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Se han encontrado 9 poemas con la palabra cortas

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Jorge Riechmann

23

-- de Jorge Riechmann --

Para olga
en la espera de la vida nueva
el dios egipcio bes
tiene la barba hirsuta y las patas cortas
cola de león
greñas espeluznantes
y rápidas muecas torvas le alborotan la jeta.
Nadie lo tomaría por un dios
sino por un demonio muy poco frecuentable.
Y sin embargo bes
es el más amable de los dioses:
ayuda en los partos
promueve la belleza de las mujeres
protege a los durmientes
y siembra alegría por todas partes bailando y tocandomúsica.
En la fealdad suma de este benefactor sin tacha
veo la prueba suprema de su delicadeza de espíritu:
como verdadero artista que es
no ha querido ponernos las cosas demasiado fáciles.
A su lado el apolíneo violador apolo por poner un ejemplo
se revela ridículamente insensible para el matiz
y su grosera suficiencia asesina
sea en asuntos de canto o de mujeres
no corresponde a una persona discreta
sino a algún hampón de altos vuelos en un bar de alterne.
No adoraré nunca a bes
pero le daré la mano
y apenas se presente ocasión me iré de vinos con él
por alguna ciudad de calles fértiles.

Poema 23 de Jorge Riechmann con fondo de libro

Diego Hurtado de Mendoza

Días cansados, duras horas tristes

-- de Diego Hurtado de Mendoza --

Dias cansados, duras horas tristes,
Crudos momentos en mí mal gastados,
El tiempo que pensé veros mudados
En años de pesar os me volvestes.

En mí faltó la órden de los hados,
En vos tambien faltó, pues tales fuistes,
Que podréis en el tiempo que vivistes
Contar largas edades de cuidados.

Largas son de sufrir cuanto á su dueño,
Y cortas cuando hubiese de quejar;
Mas en mí este remedio no ha lugar;

Que la razon me huye como sueño,
Y no hay punto, Señora, tan pequeño,
Que no se os haga un año al escuchar.

Poema Días cansados, duras horas tristes de Diego Hurtado de Mendoza con fondo de libro

Pedro Salinas

la sin pruebas

-- de Pedro Salinas --

La sin pruebas
¡cuando te marchas, qué inútil
buscar por dónde anduviste,
seguirte!
si has pisado por la nieve
sería como las nubes
su sombra, sin pies, sin peso
que te marcara.
Cuando andas
no te diriges a nada
ni hay senda que luego diga:
«pasó por aquí.»
Tú no sales del exacto
centro puro de ti misma:
son los rumbos confundidos
los que te van al encuentro.
Con la risa o con las voces
tan blandamente
descabalas el silencio
que no le duele, que no
te siente:
se cree que sigue entero.
Si por los días te busco
o por los años
no salgo de un tiempo virgen:
fue ese año, fue tal día,
pero no hay señal:
no dejas huella detrás.
Y podrás negarme todo,
negarte a todo podrás,
porque te cortas los rastros
y los ecos y las sombras.
Tan pura ya, tan sin pruebas
que cuando no vivas más
yo no sé en qué voy a ver
que vivías,
con todo ese blanco inmenso
alrededor, que creaste.

Poema la sin pruebas de Pedro Salinas con fondo de libro

Antonio Machado

Me dijo un alba de la primavera

-- de Antonio Machado --

Me dijo un alba de la primavera:
—Yo florecí en tu corazón sombrío
ha muchos años, caminante viejo
que no cortas las flores del camino.
Tu corazón de sombra, ¿acaso guarda
el viejo aroma de mis viejos lirios?
¿Perfuman aun mis rosas la alba frente
del hada de tu sueño adamantino?
Respondí a la mañana:
—Sólo tienen cristal los sueños míos.
Yo no conozco el hada de mis sueños,
ni sé si está mi corazón florido.
Pero si aguardas la mañana pura
que ha de romper el vaso cristalino,
quizás el hada te dará tus rosas;
mi corazón, tus lirios.



Rosalía de Castro

Aunque no alcancen gloria

-- de Rosalía de Castro --

Aunque no alcancen gloria,
Pensé escribiendo libro tan pequeño,
Son fáciles y breves mis canciones,
Y acaso alcancen mi anhelado sueño.
Pues bien puede guardarlas la memoria
Tal como pese al tiempo y la distancia
Y al fuego asolador de las pasiones
Sabe guardar, las que aprendió en la infancia,
Cortas, pero fervientes oraciones.
Por eso son, aunque no alcancen gloria,
Tan fáciles y breves mis canciones.



Medardo Ángel Silva

Las hadas (Silva)

-- de Medardo Ángel Silva --

Las hadas que tejían mis ensueños,
en la dulzura de mi abril en flor,
las hadas que tejían mis ensueños
dulces, abandonaron su labor...

En cortas primaveras y risueños
días celestes de mi abril en flor,
fui pródigo del oro de mis sueños
con generoso gesto sembrador...

Mujer, rosas canción, sonrisa franca,
todo se fue con la mañana blanca...
El Odio abrió la herida carmesí...

¡Canción mujer, sonrisa blanca, rosas,
cifré mi vida en tan livianas cosas
que, por mi futileza, la perdí!



Nicanor Parra

cronos

-- de Nicanor Parra --

En santiago de chile
los
días
son
interminablemente
largos:
varias eternidades en un día.
Nos desplazamos a lomo de luma
como los vendedores de cochayuyo:
se bosteza. Se vuelve a bostezar.
Sin embargo las semanas son cortas
los meses pasan a toda carrera
ylosañosparecequevolaran.



Francisco de Quevedo

las tres musas últimas castellanas 26

-- de Francisco de Quevedo --

Las rosas que no cortas te dan quejas,
lisi, de las que escoges por mejores;
las que pisas se quedan inferiores,
por guardar la señal que del pie dejas.
Haces hermoso engaño a las abejas,
que cortejan solícitas tus flores;
llaman a su codicia tus colores:
su instinto burlas, y su error festejas.
Ya que de mí tu condición no quiera
compadecerse, del enjambre hermoso
tenga piedad tu eterna primavera.
Él será afortunado, yo dichoso,
si de tu pecho fabricase cera,
y la miel de tu rostro milagroso.



Carolina Coronado

a mi tío don pedro romero

-- de Carolina Coronado --

Si para entrar en tan difícil vía
el aliento a mi numen no faltara,
ya de la patria nuestra lamentara
los males en tristísima elegía.
Ya la virtud, ya el genio cantaría,
ya el vicio a deprimir me consagrara;
pero mi voz de niña desmayara
y desmayara endeble el arpa mía.
Mas quiero humilde abeja, aquí en el suelo
vagar de flor en flor siempre ignorada,
que al águila siguiendo arrebatada
con alas cortas remontar mi vuelo.
Canto las flores que en los campos nacen;
cántolas para ti, que a ti te placen.



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