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-- de Miguel Unamuno --
Media noche. La luna á la calleja
enjabelga. La tapia de un convento
de una vera. Sobre ella, monumento
de soledá, un ciprés lanza á una reja
su sombra, en la que envuelta una pareja
consumiéndose. El mozo está sediento
y ella siente en los hierros el violento
batir del corazón. Cruza una queja
Poema "En la calleja" de Miguel Unamuno
-- de Arturo Borja --
Comme le souvenir
d'un grand cygne de neige
aux longues,
longues plumes.
SAMAIN
Fue como un cisne blanco que se aleja
y se aleja, suave, dulcemente
por el cristal azul de la corriente,
como una vaga y misteriosa queja.
Me queda su visión. Era una vieja
tarde fría de lluvia intermitente;
ella, bajo la máscara indolente
de su enigma, cruzó por la calleja.
Fue como un cisne blanco. Fue como una
aparición nostálgica y alada,
entrevista ilusión de la fortuna...
Fue como un cisne blanco y misterioso
que en la leyenda de un país brumoso,
surge como la luna inmaculada.
Poema "Mujer de bruma" de Arturo Borja
-- de Medardo Ángel Silva --
Se va con algo mío la tarde que se aleja;
mi dolor de vivir es un dolor de amar;
y al son de la garúa, en la antigua calleja,
me invade un infinito deseo de llorar.
Que son cosas de niño, me dices; quién me diera
tener una perenne inconsciencia infantil;
ser del reino del día y de la primavera,
del ruiseñor que canta y del alba de Abril.
¡Ah, ser pueril, ser puro, ser canoro, ser suave;—
trino, perfume o canto, crepúsculo o aurora—
como la flor que aroma la vida y no lo sabe,
como el astro que alumbra las noches y lo ignora!
Poema "Se va con algo mío" de Medardo Ángel Silva
-- de Julio Herrera Reissig --
Jardín de rosa angélico, la tierra guipuzcoanal
edén que un fra doménico soñara en acuarelas...
Los hombres tienen rostros vírgenes de manzana,
y son las frescas mozas óleos de antiguas telas.
Fingen en la apretura de la calleja aldeana,
secretearse las casas con chismosas cautelas,
y estimula el buen ocio un trin-trin de campana,
un pum-pum de timbales y un fron-fron de vihuelas.
¡Oh campo siempre niño! ¡oh patria de alma proba!
como una virgen, mística de tramonto, se arroba...
Aves, mar, bosques: todo ruge, solloza y trina
las bienaventuranzas sin código y sin reyes...
Y en medio a ese sonámbulo coro de palestrina,
oficia la apostólica dignidad de los bueyes!
Poema "la misa cándida" de Julio Herrera Reissig
-- de Federico García Lorca --
I
Salen los niños alegres
De la escuela,
Poniendo en el aire tibio
Del abril, canciones tiernas.
¡Que alegría tiene el hondo
Silencio de la calleja!
Un silencio hecho pedazos
por risas de plata nueva.
II
Voy camino de la tarde
Entre flores de la huerta,
Dejando sobre el camino
El agua de mi tristeza.
En el monte solitario
Un cementerio de aldea
Parece un campo sembrado
Con granos de calaveras.
Y han florecido cipreses
Como gigantes cabezas
Que con órbitas vacías
Y verdosas cabelleras
Pensativos y dolientes
El horizonte contemplan.
¡Abril divino, que vienes
Cargado de sol y esencias
Llena con nidos de oro
Las floridas calaveras!
Poema "Canción primaveral" de Federico García Lorca
-- de Francisco Villaespesa --
Las lágrimas sonoras de una copla
con el perfume de la noche entran
por mi balcón, y todo cuanto duerme
en mi callado corazón despierta.
«¡Amor, amor, amor! sangre de celos»,
gime la triste copla callejera:
blanca paloma herida que sangrando
a refugiarse a mis recuerdos llega.
¿Ya no recuerdas aquel rostro pálido,
las pupilas tan grandes y tan negras
que te hicieron odiar al amor mismo
y maldecir la vida y la belleza,
y amar el crimen y gustar la sangre
que tibia mana de la herida fresca?
duerme ya, corazón... Se va la música
aullando de pasión por la calleja.
Y en la paz de la noche sólo late
el tiempo en el reloj que, lento, cuenta
las venturas perdidas para siempre
y los dolores que sufrir te quedan.
«¡Amor, amor, amor». ¡Que nadie bese
lo que ni en sueños mi esperanza besa!
¡antes que en brazos de otro amor, prefiero
entre mis brazos contemplarte muerta!
Poema "las lágrimas sonoras de una copla" de Francisco Villaespesa