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-- de José Tomás de Cuellar --
TÚ que vas á su lado
Podrás decirle mi mortal desvelo,
Podrás decirle que en mi triste vida
Él es mi solo anhelo;
Que en mi pecho grabado
Llevo su rostro pálido y querido,
Que lo idolatro como á un bien hallado
Y que lo lloro como un bien perdido.
Poema "En el reverso de un retrato" de José Tomás de Cuellar
-- de Miguel Unamuno --
Vuelve á erumpir aquel volcán de cieno
que guarda en su cogollo nuestra Europa
y sobre España vierte de su copa
las heces bien yeldadas con veneno.
A fuerza nos las mete con barreno
sabiendo bien que aquello con que topa,
no se limpia después ni aun con garlopa
que en su rasgar nos desgarrara el seno.
Poema "El volcán de fango" de Miguel Unamuno
-- de José Martí --
Oh, nave, oh pobre nave:
pusiste al cielo el rumbo, engaño grave!
¡y andando por mar seco
con estrépito horrendo, diste en hueco!
castga así la tierra a quien la olvida
y a quien la vida burla, hunde en la vida:
¡bien solitario estoy, y bien desnudo,
pero en tu pecho, oh niño, está mi escudo!
Poema "¡oh, nave...!" de José Martí
-- de José Martí --
¡bien vengas, mar! de pie sobre la roca
te espero altivo: si mi barca toca
tu ola voraz, ni tiemblo, ni me aflijo:
alas tengo y huiré: las de mi hijo!
josé martí
Poema "¡bien vengas, mar!..." de José Martí
-- de Alfonsina Storni --
Subí, subí, subí. Ya estaba bien arriba
Cuando sentí un murmullo. ¿Era reto, diatriba?
Escuché: carcajadas, ironías, insultos.
¿Que os parezco una simia? Oh mis buenos estultos:
¿Sabéis de cosas bellas?
Yo hace siglos que vivo trenza que trenza estrellas.
Poema "Sabéis algo" de Alfonsina Storni
-- de Amado Nervo --
Si no te supe yo comprender,
si una lágrima te hice verter,
bien sé que al cabo perdonarás
con toda tu alma... ¡Qué vas a hacer!
¡el que más ama perdona más!
Poema "el que más ama..." de Amado Nervo
-- de León de Arroyal --
Si es buen pastor aquel que hasta la vida
expone por el bien de su ganado,
¿quien puede al buen Jesus ser comparado,
quando por nos á muerte se convida;
y bebiendo del cáliz la amargura,
repleto nos le dexa de dulzura?
Poema "A Jesucristo nuestro Señor" de León de Arroyal
-- de Lope de Vega --
Enseñé, no me escucharon;
escribí, no me leyeron;
curé mal, no me prendieron;
maté, no me castigaron.
Si con morir satisfice,
¡Oh Muerte, quiero quejarme!
Bien pudieras perdonarme
por los servicios que te hice.
Poema "Ruego a la muerte" de Lope de Vega
-- de Manuel de Zequeira --
Como suele en viva llama
Pronto arder la Mariposa;
Así la vista curiosa
Se quema en un epigrama:
Y si es el estilo terso,
Claro y lleno de alusiones,
Puedan bien cuatro renglones
Incendiar el Universo.
Poema "Epigramas (Zequeira)" de Manuel de Zequeira
-- de José Ángel Buesa --
Ya no sé bien el sitio ni la hora,
ni por qué fuiste mía, ni por qué te perdí.
Sé que llovía como llueve ahora,
aunque ahora es más triste porque llueve sin ti.
Y sé que, de repente, cayeron dos diamantes
sobre tus zapaticos de charol...
Y era dulce aquel llanto de tus ojos radiantes,
como esos mediodías en que llueve con sol.
Poema "madrigal de la lluvia de abril" de José Ángel Buesa
-- de Salvador Rueda --
Poder abrazarte,
¡qué de veces, mi bien, he oprimido
las ondas del aire!
Poema "coplas 38" de Salvador Rueda
-- de Antonio Machado --
Dice la esperanza: Un día
la verás, si bien esperas.
Dice la desesperanza:
Sólo tu amargura es ella.
Late, corazón... No todo
se lo ha tragado la tierra.
Poema "Dice la esperanza: un día..." de Antonio Machado
-- de Manuel Reina --
El Dios en quien yo creo palpita en la conciencia,
los sabios y los justos, sus sacerdotes son,
los cielos y los mares publican su existencia,
el bien es su doctrina, su templo la creación.
Poema "Mi Dios" de Manuel Reina
-- de Mariano José de Larra --
No más llorar, Miguel; que la esperanza
torna el busto del dueño malogrado.
Si bien la semejanza,
por no afligirte el alma conmovida,
del artista el cincel disimulado
dentro en la piedra la dejó escondida.
Poema "Al esposo de doña Mariquita Zavala" de Mariano José de Larra
-- de Mariano Melgar --
«Donde quiera que vayas
Te seguiré mi dueño»
Así en eco halagüeño
Mi bien me consoló!
¡ O suave, ó dulce acento!
Pero para que canto?
Callado, placer tanto
Guste mi corazón.
Poema "Yaraví V" de Mariano Melgar
-- de Medardo Ángel Silva --
Con nuestras propias manos temblorosas
tejemos nuestro bien y nuestro mal;
¡y deshojamos nuestras propias rosas
como en un juego trágico y banal...!
Y depués, al mirar el alma pobre,
es la angustia y desesperación
de ver trocado en monedas de cobre
todo el oro de nuestro corazón...
Poema "El tesoro" de Medardo Ángel Silva
-- de Miguel Unamuno --
Dejadme solo que no quiero bandas;
menos si de ellas me quereis caudillo,
pues sé muy bien que empañareis mi brillo
con vuestra sombra. Un potro son las andas
que me ofreceis, aun cuando llven randas
de oro y laurel. No quiero de argandillo
servir para el devane del ovillo
de vuestras viles pasioncillas blandas.
Poema "Authádeia" de Miguel Unamuno
-- de Miguel Unamuno --
Departían así en el refectorio:
— Más negro cada vez es el bodigo...
— Parece de bellota de quejigo...
— A qué ha venido á dar el ofertorio!
— Es decreto de Dios y bien notorio,
por andarlo buscando de trastrigo,
á la gula nos manda este castigo.
— Debe de estar en quiebra el Purgatorio!
Poema "Barateros de la gracia" de Miguel Unamuno
-- de Miguel Unamuno --
Días de ayer que en procesión de olvido
llevais á las estrellas mi tesoro,
no formareis en el celeste coro
que ha de cantar sobre mi eterno nido?
Oh Señor de la vida, no te pido
si no que ese pasado por que lloro
al cabo en rolde á mi vuelto sonoro
me dé el consuelo de mi bien perdido.
Poema "Mi cielo" de Miguel Unamuno
-- de Miguel Unamuno --
«No serviré!» gritó no bien naciera
una conciencia de sí misma, lumbre
de las tinieblas del no ser; la cumbre
del cielo tenebroso ardió en la hoguera
del conocer fatal; toda la esfera
en su seno sintió la reciedumbre
de haber sido creada, pesadumbre
de la nada, su madre, y á la fiera
Poema "Non serviam!" de Miguel Unamuno
-- de Miguel Unamuno --
Os gusta? sí? pues seguirá la ronda;
no? por lo mismo! á quien no quiere caldo
taza y media, que Dios me hizo el heraldo
de sus frescas, y así monda y lironda
cantaré á la verdad aunque se esconda
y á fin de cuenta sacaré mi saldo
—aunque bien sé que no de metal gualdo—
al cabo preso de mi recia sonda.
Poema "Se continuará" de Miguel Unamuno
-- de Juan Ramón Jiménez --
Contra el cielo inespresable,
el álamo, ya amarillo,
instala la alta belleza
de su éstasis vespertino.
