Buscar Poemas con Dolorosos


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Se han encontrado 5 poemas con la palabra dolorosos

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Santiago Montobbio

mujer de poeta (mascarilla)

-- de Santiago Montobbio --

Mujer de poeta (mascarilla)
para la verdadera dignidad la sociedad no tiene asiento;
pero eso se comprueba luego, y así primero fueron
los inexistentes triunfos pequeños, el manso ruido
de la colaboración diaria, esperanzadoras señales todasdel inicio
de una tan gloriosa como inevitable carrera literaria que nacía
de un extraño entusiasmo por las cosas
y también de las mordidas
lagunas de la sombra. Y aunque nunca
entendiste esas cosas con exceso
estuviste cerca, silenciosa columna
fuiste del sigilo y para navegar
por esas aguas de tu corazón
día a día hiciste pan muy blanco.
Pero para tu escondido quehacer diario
al cabo de los años resulta muy poco
y muy pobre el contrapeso del regalo aburrido
además de ocasional de algunos libros,
como recalentados ya los dedicados versos
y aún menos tolerable te parece el valor
de unos pretendidamente dolorosos
insomnios a destiempo. Y así dichoso,
de verdad dichoso será el día
en que comprendas todo eso y te decidas
a dejar ya para siempre abandonado
a tan miserable y estúpido sujeto.

Poema mujer de poeta (mascarilla) de Santiago Montobbio con fondo de libro

Marilina Rébora

el alma acorazada

-- de Marilina Rébora --

El alma acorazada
que me traspasen dardos: no habré de defenderme;
que me hiera cruel total indiferencia;
que los rostros, impávidos, al no reconocerme
pasen sin advertir siquiera mi presencia.
Que el desamor se infiltre mientras el amor duerme
y que a la tolerancia azuce la pendencia;
que egoísmo y envidia me descubran inerme
y aun sin defensor me llegue la sentencia.
Mas quiero hoy declarar, señor, que no fui mala
pese a haber cometido dolorosos errores;
nunca me envanecí y jamás hice gala
de lo que tal vez tuve, al pasar de mis días,
pues mujer, también madre, sé de santos amores
que acorazan el alma contra las villanías.

Poema el alma acorazada de Marilina Rébora con fondo de libro

Juan Meléndez Valdés

el despecho

-- de Juan Meléndez Valdés --

Los ojos tristes de llorar cansados,
alzando el cielo, su clemencia imploro;
mas vuelven luego al encendido lloro,
que el grave peso no los sufre alzados;
mil dolorosos ayes desdeñados
son, ¡ay!, trasunto de la luz que adoro;
y ni me alivia el día, ni mejoro
con la callada noche mis cuidados.
Huyo a la soledad y va conmigo
oculto el mal, y nada me recrea;
en la ciudad en lágrimas me anego;
aborrezco mi ser, y aunque maldigo
la vida, temo que la muerte aún sea
remedio débil para tanto fuego.

Poema el despecho de Juan Meléndez Valdés con fondo de libro

Juan Meléndez Valdés

El despecho (Valdés)

-- de Juan Meléndez Valdés --

Los ojos tristes de llorar cansados,
alzando el cielo, su clemencia imploro;
mas vuelven luego al encendido lloro,
que el grave peso no los sufre alzados;

mil dolorosos ayes desdeñados
son, ¡ay!, trasunto de la luz que adoro;
y ni me alivia el día, ni mejoro
con la callada noche mis cuidados.

Huyo a la soledad y va conmigo
oculto el mal, y nada me recrea;
en la ciudad en lágrimas me anego;

aborrezco mi ser, y aunque maldigo
la vida, temo que la muerte aún sea
remedio débil para tanto fuego.



Juan Meléndez Valdés

Los tristes recuerdos

-- de Juan Meléndez Valdés --

En este valle, do sin seso ahora
en muda soledad tu malhadado
nombre, ¡ay Fili!, repito, afortunado
decirte osé: «Mi corazón te adora».

Junto a este arroyo, que tu muerte llora,
te hallé cogiendo flores; y turbado
la guirnalda nupcial en tu dorado
cabello puse, y te juré señora.

Allí nos reveló sus deliciosos
misterios la alma Venus, la sagrada
tea encendiendo plácido Himeneo.

¡Ay, dejadme recuerdos dolorosos!
Mi Fili al claro Olimpo fue robada,
y yo en mil ansias fenecer me veo.



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