Buscar Poemas con Invidia


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Se han encontrado 10 poemas con la palabra invidia

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Lope de Vega

Al doctor Francisco de Quintana

-- de Lope de Vega --

Nacieron en Madrid el docto Herrera;
Velasco, Eclesiastés; Márquez, Cirilo;
Francisco Sánchez, que, fecundo Nilo,
inunda el coro de la sacra esfera;

Montero, luz en monte, primavera;
Soria, Basilio; y, en florido estilo,
Hortensio Fénix, que al eterno asilo
huyó los ojos de la invidia fiera.

Entre estas luces coronada sale,
Quintana, de esplendor tu nueva aurora,
porque si no los vence, los iguale.

Que ya tu ingenio que las cumbres dora,
y por el sol más encendido vale,
honra la patria y la virtud decora.

Poema Al doctor Francisco de Quintana de Lope de Vega con fondo de libro

Lope de Vega

Compusieron de vos, Palas altiva

-- de Lope de Vega --

Compusieron de vos, Palas altiva,
y la madre de Amor en Delo y Paros
un timbre ilustre para ingenios claros
de salce y roble, de laurel y oliva.

Dulce Apolo español, de cuya viva
llama conceptos producís tan raros,
que siguiéndola vos, por escucharos,
se detuviera Dafnes fugitiva.

Ya no es ella laurel, que tanta suma
como se mira en vos la invidia asombra,
de vuestro Coronel Febo presuma.

Ninguno como vos laurel se nombra;
pues tantos coronáis, honrad mi pluma:
que de tal Coronel, basta la sombra.

Poema Compusieron de vos, Palas altiva de Lope de Vega con fondo de libro

Lope de Vega

Paso, Amadís, que el reino del espanto

-- de Lope de Vega --

Paso, Amadís, que el reino del espanto
tiene perro a la puerta, que no el cielo,
porque las dos figuras de su velo
si muerden con calor, no ladran tanto.

Dejad la mano, suspended el llanto,
que más parece invidia que buen celo;
de lo que no coméis, menos desvelo:
o sois perro, Amadís, o sois encanto.

Con ser melindre, presumís de alano,
o en vuestra lana Júpiter se muda,
que si es de celos no ladráis en vano.

Si a mi fuego ponéis su nieve en duda,
basta que tenga su desdén la mano:
que sois muy chico para ser de ayuda.

Poema Paso, Amadís, que el reino del espanto de Lope de Vega con fondo de libro

Juan de Arguijo

Al Guadalquivir, en una avenida

-- de Juan de Arguijo --

Tú, á quien ofrece el apartado polo,
Hasta donde tu nombre se dilata,
Preciosos dones de luciente plata,
Que invidia el rico Tajo y el Pactolo;

Para cuya corona, como á solo
Rey de los rios, entreteje y ata
Pálas su oliva con la rama ingrata
Que contempla en tus márgenes Apolo;

Clara Guadalquivir, si impetuoso
Con crespas ondas y mayor corriente
Cubrieres nuestros campos mal seguros,

De la mejor ciudad, por quien famoso
Alzas igual al mar la altiva frente,
Respeta humilde los antiguos muros.



Gutierre de Cetina

en la muerte de la princesa doña maría

-- de Gutierre de Cetina --

La gran dea de los partos invidiosa
de ver que haya en el cielo alguna estrella
de mayor resplandor y beldad que ella,
del marido y hermano está quejosa.
Júpiter que agradar desea a la esposa,
si bien conoce injusta su querella,
«traigamos acá dijo otra más bella
y así venus será menos hermosa».
Por el mundo la va juno buscando,
y en pincia, por común desaventura,
de una princesa al parto se destina.
Mas no tan presto la ha mirado, cuando
al cielo se llevó su hermosura.
¡Ay, invidia crüel, fiera lucina!



Gutierre de Cetina

al rebaño mayor de sus cuidados

-- de Gutierre de Cetina --

Que a la orilla del po paciendo se iba,
dijo vandalio con la mente esquiva,
los ojos de sus lágrimas bañados:
«paced, mis ovejuelas, pues los hados,
la invidia ajena y la aspereza altiva
de la ribera de pisuerga os priva
y de sus verdes y floridos prados.
»Si en las hierbas halláis amargo el gusto,
si el agua es menos clara que solía,
si os muestra el cielo invierno a primavera,
»no es fuera de razón, antes muy justo,
pues tan lejos estáis del alma mía,
que sea todo al revés lo que antes era».



Gutierre de Cetina

si el celeste pintor no se extremara

-- de Gutierre de Cetina --

En haceros extremo de hermosura,
si cuanto puede dar beldad natura
tan natural en vos no se mostrara,
ni el retrato imperfecto se juzgara,
ni me quejara yo de mi ventura,
porque correspondiera la pintura
al vivo original do se sacara.
Pero, dama, pues ya no vive fidia,
ni humano genio basta a retrataros,
sin que quede confusa o falsa el arte,
debéis, para que no mueran de invidia
las menos que vos bellas, contentaros
con ver de lo que sois sola esa parte.



Gutierre de Cetina

sin poderse alegrar de cosa alguna

-- de Gutierre de Cetina --

De invidia, de ira y rabia ardiendo el pecho,
mirando la ocasión de su despecho,
en brazos de endimión decía la luna:
«¡ah, dichosa amarílida!, fortuna
que el más fiel pastor siervo te ha hecho;
te asegura del mal, de quien sospecho
que si no tú, escapar puede ninguna.
»Tú sola vivirás leda y contenta,
de aquel desimular de amor sigura,
que en los hombres sin fe se anida y sella».
Endimión, que oyendo esto se afrenta,
responde así: «hizo igual ventura
a la fe del pastor, la beldad della».



Francisco de Quevedo

a lope de vega

-- de Francisco de Quevedo --

Las fuerzas, peregrino celebrado,
afrentará del tiempo y del olvido
el libro que, por tuyo, ha merecido
ser del uno y del otro respetado.
Con lazos de oro y yedra acompañado,
el laurel con tu frente está corrido
de ver que tus escritos han podido
hacer cortos los premios que te ha dado.
La invidia su verdugo y su tormento
hace del nombre que cantando cobras,
y con tu gloria su martirio crece.
Mas yo disculpo tal atrevimiento,
si con lo que ella muerde de tus obras
la boca, lengua y dientes enriquece.



Francisco de Quevedo

A Lope de Vega (Quevedo)

-- de Francisco de Quevedo --

Las fuerzas, Peregrino celebrado,
afrentará del tiempo y del olvido
el libro que, por tuyo, ha merecido
ser del uno y del otro respetado.

Con lazos de oro y yedra acompañado,
el laurel con tu frente está corrido
de ver que tus escritos han podido
hacer cortos los premios que te ha dado.

La invidia su verdugo y su tormento
hace del nombre que cantando cobras,
y con tu gloria su martirio crece.

Mas yo disculpo tal atrevimiento,
si con lo que ella muerde de tus obras
la boca, lengua y dientes enriquece.



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