Buscar Poemas con Febrero


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Se han encontrado 4 poemas con la palabra febrero

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César Vallejo

calor, cansado voy con mi oro, a donde

-- de César Vallejo --

Calor, cansado voy con mi oro, a donde
acaba mi enemigo de quererme.
¡C'est septembre attiédi, por ti, febrero!
es como si me hubieran puesto aretes.
París, y 4, y 5, y la ansiedad
colgada, en el calor, de mi hecho muerto.
¡C'est paris, reine du monde!
es como si se hubieran orinado.
Hojas amargas de mensual tamaño
y hojas del luxemburgo polvorosas.
Ic'est l'été, por ti, invierno de alta pleura!
es como si se hubieran dado vuelta.
Calor, parís, otoño, ¡cuánto estío
en medio del calor y de la urbe!
¡c'est la vie, mort de la mort!
es como si contaran mis pisadas.
¡Es como si me hubieran puesto aretes!
¡es como si se hubieran orinado!
¡es como si te hubieras dado vuelta!
¡es como si contaran mis pisadas!

Poema calor, cansado voy con mi oro, a donde de César Vallejo con fondo de libro

Antonio García Gutiérrez

Carta a Filena

-- de Antonio García Gutiérrez --

Aunque siempre fuí cobarde
Contigo, amoroso alarde
Hacer de un recuerdo quiero:
Era á mitad de Febrero;
Era á mitad de una tarde.

Con el alma de amor llena,
Buscando alivio á la pena
Que mi corazón traspasa,
Llamé á tu puerta, Filena,
Y estabas solita en casa.

No sé si aliviar quisiste
Mis amantes desvarios:
Ello es que viéndome triste
Enternecida pusiste
Tus labios sobre los mios.

Sin duda fué caridad:
Sin duda fué solo un medio
De mostrarme tu piedad;
Pero ¡ay! que ha sido el remedio
Peor que la enfermedad.

Mira, Filena querida,
Si hay desdicha parecida
A esta mi desdicha fuerte:
Lo que á tantos da la vida
A mi me ha dado la muerte.

Poema Carta a Filena de Antonio García Gutiérrez con fondo de libro

Antonio Machado

A don Francisco Giner de los Ríos

-- de Antonio Machado --

Como se fue el maestro,
la luz de esta mañana
me dijo: Van tres días
que mi hermano Francisco no trabaja.
¿Murió?... Sólo sabemos
que se nos fue por una senda clara,
diciéndonos: Hacedme
un duelo de labores y esperanzas.
Sed buenos y no más, sed lo que he sido
entre vosotros: alma.
Vivid, la vida sigue,
los muertos mueren y las sombras pasan;
lleva quien deja y vive el que ha vivido.
¡Yunques, sonad; enmudeced, campanas!
Y hacia otra luz más pura
partió el hermanó de la luz del alba,
del sol de los talleres,
el viejo alegre de la vida santa.
... ¡Oh, sí!, llevad, amigos,
su cuerpo a la montaña,
a los azules montes
del ancho Guadarrama.
Allí hay barrancos hondos
de pinos verdes donde el viento canta.
Su corazón repose
bajo una encina casta,
en tierra de tomillos, donde juegan
mariposas doradas...
Allí el maestro un día
soñaba un nuevo florecer de España.
Baeza, 21 de febrero de 1915

Poema A don Francisco Giner de los Ríos de Antonio Machado con fondo de libro

Julio Herrera Reissig

Llegada de los meses y de las horas

-- de Julio Herrera Reissig --

(Terpsícore puede más que Morfeo)

Saludando cortésmente a la buena Mamá Juno
(Son las XII de la noche, del mes doce a 31)
Entran: Junio, Julio, Agosto, Setiembre, Octubre y Noviembre.
Enero, Marzo y Abril, Mayo, Febrero y Diciembre.

Síguelos el Viejo Tiempo, con traje de soberano.
(El Patriarca de los Siglos a quien ninguno conoce).
Y tomadas de la mano,
Formando rueda y bailando la vieja danza del brinco:
La seis, la ocho, la nueve, la diez, la once, la doce,
La una, la dos, la cuatro, la tres, la siete y la cinco.

(Anuncian: está Terpsícore.) Todos despiertan y ríen:
El gran salón se ilumina con mil resplandores blancos;
Barba Azul corre en sus zancos;
Raras macabras armónicas los instrumentos deslíen,
Y sin que haya espiritistas saltan las mesas y bancos.
Byron, Tirteo y Quevedo se olvidan de que son cojos,
Rabelais y el gran Leopardi no saben ya sus defectos;
Homero y Milton se muestran, ambos, con grandes anteojos;
los cuerdos se vuelven locos y arlequines los proyectos.
(Por bailar a misia Parca también se le van los ojos).



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