Buscar Poemas con Insigne


  ·En el buscador de poemas puedes encontrar entre más de doce mil poemas todos aquellos que contienen las palabras de búsqueda. Los poemas forman parte de la antología poética de los 344 poetas más importantes en lengua Española de todos los tiempo. Puedes elegir entre dos tipos de búsqueda:
  ·Buscar entre todos los poemas los que contienen las palabras de la búsqueda.
  ·Buscar sólo los poemas cortos -aquellos que tienen 8 versos o menos- que coinciden con el criterio de búsqueda.

Se han encontrado 10 poemas con la palabra insigne

Si lo prefieres puedes ver sólo los poemas cortos, aquellos que tienen ocho versos o menos aquí

Leandro Fernández de Moratín

soneto. con motivo de haber hecho un pequeño sentimmiento la cúpula de s. pedro en el año 1810 cuando napoleón reunió el estado romano del reino de italia

-- de Leandro Fernández de Moratín --

Con motivo de haber hecho un pequeño sentimmiento la cúpula de s. Pedro en el año 1810 cuando napoleón reunió el estado romano del reino de italia
porque amenazas trágica ruina
¡oh! tiempo a la gran mole sacrosanta
que en bóvedas soberbias se levanta
honor de tibre, la ciudad latina
y cuanto existe a perecer camina
y todo el brazo tuyo lo quebranta
harto merece maravilla canta
huellas su destrucción menos vecina
caiga si cumple así precipitado
de pedro el trono el rayo de la guerra
rompa y trastorne llaves y corona
días no su tempo insigne ofenda agrado
y tú para consuelo de la tierra:
los monumentos del sudor perdona.

Poema soneto. con motivo de haber hecho un pequeño sentimmiento la  cúpula de s. pedro en el año 1810 cuando napoleón reunió el estado  romano del reino de italia de Leandro Fernández de Moratín con fondo de libro

Lope de Vega

Divino labrador, honor de España

-- de Lope de Vega --

Divino labrador, honor de España,
que, a pesar de la bárbara fiereza,
trujistes en las manos la cabeza,
por no morir en la heredad extraña,
el ejército muerto, la montaña
de cuerpos, troncos, tanta fortaleza
admira, y da lugar a la riqueza
del vuestro, insigne por tan alta hazaña.
Muertos responden a quien habla muerto,
y la patria de tales ciudadanos
de muro a muro a ser sepulcro viene.
Dichosa Zaragoza por Lamberto,
que tiene su cabeza por sus manos,
y ella su cuerpo por cabeza tiene.

Poema Divino labrador, honor de España de Lope de Vega con fondo de libro

Diego de Torres Villarroel

a la memoria de d. juan domingo de haro y guzmán

-- de Diego de Torres Villarroel --

La tierra, el polvo, el humo, en fin, la nada,
al héroe más insigne y portentoso,
es el único triunfo, el más glorioso,
que robar has logrado, muerte airada.
La vida de su fama celebrada,
fe, virtud y valor y celo ansioso,
exentos de tu brazo pavoroso,
en lo eterno aseguran su morada.
Al honor, al aplauso, al ardimiento,
a la piedad, al culto y a la gloria
tocar no pudo tu furor violento.
Pues si de tantas vidas la memoria
eterna vive en este monumento,
¿en qué fundas, oh parca, tu victoria?

Poema a la memoria de d. juan domingo de haro y guzmán de Diego de Torres Villarroel con fondo de libro

Miguel de Cervantes

Al túmulo del rey Felipe II en Sevilla

-- de Miguel de Cervantes --

Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla,
porque ¿a quién no sorprende y maravilla
esta máquina insigne, esta riqueza?

Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más de un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla!,
Roma triunfante en ánimo y nobleza.

Apostaré que el ánima del muerto
por gozar este sitio hoy ha dejado
la gloria donde vive eternamente.

Esto oyó un valentón y dijo: «Es cierto
cuanto dice voacé, seor soldado.
Y el que dijere lo contrario, miente.»

Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada
miró al soslayo, fuése y no hubo nada.



