¿Lleva tilde apretasen?
- Palabras agudas: son aquellas cuya última sílaba es tónica, deben llevar tilde aquellas que acaben en vocal, ene o ese.
- Palabras llanas: son aquellas cuya sílaba tónica es la penúltima y llevan acento las que no terminan en vocal, ene o ese
- Palabras esdrújulas: son aquellas cuya sílaba tónica es la antepenúltima, se acentúan siempre
Apretasen no lleva tilde
Han de llevar tilde las palabras llanas que no terminen en vocal, "n" o "s".
Llamamos palabras llanas a las palabras donde el golpe de voz o sílaba tónica recae en su penúltima sílaba.
La separación silábica de APRETASEN queda así: a-pre-ta-sen, es llana y termina en "n" por lo tanto no se acentúa.
Ejemplos con la palabra Apretasen
¿Qué cosa existe más fea y desagradable para nuestros sentidos, tacto, vista, olfato, que el vernos privados de los precisos dineros para las atenciones de la vida, ora sean éstas de las elementales, ora de las artificiosas y superfluas que crea y fomenta nuestra estúpida vanidad? Y no era lo peor que yo careciese de aquella materia vivificante, sino que me apretasen los usureros para el pago de lo que les debía, estrechándome con tal rigor de cerco militar, que se creería que el cielo los desataba en mi persecución, como aquellos vándalos que del Norte vinieron sobre estos infelices pueblos mediterráneos.
Sigo con mi historia de estos días, y de los hechos gratos paso a los menos placenteros, de las flores a los abrojos, y de lo perfumado a lo pestilente. ¿Qué cosa existe más fea y desagradable para nuestros sentidos, tacto, vista, olfato, que el vernos privados de los precisos dineros para las atenciones de la vida, ora sean éstas de las elementales, ora de las artificiosas y superfluas que crea y fomenta nuestra estúpida vanidad? Y no era lo peor que yo careciese de aquella materia vivificante, sino que me apretasen los usureros para el pago de lo que les debía, estrechándome con tal rigor de cerco militar, que se creería que el cielo los desataba en mi persecución, como aquellos vándalos que del Norte vinieron sobre estos infelices pueblos mediterráneos. Mi insolvencia, más marcada cada día, les irritaba, trocándoles en fieras. Contra su persecución no me valían ya ni escondites, ni esquinazos, ni artes escurridizas de ningún género. Y para colmo de infortunio, mi amigo Aransis, de quien yo ampararme solía en estas guerras contra la cobranza, se hallaba en situación más angustiosa, requerido y deshonrado ante tribunales, sin apoyo material de su noble familia. ¿De la mía qué podía yo esperar? Nada más que anatemas y malas caras. Mis hermanos no podían o no querían hacer nada por mí. Sofía llegó a proponerme que huyera, que me embarcara, y no volviese a parecer más por la Corte. Ya no había manera de enmendar tantos yerros míos, ni de poner puertas al campo de mi disipación. Ya serían inútiles todas las precauciones y disimulos para mantener en mi madre la ignorancia de estos graves desórdenes. Si no lo sabía ya, sabríalo mañana o la semana próxima. Ésta era para mí la más penosa de las aprensiones, y el terror que mayormente me turbaba. Y no podía dudar que algún indiscreto, o algún avieso amigo, le llevarían el cuento. Cuantos afanes y desazones pudiera traerme mi endiablada situación, parecíanme tolerables y llevaderos ante el conflicto inmenso de que mi buena madre despertara del engañoso ensueño en que vivía. La muerte sería su despertar...Ver ejemplos de oraciones con la palabra apretasen