Buscar Poemas con Interna


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Se han encontrado 6 poemas con la palabra interna

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José María Blanco White

La revelación interna

-- de José María Blanco White --

¿Adónde te hallaré, Ser Infinito?
¿En la más alta esfera? ¿En el profundo
abismo de la mar? ¿Llenas el mundo
o en especial un cielo favorito?

"¿Quieres saber, mortal, en dónde habito?",
dice una voz interna. «Aunque difundo
mi ser y en vida el universo inundo,
mi sagrario es un pecho sin delito.

"Cesa, mortal, de fatigarte en vano
tras rumores de error y de impostura,
ni pongas tu virtud en rito externo;

no abuses de los dones de mi mano,
no esperes cielo para un alma impura
ni para el pensar libre fuego eterno."

Poema La revelación interna de José María Blanco White con fondo de libro

Rafael de León

muerto de amor

-- de Rafael de León --

No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura,
ni lo sabe la luna que está interna
en mi jardín de amor y calentura.

Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura,
como un agua redonda en la cisterna
o un perro de amarilla dentadura.

Y hoy que es corpus, señor, he paseado
mi cadáver de amor iluminado,
como un espantapájaros siniestro.

La gente, sin asombro, me ha mirado
y ninguno el sombrero se ha quitado
para rezarme un triste padrenuestro.

Poema muerto de amor de Rafael de León con fondo de libro

José Zorrilla

cristo, legislador

-- de José Zorrilla --

Cristo, legislador, no escribió nada;
ni papiro dejó ni un pergamino:
quedó tras él su espíritu divino,
su fe con su memoria inmaculada.
Cristo, rey, no empuñó cetro ni espada;
en el polvo sembró de su camino
de su fe la semilla; a su destino
dejándola y al tiempo encomendada.
Germen de amor, de paz, de fe y cariño,
culto del alma, religión interna,
de fausto exenta y de mundano aliño,
la propagó el amor, la amistad tierna,
la fe del pobre, la mujer y el niño:
y por eso es veraz, única, eterna.

Poema cristo, legislador de José Zorrilla con fondo de libro

Juan Ramón Jiménez

la plenitud

-- de Juan Ramón Jiménez --

Delante está el carmín de la emoción.
Y al fondo de la vida,
por el suave azul nublado,
entre las cobres hojas últimas
que se curvan en éstasis de gloria,
la eterna plenitud desnuda.
(Y el agua una se ve más.
El color es más él, más sólo él,
el olor solo tiene un ámbito mayor,
el calor todo se oye más.
Y grita
en el aire, en el agua,
sobre el calor, sobre el olor, sobre el color,
ante el carmín de la pasión segunda,
la esterna plenitud desnuda.)
¡Armonía sin fin, gran armonía
de lo que se despide sin cuidado,
en luz de oro para luego verde,
que ha de ver tantas veces todavía,
ante el carmín de la ilusión,
la interna plenitud desnuda!



Francisco Villaespesa

por tierras de sol y sangre viii. el albaicín

-- de Francisco Villaespesa --

viii. El albaicín
con pereza oriental, en la colina dormita,
ebrio de sol, el albaicín.
Torcida higuera su ramaje inclina
entre rojos tapiales de un jardín.
Una acritud de fruta ya madura
y podrida trasciende del vergel,
mientras el fuego de la calentura
va esculpiendo las venas en la piel.
El arco de una arábiga cisterna
nos brinda el eco de su agua interna,
que nunca doró el sol, y la frescura
de su sombra antiquísima... ¡Y advierte
la carne en su pesada calentura
la fiebre de la vida y de la muerte!



José Martí

sombre mi hombro

-- de José Martí --

Ved: sentado lo llevo
sobre mi hombro:
oculto va, y visible
para mí solo!
él me ciñe las sienes
con su redondo
brazo, cuando a las fieras
penas me postro:
cuando el cabello hirsuto
yérguese y hosco,
cual de interna tormenta
símbolo torvo,
como un beso que vuela
siento en el tosco
cráneo: su mano amansa
el bridón loco!
cuando en medio del recio
camino lóbrego,
sonrío, y desmayado
del raro gozo,
la mano tiendo en busca
de amigo apoyo,
es que un beso invisible
me da el hermoso
niño que va sentado
sobre mi hombro.



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