Juan Meléndez Valdés

de mis cantares oda i

-- de Juan Meléndez Valdés --

Tras una mariposa,
cual zagalejo simple,
corriendo por el valle
la senda a perder vine.
Recosteme cansado,
y un sueño tan felice
me asaltó que aún gozoso
mi labio lo repite.
Cual otros dos zagales
de belleza increíble,
baco y amor se llegan
a mí con paso libre;
amor un dulce tiro
riendo me despide,
y entrambas sienes baco
de pámpanos me ciñe.
Besáronme en la boca
después, y así apacibles,
con voz muy más süave
que el céfiro me dicen:
«tú de las roncas armas
ni oirás el son terrible,
ni en mal seguro leño
bramar las crudas sirtes.
La paz y los amores
te harán, batilo, insigne;
y de cupido y baco
serás el blando cisne».



Juan Meléndez Valdés

De mis cantares: Oda I

-- de Juan Meléndez Valdés --

Tras una mariposa,
cual zagalejo simple,
corriendo por el valle
la senda a perder vine.

Recosteme cansado,
y un sueño tan felice
me asaltó que aún gozoso
mi labio lo repite.

Cual otros dos zagales
de belleza increíble,
Baco y Amor se llegan
a mí con paso libre;

Amor un dulce tiro
riendo me despide,
y entrambas sienes Baco
de pámpanos me ciñe.

Besáronme en la boca
después, y así apacibles,
con voz muy más süave
que el céfiro me dicen:

«Tú de las roncas armas
ni oirás el son terrible,
ni en mal seguro leño
bramar las crudas sirtes.

La paz y los amores
te harán, Batilo, insigne;
y de Cupido y Baco
serás el blando cisne».



Federico García Lorca

Alma ausente

-- de Federico García Lorca --

No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce el niño ni la tarde
porque te has muerto para siempre.

No te conoce el lomo de la piedra,
ni el raso negro donde te destrozas.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.

El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.

Porque te has muerto para siempre,
como todos los muertos de la Tierra,
como todos los muertos que se olvidan
en un montón de perros apagados.

No te conoce nadie. No. Pero yo te canto.
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia.
La madurez insigne de tu conocimiento.
Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca.
La tristeza que tuvo tu valiente alegría.

Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,
un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.



Fernando de Herrera

A un capitán valeroso

-- de Fernando de Herrera --

El trabajo de Fidia ingenioso,
que a Júpiter Olimpio dio la gloria,
fue soberbio despojo de victoria
al tiempo, en nuestra injuria presuroso;

pero al valor de Aquiles animoso
el siempre insigne Homero alzó la historia,
y dio a la fama eterna su memoria
con alta voz del canto generoso.

Yo, que mal puedo ser en honra vuestra
nuevo Homero, consagro, luz de España,
de mis incultos versos la armonía;

Mas si me mira Caliope diestra,
valdrá, si mi deseo no me engaña,
mas que Fidia mortal la musa mía.



Fernando de Herrera

Pues de este luengo mal penando muero

-- de Fernando de Herrera --

Pues de este luengo mal penando muero,
sin que remedio alguno estorbe el daño,
amor me dé, en consuelo de mi engaño,
falso placer ajeno, aunque postrero;

que mi dolor anime el duro acero,
y en blanda saña el tibio desengaño,
y el desdén manso, en cuya ausencia engaño
mi perdición, y en vano el bien espero;

para que de mi muerte la memoria,
y en voluntad ingrata mi firmeza
haga a la edad siguiente insigne historia,

que de mis esperanzas y riqueza
fincarán (¡corto premio a tanta gloria!)
deseos acabados en tristeza.



Clemente Althaus

Mudanza (Clemente Althaus)

-- de Clemente Althaus --

«Ni a la Fortuna sus tesoros pido,
ni ya codicio el mando peligroso,
ni de la Gloria el resplandor hermoso
ni el aura vana y popular ruido;

Ni de insigne beldad, de gracias nido,
ser el feliz enamorado esposo:
sólo anhelo las playas del reposo
y el agua soñolienta del olvido».

Así dije, y eterna despedida
dar a dichas y pompas de este suelo
mi alma creyó, del desengaño herida:

mas ya sacudo de la tumba el hielo,
y ya me torna a alucinar la vida,
¡y amor, fausto y poder y gloria anhelo!



© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba