Buscar Poemas con Ceñía


  ·En el buscador de poemas puedes encontrar entre más de doce mil poemas todos aquellos que contienen las palabras de búsqueda. Los poemas forman parte de la antología poética de los 344 poetas más importantes en lengua Española de todos los tiempo. Puedes elegir entre dos tipos de búsqueda:
  ·Buscar entre todos los poemas los que contienen las palabras de la búsqueda.
  ·Buscar sólo los poemas cortos -aquellos que tienen 8 versos o menos- que coinciden con el criterio de búsqueda.

Se han encontrado 9 poemas con la palabra ceñía

Si lo prefieres puedes ver sólo los poemas cortos, aquellos que tienen ocho versos o menos aquí

Leandro Fernández de Moratín

soneto. a la memoria de d. juan meléndez valdés, poeta lírico español que murió desterrado en francia en el año 1817

-- de Leandro Fernández de Moratín --

A la memoria de d. Juan meléndez valdés, poeta lírico español que murió desterrado en francia en el año 1817
ninfas la lira es ésta que algún día
pulsó batilo en la ribera umbrosa
del tormes, cuya voz armoniosa
el curso de las ondas detenía.
Quede pendiente en esta selva fría,
del lauro mismo que la cipria diosa
mil veces desnudó cuando amorosa
la docta frente a su cantor ceñía.
Intacta y muda entre la pompa verde,
solo en sus fibras resonando el viento
el claro nombre de su dueño acuerde.
Ya que la patria, en el común lamento
feroz ignora la opinión que pierde
negando a sus cenizas monumento.

Poema soneto. a la memoria de d. juan meléndez valdés, poeta lírico español que murió desterrado en francia en el año 1817 de Leandro Fernández de Moratín con fondo de libro

Manuel de Zequeira

La Ilusión

-- de Manuel de Zequeira --

OÑÉ que la fortuna en lo eminente
Del más brillante trono me ofrecía
El imperio del orbe, y que ceñía
Con diadema inmortal mi augusta frente.

Soñé que hasta el Ocaso desde Oriente
Mí formidable nombre discurría,
Y que del Septentrión al Mediodía
Mi poder se adoraba humildemente.

De triunfantes despojos revestido,
Soñé que de mi carro rubicundo
Tiraba César con Pompeyo uncido.

Despertóme el estruendo furibundo,
Solté la risa y dije en mi sentido:
«Así pasan las glorias de este mundo.»

Poema La Ilusión de Manuel de Zequeira con fondo de libro

Rafael María Baralt

A la memoria de don Alberto Lista y Aragón

-- de Rafael María Baralt --

¡Levanta de tu tumba, oh de la hispana
ilustre juventud émulo guía!
¡Tú a cuya voz absorto detenía
Betis sagrado el onda soberana!

¡Tú a quien Minerva de su oliva, ufana,
la noble frente coronaba un día
y el rubio Apolo del laurel ceñía
que en la pompa circense el vate gana!

¡Vives, sí, vives; de esplendor vestido
templo el mundo a tu fama es dilatado
y altar augusto la marmórea losa!

¡Alce otra vez tu plectro el gran sonido,
y en hombros de las Musas levantado,
sube triunfante a la mansión gloriosa!

Poema A la memoria de don Alberto Lista y Aragón de Rafael María Baralt con fondo de libro

Gertrudis Gómez de Avellaneda

En la muerte del laureado poeta señor don Manuel José Quintana

-- de Gertrudis Gómez de Avellaneda --

Cantos de regocijo y de victoria
Nuestras voces alzaron aquel día
Que regia mortal mano te ceñía
Mezquino lauro de terrestre gloria:

Y hoy que a la voz de tu Hacedor acudes,
A recibir la fúlgida diadema
Que la inmutable Majestad Suprema
Guarda en la eterna patria a las virtudes

Hoy nuestra flaca condición humana
Su aliento en vano a remontar aspira
¡No le es dado arrancar, noble Quintana,
Ni un tierno adiós de la enlutada ¡ira!

