Buscar Poemas con Bullicioso


  ·En el buscador de poemas puedes encontrar entre más de doce mil poemas todos aquellos que contienen las palabras de búsqueda. Los poemas forman parte de la antología poética de los 344 poetas más importantes en lengua Española de todos los tiempo. Puedes elegir entre dos tipos de búsqueda:
  ·Buscar entre todos los poemas los que contienen las palabras de la búsqueda.
  ·Buscar sólo los poemas cortos -aquellos que tienen 8 versos o menos- que coinciden con el criterio de búsqueda.

Se han encontrado 5 poemas con la palabra bullicioso

Si lo prefieres puedes ver sólo los poemas cortos, aquellos que tienen ocho versos o menos aquí

Lope de Vega

Atada al mar, Andrómeda lloraba

-- de Lope de Vega --

Atada al mar, Andrómeda lloraba,
los nácares abriéndose al rocío,
que en sus conchas cuajado en cristal frío,
en cándidos aljófares trocaba.
Besaba el pie, las peñas ablandaba
humilde el mar, como pequeño río,
volviendo el sol la primavera estío,
parado en su cénit la contemplaba.
Los cabellos al viento bullicioso,
que la cubra con ellos le rogaban,
ya que testigo fue de iguales dichas,
y celosas de ver su cuerpo hermoso,
las nereidas su fin solicitaban,
que aún hay quien tenga envidia en las desdichas.

Poema Atada al mar, Andrómeda lloraba de Lope de Vega con fondo de libro

Manuel del Palacio

Brindis

-- de Manuel del Palacio --

Ni yo brindé jamás con vino blanco,
Ni se me ocurren versos cuando trinco,
Ni hago otra cosa que beber por cinco
Y ser cual siempre bullicioso y franco.

Pero si he de probar que no estoy manco
Y debo hasta el Parnaso dar el brinco,
Lo daré con la fuerza y el ahinco
Del que por precisión salta un barranco.

¿Qué me pedís? ¿romances ó tercetos?
¿Canto llano, ó alegre sinfonía?
¿Tristes odas, ó epigramas discretos?,

— ¿Un brindis nada más? ¡qué tontería!
Os diré como dicen los paletos:
¡Brindo por la de ustedes y la mia!

Poema Brindis de Manuel del Palacio con fondo de libro

Rosalía de Castro

Camino blanco, viejo camino

-- de Rosalía de Castro --

Camino blanco, viejo camino,
Desigual, pedregoso y estrecho,
Donde el eco apacible resuena
Del arroyo que pasa bullendo,
Y en donde detiene su vuelo inconstante,
O el paso ligero,
De la fruta que brota en las zarzas
Buscando el sabroso y agreste alimento,
El gorrión adusto,
Los niños hambrientos,
Las cabras monteses
Y el perro sin dueño...
Blanca senda, camino olvidado,
¡Bullicioso y alegre otro tiempo!
Del que solo y a pie de la vida
Va andando su larga jornada, más bello
Y agradable a los ojos pareces
Cuanto más solitario y más yermo.
Que al cruzar por la ruta espaciosa
Donde lucen sus trenes soberbios
Los dichosos del mundo, descalzo,

Poema Camino blanco, viejo camino de Rosalía de Castro con fondo de libro

Juan Pablo Forner

Desordenado en desaliño airoso

-- de Juan Pablo Forner --

Desordenado en desaliño airoso
al bullicioso céfiro permite
Nisa el cabello, porque no limite
su nativo esplendor lazo industrioso.

Velo sutil sobre su pecho hermoso
al gusto esconde lo que al gusto incite;
ni tanto que el tesoro facilite,
ni tanto que de él dude el ojo ansioso.

Así en traje sucinto reclinada
en alcatifa generosa yace
su gentileza y gala peregrina;

así la halla Cendón y la taimada
del necio que su pompa satisface
cobra el oro, y a Alexi lo destina.



José Martí

noche de mayo

-- de José Martí --

Noche de mayo 1
con un astro la tierra se ilumina;
con el perfume de una flor se llenan
las ámbitos inmensos. Como vaga,
misteriosa envoltura, una luz tenue
naturaleza encubre,y una imagen
misma del linde en que se acaba brota
entre el humano batallar. ¡Silencio!
en el color, oscuridad! ¡enciende
el sol al pueblo bullicioso y brilla
la blanca luz de luna!en los ojos
la imagen va,porque si fuera buscan
del vaso herido la admirable esencia,
en haz de aromas a los ojos surge:
y si al peso del párpado obedecen,
¡como flor que al plegar las alas pliega
consigo su perfume, en el solemne
templo interior como lamento triste
la pálida figura se levanta!
divino oficio! el universo entero,
su forma sin perder, cobra la forma
de la mujer amada, y el esposo
ausente, el cielo póstumo adivina
por el casto dolor purificado.
José martí



© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba