Buscar Poemas con Lasciva


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Se han encontrado 5 poemas con la palabra lasciva

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Lope de Vega

Al rey Nino, Semíramis famosa

-- de Lope de Vega --

Al rey Nino, Semíramis famosa
por último pidió de tantos dones
el cetro, que tan bárbaras naciones
redujo a paz y a sujeción forzosa.

Rendida pues la mano victoriosa
a la lasciva, humillan sus blasones
los capitanes, y entre mil pendones
corona de laurel su frente hermosa.

«Pasadle el pecho, dijo, pues ya reino,
con una flecha de una persa aljaba,
que no quiere el gobierno compañía».

Perdiendo Nino, en fin, vida, honor, reino,
dijo muriendo: «Justamente acaba
con muerte vil quien de mujer se fía».

Poema Al rey Nino, Semíramis famosa de Lope de Vega con fondo de libro

Emilio Bobadilla

A lo lejos...

-- de Emilio Bobadilla --

Era próspera Francia y sus horas, tranquilas;
sus campos florecientes —¡oh, las rosas de Francia!—;
del ganado, en la tarde, la música de esquilas;
de sus viñas ubérrimas, la báquica fragrancia!

Artística y escéptica, irónica y lasciva,
buena mesa, amoríos efímeros, risueños;
la palabra chispeante, fecunda la inventiva
y no muy cosmogónicos ni muy hondos los sueños!

Y de pronto la horda vandálica aparece:
tala bosques e incendia con furor de maníaco
y el horror la conciencia colectiva estremece...

Y tras épicas riñas, en celajes bermejos,
los colores del iris, de un iris elegiaco,
como un arco de triunfo se dibuja a lo lejos!

Poema A lo lejos... de Emilio Bobadilla con fondo de libro

Vicente Aleixandre

cobra

-- de Vicente Aleixandre --

La cobra toda ojos,
bulto echado la tarde (baja, nube),
bulto entre hojas secas,
rodeada de corazones de súbito parados.
Relojes como pulsos
en los árboles quietos son pájaros cuyas gargantascuelgan,
besos amables a la cobra baja
cuya piel es sedosa o fría o estéril.
Cobra sobre cristal,
chirriante como navaja fresca que deshace a una virgen,
fruta de la mañana,
cuyo terciopelo aún está por el aire en forma de ave.
Niñas como lagunas,
ojos como esperanzas,
desnudos como hojas
cobra pasa lasciva mirando a su otro cielo.
Pasa y repasa el mundo,
cadena de cuerpos o sangres que se tocan,
cuando la piel entera ha huido como un águila
que oculta el sol. ¡Oh cobra, ama, ama!
ama bultos o naves o quejidos,
ama todo despacio, cuerpo a cuerpo,
estre muslos de frío o entre pechos
del tamaño de hielos apretados.
Labios, dientes o flores, nieves largas;
tierra debajo convulsa derivando.
Ama al fondo con sangre donde brilla
el carbunclo logrado.
El mundo vibra.

Poema cobra de Vicente Aleixandre con fondo de libro

Manuel Reina

La gota de sangre

-- de Manuel Reina --

Sentados en la gótica ventana
estábamos tú y yo, mi antigua amante;
tú, de hermosura y de placer, radiante;
yo, absorto en tu belleza soberana.

Al ver tu fresca juventud lozana,
una abeja lasciva y susurrante
clavó su oculto dardo penetrante
en tu seno gentil de nieve y grana.

Viva gota de sangre transparente
sobre tu piel rosada y hechicera
brilló como un rubí resplandeciente.

Mi ansioso labio en la pequeña herida
estampé con afán... ¡Nunca lo hiciera,
que aquella gota envenenó mi vida!



Francisco Villaespesa

autorretrato

-- de Francisco Villaespesa --

Por la espaciosa frente pálida y pensativa,
desciende la melena en dos rizos iguales.
Negros ojos miopes, gruesa nariz lasciva,
la faz oval y fina, los labios sensuales.
Sobre el flexible cuerpo, perturban la negrura
del enlutado traje que su dolor retrata,
el d'annunziano cuello con su nívea blancura
y con manchas sangrientas la flotante corbata.
Apura un cigarrillo kedive, reclinado
en un diván oscuro, y entre el humo azulado
del tabaco, sus ojos contemplan con amor
el azul de las venas sobre las manos finas,
dignas de rasgar velos de princesas latinas
y ceñir el anillo del santo pescador.



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