Que aunque la Fe con resplandor divino
La densa noche del sepulcro alumbre,
Y la Esperanza hasta la excelsa cumbre
Vuele, mostrando tu triunfal camino;

Aquí -al mirar tus fúnebres despojos
A la tierra volver- sólo nos queda,
Con tu corona, que la España hereda,
¡Duelo en el corazón llanto en los ojos!



Sor Juana Inés de la Cruz

Detente sombra

-- de Sor Juana Inés de la Cruz --

Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.



Esta es, Tirsis, la fuente do solía

-- de Francisco de la Torre --

Esta es, Tirsis, la fuente do solía
contemplar tu beldad mi Filis bella;
éste el prado gentil, Tirsis, donde ella
su hermosa frente de su flor ceñía.

Aquí, Tirsis, la vi cuando salía
dando la luz de una y otra estrella;
allí, Tirsis, me vido; y tras aquella
haya se me escondió y ansí la vía.

En esta cueva deste monte amado
me dio la mano y me ciñó la frente
de verde hiedra y de violetas tiernas.

Al prado y haya y cueva y monte y fuente
y al cielo desparciendo olor sagrado,
rindo de tanto bien gracias eternas.



José Manuel de Navarrete

Recuerdos tristes

-- de José Manuel de Navarrete --

Cuando tu blanca frente yo ceñía
de yedra azul y de encarnada rosa;
cuando en el fértil prado y selva umbrosa
mil cariños muy dulces te decía;

cuando de agresta flauta me servía
para cantar tu cara milagrosa;
cuando en nuestra cabaña venturosa
me nombraba por tuyo, y tú por mía;

cuando... Mas no, no quieras, Clori amada,
que refiera más gustos, pues no intento
que gima la memoria lastimada.

Iba a decirle que en aquel momento
que recuerdo la vida ya pasada,
no sé como no muero de tormento.



Carolina Coronado

en otro. fábula. el egoísmo

-- de Carolina Coronado --

Tenía pablo en un rincón
de su corral un granado
que era de aquel vecindado
envidia y admiración;
pero tan pegado estaba
a la tapia que ceñía
el corral, que la vestía
con su verde y la entoldaba.
Y andando el tiempo llegó
a abrazarla, de tal modo
que con su ramaje todo,
al patio vecino dio.
Pablo al ver que ya sus brazos
hacia otro lado tendía,
por el mismo tronco un día
la cortó en dos hachazos.
¡Hombre por qué le has cortado!
exclamó un amigo, ¿di?
¿qué mal te causaba allí
el tronco de ese granado?
un muchacho muy ladino
respondió, no le estorbaba,
lo ha cortado porque daba
sus granadas al vecino.



Cristóbal de Castillejo

a un hermafrodito

-- de Cristóbal de Castillejo --

Cuando mi madre cuitada
en el vientre me traía,
viéndose grave, pesada,
diz que a los dioses, penada,
consultó qué pariría.
Febo dixo: varón es.
Marte hembra, y neutro juno.
Yo, nasciendo, era después
hermafrodito, y de tres,
dixo verdad cada uno.

Preguntando el fin que habría
tras esto, dixo la diosa
que con armas moriría.
Marte dixo que sería
muerto de cruz espantosa.
Febo dixo: en agua espera
acabar su triste vida .
La suerte, en fin, de cualquiera
dellos en mí fué cumplida,
y por mi mal valedera.

En un árbol que hacía
sombra al agua me subió
la triste ventura mía,
do la espada que ceñía
abaxo se me cayó;
y yo, acaso desdichado,
también allí desbarré;
y cayendo así turbado,
sobre ella quedé colgado
de las ramas por el pie.

La cabeza encontinente
fué en el agua çapuzada,
y el cuerpo quedó pendiente,
quedando yo juntamente
mal herido de mi espada.
Y desta suerte pendiendo,
perdí la vida y la luz,
y al fin acabé sufriendo.
Hembra, macho y neutro siendo,
muerte de agua, hierro y cruz.



© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba