¿Lleva tilde ubérrimas?

Hay una infinidad de palabras que se acentúan en Español, en concreto en nuestra base de datos tenemos 255.832 palabras que deben llevar tilde. Las reglas generales de acentuación son las siguientes:
  • Palabras agudas: son aquellas cuya última sílaba es tónica, deben llevar tilde aquellas que acaben en vocal, ene o ese.
  • Palabras llanas: son aquellas cuya sílaba tónica es la penúltima y llevan acento las que no terminan en vocal, ene o ese
  • Palabras esdrújulas: son aquellas cuya sílaba tónica es la antepenúltima, se acentúan siempre
Con las reglas anteriores puede parecer fácil saber cuando lleva tilde una palabra, no obstante en ocasiones saber separar una palabra en sílabas no es sencillo y pueden aparecer otros factores como los hiatos, las palabras compuestas o los acentos diacríticos que fácilmente inducen a equivocación. Por ello te ayudamos no sólo mostrandote cual es la forma correcta de escribir la palabra pero además te decimos por qué es así.

Ubérrimas lleva tilde

Todas las palabras esdrújulas han de llevar acento.

Llamamos palabras esdrújulas a las palabras donde el golpe de voz o sílaba tónica recae en su antepenúltima sílaba

La separación silábica de UBÉRRIMAS queda así: u-bé-rri-mas, es esdrújula por lo tanto se debe acentuar.

Ejemplos con la palabra Ubérrimas

Nos hemos reunido hombres de Europa, Asia y América bajo la bandera de la nación peruana, no para emprender una aventura más, sino para ofrecer a la humanidad el presente de tierras ubérrimas, donde puedan encontrar un nuevo hogar los desheredados del mundo.
Marta hablaba del ideal, de todos los ideales, pero se las arreglaba de manera que en su disertación se mezclaban, por vía de incidentes, descripciones autobiográficas que se referían casi siempre al acto solemne de mudarse ella de ropa, o a estar en su lecho, medio dormida... desvelada... Ello es que Nepomuceno supo aquella noche, v. gr., que aquella señorita había leído una cosa que se llamaba la Dramaturgia de Hamburgo, de Lessing, y que, tanto como el autor del Laoconte, le gustaban a ella las medias muy ceñidas, atadas sobre las rodillas y de color gris perla. Lo más tierno fue la historia de las queridas de Goëthe, tema que tenía muy preocupada a la de Körner desde muchos años atrás. El noble orgullo de Federica Brion, que no quiso casarse nunca, porque nadie era digno de la que había sido amada por Wolfgang, lo pintaba Marta con un calor sólo comparable al que despedían sus propias rodillas. Nepomuceno, confundiendo las cosas, y hasta las facultades del alma, se llegó a figurar que los genios alemanes eran unos sátrapas que se pasaban la vida despreciando a los seres vulgares y manoseando los mejores bocados del eterno femenino. Cuando llegó lo de las madres del tantas veces citado Goëthe, Nepo no podía menos de figurarse las tales madres como unas ubérrimas amas de cría. De todas suertes, y fuera lo que fuera de Heine y de la Joven Alemania, él estaba que ardía... y a tanta ciencia y poesía y contacto de piernas, sólo se le ocurría contestar lo que, sin saberlo él, Nepomuceno, contestaba aquel personaje de la comedia titulada: «De fuera vendrá...». Quiere decirse, que al tío mayordomo no se le venía a la boca más que la solemne promesa de futuro, pero muy próximo matrimonio.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra ubérrimas

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