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-- de Pablo Neruda --
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canción del macho y de la hembra!
la fruta de los siglos
exprimiendo su jugo
en nuestras venas.
Mi alma derramándose en tu carne extendida
para salir de ti más buena,
el corazón desparramándose,
estirándose como una pantera,
y mi vida, hecha astillas, ¡anudándose
a ti como la luz a las estrellas!
me recibes
como al viento la vela.
Te recibo
como el surco a la siembra.
Duérmete sobre mis dolores
si mis dolores no te queman,
amárrate a mis alas,
acaso mis alas te llevan,
endereza mis deseos,
acaso te lastima su pelea.
Tú eres lo único que tengo
desde que perdí mi tristeza!
desgárrame como una espada
o táctame como una antena!
bésame,
muérdeme,
incéndiame,
que yo vengo a la tierra
sólo por el naufragio de mis ojos de macho
en el agua infinita de tus ojos de hembra!
-- de Félix María Samaniego --
En un día muy festivo
estaba una mercadera
sentada en silla poltrona
a la puerta de su tienda.
Su postura era chocante
porque tenía ambas piernas
demasiado separadas,
y así con razón se lleva
la atención de los que pasan.
Entre todos uno llega
que le dice: -Señorita,
cierre usté luego la puerta,
que hoy no se puede vender
porque es de precepto fiesta.
Conociendo la tal dama
dónde el dicho se endereza,
porque era bien advertida,
respondió: -Señor Babieca,
usted no sea ignorante,
y para adelante sepa
que estos postigos se abren
tan sólo para las fiestas.
Y el tunante la replica:
-Si eso es lo que usted desea,
avise y se las haré
de la suerte que las quiera.
Poema "La mercadera y el tuno" de Félix María Samaniego
-- de Hernando de Acuña --
Alma, pues hoy el que formó la vida
y el que tiene poder sobre la muerte,
sólo por remediar tu eterna muerte
dio el precio inestimable de su vida,
mira que es justo que en ti tengan vida
los méritos y pasos de su muerte,
y conoce que es viento, sombra o muerte
cuando el error del mundo llama vida.
Y así podrás, saliendo de esta muerte,
entrar en posesión de aquella vida
que no la acabará tiempo ni muerte.
Endereza el camino a mejor vida,
deja el siniestro que te lleva a muerte,
que el derecho es más llano y va a la vida.
Poema "El Viernes Santo al alma" de Hernando de Acuña
-- de Salvador Díaz Mirón --
Portas al cuello la gentil nobleza
del heráldico lirio; y en la mano
el puro corte del cincel pagano;
¡y en los ojos abismos de belleza!
hay en tus rasgos acritud y alteza,
orgullo encrudecido en un arcano;
¡y resulto en mi prez un vil gusano
que a un astro empina la bestial cabeza!
¡quiero pugnar con el amor; y en vano
mi voluntad se agita y endereza,
como la grama tras el pie tirano!
humillas mi elación y mi fiereza;
¡y resulto en mi prez un vil gusano
que a un astro empina la bestial cabeza!
xalapa. El 25 de mayo de 1901.
Poema "a ti" de Salvador Díaz Mirón
-- de Salvador Díaz Mirón --
Portas al cuello la gentil nobleza
del heráldico lirio; y en la mano
el puro corte del cincel pagano;
y en los ojos abismos de belleza.
Hay en tus rasgos acritud y alteza,
orgullo encrudecido en un arcano,
y resulto en mi prez un vil gusano
que a un astro empina la bestial cabeza.
Quiero pugnar con el amor, y en vano
mi voluntad se agita y endereza,
como la grama tras el pie tirano.
Humillas mi elación y mi fiereza;
y resulto en mi prez un vil gusano
que a un astro empina la bestial cabeza.
Poema "A ti (Salvador Díaz Mirón)" de Salvador Díaz Mirón
-- de Francisco Sosa Escalante --
Mezcla indefinible de tristeza
Y de íntimo placer, al verte, siento
Cuando sigues feliz el movimiento
De ave pintada que á volar empieza.
Si de la flor en la gentil belleza,
¡0h niño! encuentras plácido contento,
Henchido de temor mi pensamiento
Al porvenir oscuro se endereza
En el ave y la flor encantadora
La fiel imagen de tu vida miro
Hoy que disfrutas de la edad temprana:
Artero cazador, mano traidora
La muerte les dará; y á ti en su giro
Las tristes penas de la vida humana.
Poema "A un niño (Sosa Escalante)" de Francisco Sosa Escalante