¿Lleva tilde atinando?

Hay una infinidad de palabras que se acentúan en Español, en concreto en nuestra base de datos tenemos 255.832 palabras que deben llevar tilde. Las reglas generales de acentuación son las siguientes:
  • Palabras agudas: son aquellas cuya última sílaba es tónica, deben llevar tilde aquellas que acaben en vocal, ene o ese.
  • Palabras llanas: son aquellas cuya sílaba tónica es la penúltima y llevan acento las que no terminan en vocal, ene o ese
  • Palabras esdrújulas: son aquellas cuya sílaba tónica es la antepenúltima, se acentúan siempre
Con las reglas anteriores puede parecer fácil saber cuando lleva tilde una palabra, no obstante en ocasiones saber separar una palabra en sílabas no es sencillo y pueden aparecer otros factores como los hiatos, las palabras compuestas o los acentos diacríticos que fácilmente inducen a equivocación. Por ello te ayudamos no sólo mostrandote cual es la forma correcta de escribir la palabra pero además te decimos por qué es así.

Atinando no lleva tilde

Han de llevar tilde las palabras llanas que no terminen en vocal, "n" o "s".

Llamamos palabras llanas a las palabras donde el golpe de voz o sílaba tónica recae en su penúltima sílaba.

La separación silábica de ATINANDO queda así: a-ti-nan-do, es llana y termina en "o" por lo tanto no se acentúa.

Ejemplos con la palabra Atinando

Recelosas de lo que quieren de ellas, las ovejas avanzan lentamente hacia la puerta, no atinando a ver la apertura pequeña que les han preparado, hasta que una oveja vieja, para la cual la vida ya no tiene secretos, se para, mira el campo por la rendija, se acerca, se vuelve a parar, estira el pescuezo, pasa despacio, haciéndose chica, mezquinando las costillas, y, viéndose libre, se va adelante: y sigue la chorrera, entre el mayordomo y el puestero, que cuentan ambos, con atención, los animales a medida que van saliendo.
Pus, amigo de Dios, que la moza, deseosa de atrasar el casorio, espienza a pinchar de acá y a pinchar de allá a la fegura, y cátate que al mesmo tiempo espienza la hija del rey «¡ay! que me duele aquí, ¡ay! que me duele en el otro lao», hasta que volvió a caer en cama. El pastor se volvía loco buscando herbas por los praos y no atinaba con el aquél de la recaída. Y no atinando, pasaron así más de dos meses, y pasando más de dos meses, viendo la moza del pueblo que el pastor no llegaba, alteriósele el pulso con las penas, y al ir a pinchar la fegura un poquitín, fuésele la mano y llegó al corazón con el alfiler... En el auto fallició la hija del rey. Y falliciendo la hija del rey, en el mesmo día que se la dio tierra se ahorcó al pastor enfrente de la casa del Ayuntamiento. Corrió la voz del caso, y sabiéndolo la moza fue a los palacios del rey a pedir josticia contra la bruja, y pidiéndola, salieron ceviles por toas partes, cogieron a la pícara y la quemaron juntamente con la fegura de cera, y quemándolas a las dos, se convirtieron en una bandá de enemigos malos que ajuyeron agoliendo a azufre y asolando los campos por onde iban, con el viento y la llama que llevaban consigo mesmos. A too esto, como el rey no tenía más hija que la defunta, cogió mucha ley a la muchacha aflegida que le pidió josticia, y cogiéndola ley, llevóla a los palacios, y más alante se casó con ella. Siendo la muchacha reina de gentiles, llamó a toos sus parientes y los hizo unos señores, y al que menos de los vecinos de su pueblo le dio cuarenta carros de tierra y una pareja de güeis, y le pagó las contrebuciones por dos años, y siendo ella crestiana y de suyo lista y despabilá, convirtió a toos los gentiles al cabo de los tiempos... y colorín colorao.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra atinando

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba