¿Lleva tilde vituperáis?

Hay una infinidad de palabras que se acentúan en Español, en concreto en nuestra base de datos tenemos 255.832 palabras que deben llevar tilde. Las reglas generales de acentuación son las siguientes:
  • Palabras agudas: son aquellas cuya última sílaba es tónica, deben llevar tilde aquellas que acaben en vocal, ene o ese.
  • Palabras llanas: son aquellas cuya sílaba tónica es la penúltima y llevan acento las que no terminan en vocal, ene o ese
  • Palabras esdrújulas: son aquellas cuya sílaba tónica es la antepenúltima, se acentúan siempre
Con las reglas anteriores puede parecer fácil saber cuando lleva tilde una palabra, no obstante en ocasiones saber separar una palabra en sílabas no es sencillo y pueden aparecer otros factores como los hiatos, las palabras compuestas o los acentos diacríticos que fácilmente inducen a equivocación. Por ello te ayudamos no sólo mostrandote cual es la forma correcta de escribir la palabra pero además te decimos por qué es así.

Vituperáis lleva tilde

Han de llevar tilde las palabras agudas que terminan en vocal, "n" o "s".

Llamamos palabras agudas a aquellas que tienen como sílaba tónica la última de sus sílabas, es decir que el golpe fuerte de voz recae en la sílaba final. Las palabras que tienen una sola sílaba se consideran también agudas, pero no suelen llevar tilde salvo en el caso de los acentos diacríticos, esto es que se acentúan para poder diferenciarlas como por ejemplo el caso del pronombre personal tú del determinante posesivo tu.

La separación silábica de VITUPERÁIS queda así: vi-tu-pe-ráis, es aguda y terminada en "s" por lo tanto debe llevar tilde.

Ejemplos con la palabra Vituperáis

Procuró Platón que así lo hiciese, y llamando la atención de Dion hacia la filosofía, lo mantenía en su escuela en la Academia. En la ciudad habitaba en casa de un tal Calipo, conocido suyo, y para recreo adquirió un campo, del que después, al restituirse a Sicilia, hizo donación a Espeusipo. Era éste uno de los amigos con quien más trataba y conversaba en Atenas, queriendo Platón templar y amenizar las costumbres de Dion con un trato sazonado y chistoso, y que oportunamente se prestaba también a los estudios serios, porque éste era el carácter de Espeusipo, por el que le celebró como gracioso y festivo Timón en sus versos jocosos. Dando en este tiempo Platón un coro de mancebos, Dion fue el que ejercitó el coro y quien hizo todo el gasto, fomentando Platón para con los Atenienses esta ambición y munificencia, que más bien procuraba favor a Dion que gloria a él mismo. Recorría Dion las demás ciudades, y en ellas conversaba y andaba en concurrencias y fiestas con los varones más virtuosos y más versados en los negocios, sin mostrar modales orgullosos, tiránicos o afeminados, sino modestia, virtud y fortaleza, pasaba el tiempo en conferencias sazonadas sobre las letras y la filosofía, con lo que se ganó la estimación de todos, y honores públicos y decretos de parte de las ciudades. Los Lacedemonios lo hicieron Espartano, despreciando el enojo de Dionisio, sin embargo de que entonces los estaba auxiliando eficazmente contra los Tebanos. Dícese que en una ocasión convidó a Dion Pteodoro de Mégara a que pasara a su casa, era Pteodoro, según parece, un hombre poderoso y rico, viendo, pues, Dion a su puerta mucha gente y turba de negociantes, y que a él mismo había dificultad en hablarle y verle, como observase que, sus amigos lo llevaban mal y se incomodaban: “¿Por qué vituperáis a éste?- les dijo-, nosotros hacíamos otro tanto en Siracusa.”
Ver ejemplos de oraciones con la palabra vituperáis

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