, la estatua que te ha hecho;
advierte el edificio cauteloso.
Hizo la frente del metal precioso;
armó de plata y bronce cuello y pecho;
y por trocar con el cimiento el techo,
los pies labró de barro temeroso.
No alcanzó el oro a ver desde la altura
la guija, que rompió con ligereza
el polvo en quien fundó rica locura.
El que pusiere el barro en la cabeza
y a los pies del metal la lumbre pura,
tendrá, si no hermosura, fortaleza.



Clemente Althaus

Dafne y Apolo

-- de Clemente Althaus --

Al Céfiro venciendo en ligereza,
del impaciente enamorado Apolo
huye la ninfa con artero dolo.
Para encenderlo más con su esquiveza:

al fin alcanza el dios a la belleza,
que el Amor con sus alas socorriolo;
mas ¡ay! que al abrazarla, abraza sólo
de un árbol la durísima corteza.

Dafne es toda mujer: oh ciego amante,
que ves de Apolo la funesta suerte,
teme, teme desdicha semejante.

¡En huir la hermosura se divierte,
y al abrazarla el pecho palpitante,
en insensible tronco se convierte!



Clemente Althaus

Al picaflor

-- de Clemente Althaus --

Deslumbrando nuestra vista,
compiten, finos, en ti,
zafir, topacio, rubí,
esmeralda y amatista.
Y eres cuando al sol tus galas
vas ostentando a porfía,
pájaro de pedrería
o viva joya con alas:
Joya que, ricos cambiantes
luciendo tornasolada,
siempre es distinta, y en cada
mudanza más bella que antes.
De flor en flor siempre vas
en tu ligereza suma,
voladora flor de pluma
que eclipsas a las demás.
En su triste cautiverio,
¡cuánto envidia el alma mía
la libertad y alegría
de ese tu vivir aerio!
¡Quién, sólo al capricho fiel,
llevando el vuelo, do quiera,
de amor, como tú, viviera,
de aire, de luz y de miel!



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