Ejemplos con zapatera

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Hizo el ofrecimiento del Monumento el Director del Museo y cerró el acto el Alcalde de la ciudad, agradeciendo a los gestores y a los patrocinadores, el bello recuerdo que quedará en Elda como homenaje a la Familia Zapatera.
Intervino en obras como La zapatera prodigiosa, Mariana Pineda, Los árboles mueren de pie o Cuidado con las personas formales entre otras.
Entre las actividades de industria ligera en Tolyatti destacan la industria zapatera, la industria textil, procesadoras de alimentos, productoras de material de construcción, así como fabricantes de polígrafos.
En la posguerra la emigración a las zonas industrializadas del País Vasco, Cataluña y Madrid mermaron la población de la villa hasta la llegada de la reforma democrática que volvió a resurgir gracias al relanzamiento de la agricultura y la industria zapatera.
, la Compañía de Guillermo Marín y Amparo Soler Leal con La Zapatera Prodigiosa de Federico García Lorca, etc.
Forma Isla Zapatera en el Lago Nicaragua.
Monta y dirige el encuentro MUS-E con un ballet de creación propia basado en La zapatera prodigiosa, de Federico García Lorca, junto al profesorado de danza y artes plásticas en el colegio Lex Flavia como fin de curso y dentro de los actos organizados por la semana cultural en homenaje a Miguel Riaño.
Filipo Pacini era hijo de Francesca Pacini, una zapatera, y de Umiltà Dolfi.
La zapatera consorte se dirigió al señor Colignon con extremada cortesía y miramiento.
¡Y mire usted que Madrid! Hasta la zapatera, de pie en un rincón, olvidando la enfermiza prole, escuchaba a Luna con asombro, animándose su rostro con una pálida sonrisa, asomando la mujer al través de la bestia resignada de la miseria cuando Luna describía el lujo de las grandes damas en el extranjero.
Miradlagritaba la zapatera a sus vecinas.
Así decían por la mujer hermosa a quien los años o los achaques empiezan a desmejorar: «Estás, hija, hecha una aceituna zapatera».
-¡Así, compadre! -dijo gimoteando la zapatera-.
La zapatera discernía de parroquianos, dirigía la venta y entrega del género y precavía las inocentadas del marido, cobrando a toca teja.
Y esta náusea se convirtió en horror al salir la luna recogiendo su velo de nubes y distinguir claramente, en la enlazada pareja, las figuras y rostros de don Atilano Bujía y la hermosa zapatera vecina de Clara, rubia como unas candelas y mujer de un marido joven y buen mozo.
El alcalde del barrio recibió al fin orden de acercarse a la Lunareja y reprenderla, pero ésta que, como hemos dicho, tenía lengua de barbero, afilada y cortadora, acogió al representante de la autoridad con un aluvión de dicterios tales, que al buen alcalde se lo subió la mostaza a las narices, y llamando cuatro soldados hizo conducir, amarrada y casi arrastrando a la procaz zapatera a un calabozo de la cárcel de la Pescadería.
Así envalentonada la zapatera, acrecía de hora en hora en atrevimiento, haciendo huesillo a los agentes de policía, que de vez en cuando la amonestaban para que no escandalizase al patriota y honesto vecindario.
A pesar del riguroso bando conminatorio, la zapatera se negaba resueltamente a recibir papelitos, aderezando su negativa con una salsa parecida a ésta:.
-Tendrás una calva zapatera, un pescuezo fláccido, unas piernas de algodón en rama, y en las manos unas venas sobresalientes, azules, como viborillas, y unos dientes amarillos y sarrosos, que temblarán en las encías, y un estómago hediondo, y unos pulmones que se ahogan, y unos pies que tropiezan, y un corazón que se achica, y un cerebro que olvida y pierde los nombres y las nociones de las cosas.
Fuese lo que fuese, Bujía no aportó más por el tenducho, y ahora se le achacaban libertinos propósitos respecto de una zapatera, muy guapa, rubia como unas candelas y legítima esposa de un esposo joven y buen mozo, por añadidura.

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