La luz se recoje en él
como en el nido tranquilo
de su eternidad. Y el álamo
termina bien en sí mismo.
Poema "la copa final" de Juan Ramón Jiménez
-- de Juan Zorrilla de San Martín --
¡A las flores emblema de la muerte,
las llaman siemprevivas!...
¿O será porque el vaho de las tumbas
sus ya marchitas hojas no marchita?
Al no poder llorar, ríen los hombres,
y, al mirarlos pasar, causan envidia.
¡Siemprevivas! si el bien tiene su llanto,
también tiene el dolor su amarga risa.
Poema "Siemprevivas" de Juan Zorrilla de San Martín
-- de Julio Flórez --
Mariposa te llaman, no por hermosa
sino porque te cubres con ricas galas;
tú bien sabes que es siempre la mariposa...
Un gusano con alas.
Julio flórez
-- de Francisco Acuña de Figueroa --
Aquí yace Estefanía,
flaca y aguda mujer,
que bien pudo aguja ser,
pues sólo un ojo tenía.
Momia, esqueleto de alambre,
en torno a sus huesos vanos
yacen también los gusanos,
pues se murieron de hambre.
Poema "A una flaquísima tuerta" de Francisco Acuña de Figueroa
-- de Francisco Acuña de Figueroa --
"Ansioso un higo comía
-cuenta a Gil el viejo Arbelo-
y, ¡tris!, saltó un diente al suelo
de sólo tres que tenía."
"Es bien raro el accidente
estando maduro el higo."
Y aquel contestóle: "Amigo,
más maduro estaba el diente."
Poema "Madureces" de Francisco Acuña de Figueroa
-- de Francisco Acuña de Figueroa --
Sé que es un ingrato Bruno;
pero ese odio que me tiene
no sé de donde le viene,
pues no le hice bien alguno
Poema "¿Por qué su odio?" de Francisco Acuña de Figueroa
-- de José Martí --
Me han dicho, buen florencioque deseas
ver un grano de trigo,
luego que sobre él cruza y recruza
la rueda corpulenta del molino:
¡pues, ven! ábreme el pecho:
que traigo en él un grano bien deshecho.
Poema "me han dicho, buen florencio..." de José Martí
-- de Baltasar del Alcázar --
Tu nariz, hermana Clara,
ya vemos visiblemente
que parte desde la frente:
no hay quien sepa dónde para.
Más puesto que no haya quien,
por derivación se saca
que una cosa tan bellaca
no puede parar en bien
Poema "La nariz de Clara" de Baltasar del Alcázar
-- de Baltasar del Alcázar --
Bellos ojos tienes, Ana,
mas, ¿por qué a mi parecer
se inclina el mundo a tener
por más bellos los de Juana?
Haz que te preste los tuyos,
y álzate después con ellos,
que no es bien que ojos tan bellos
se diga que no son tuyos.
Poema "Los ojos de Ana" de Baltasar del Alcázar
-- de Cristóbal de Castillejo --
En cuero me la envió
con mil golpes por la cara;
si el pelo no le faltara,
el tercio bien acudió;
pues viene sobrerraída,
señal es que fué borrón,
porque para guarnición
viene muy desguarnecida.
Poema "a una guarnición de terciopelo" de Cristóbal de Castillejo
-- de Roque Dalton García --
Nunca entendí lo que es un laberinto
hasta que cara a cara con mi mismo
perfil hurgara en el espejo matutino
con que me lavo el polvo y me preciso.
Porque así somos más de lo que fuimos
a la orilla del sol alado y fino:
de sangre reja y muro bien vestidos
de moho y vaho y rata amados hijos.
Poema "permiso para lavarme" de Roque Dalton García
-- de Rubén Darío --
UENTA Barbey, en versos que valen bien su prosa
Una hazaña del Cid, fresca como una rosa,
Pura como una perla. No se oyen en la hazaña
Poema "Cosas del Cid" de Rubén Darío