Ejemplos con yocasta

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Aparece en escena una Yocasta consternada, que dice querer morir ella también, y se arroja a las espada que Edipo está blandiendo.
Aprovechando la división entre tebanos, Lico se apodera de la ciudad y derroca al rey Creonte, hermano de Yocasta, que rigió la ciudad de Tebas tras la muerte de los hijos de Edipo.
Ante Yocasta, Edipo se autoproclama con, quizá, la mejor definición que a lo largo del tiempo ha conocido nuestro personaje: Hijo de la Fortuna.
Edipo desea conocer la verdad, cueste lo que cueste, y en su búsqueda de la verdad se topará con tres personajes de su entorno palaciego: Yocasta, su madre y esposa, Creonte, su cuñado, y el adivino Tiresias.
En todo caso, en esta pieza hay dos oráculos: el que se da en el prólogo y el que conoce Edipo siendo joven según el que será asesino de su padre y marido de su madre, de acuerdo con el relato de Yocasta:.
Horrorizado, Edipo se quita los ojos con los broches del vestido de Yocasta y abandona el trono de Tebas, escapando al exilio.
Al saber Yocasta que Edipo era en realidad su hijo, se da muerte, colgándose en el palacio.
Edipo emprende las averiguaciones para descubrir el culpable, y gracias a Tiresias descubre que en realidad es hijo de Yocasta y Layo y que es él mismo el asesino que anda buscando.
Como premio, Edipo es nombrado rey y se casa con la viuda de Layo, Yocasta, su verdadera madre.
Edipo es el rey mítico de Tebas, hijo de Layo y Yocasta, que mató, sin saberlo, a su propio padre y desposó a su madre.
El hermano de Yocasta, Creonte, tomó las riendas de la ciudad y desterró a Edipo, que se fue huyendo de las Erinias y maldiciendo a sus dos hijos, Eteocles y Polinices, por el trato vejatorio que había recibido de ellos.
En la obra de Sófocles, Yocasta se cuelga, y posterioremente Edipo se encuentra con su cadáver.
En la obra de Séneca, Edipo parece, cuanto menos, ayudar a morir a Yocasta, y dada la ambigüedad del texto, incluso podría haberla matado.
En la de Sófocles, Yocasta se suicida primero, y Edipo, al ver el cadáver de ésta, se arranca los ojos con el broche de oro del vestido de ésta.
En la obra de Séneca, Edipo se arranca los ojos con la espada con la que luego se suicidará Yocasta.
Tras amenzar al pastor que entregó el bebé Edipo al anciano mensajero, Edipo decubre que su madre es Yocasta.
Yocasta, su mujer, le convence de lo contrario, y Edipo se queda en Tebas.
Forbas, un viejo pastor que entregó a Edipo al Anciano cuando aquél era un niño, y que revela a Edipo su auténtico parentesco con Layo y Yocasta.
Edipo, rey de Tebas, marido de Yocasta, y supuesto hijo del rey Pólibo de Corinto.
Yocasta pertenece al grupo de Ananké: se cree que son los restos de la ruptura de un asteroide capturado.
Yocasta, que acudía en ese momento, tras escuchar las últimas palabras de sus hijos, se suicidó atravesándose la garganta con una espada.
El mensajero sigue contando a Yocasta como sus hijos Eteocles y Polinices están a punto de batirse en duelo singular y la apremia para que acuda por si ella y Antígona pueden evitar el enfrentamiento.
Un mensajero informa a Yocasta que Meneceo se sacrificó él mismo.
Yocasta intenta mediar, señala a Eteocles que está dominado por la ambición y que la riqueza y la posición que ahora tiene no son propiedad suya sino de los dioses y él solo debe administrarlas con responsabilidad.
Cuando llega Eteocles, los dos hermanos dan sus argumentos ante Yocasta.
Allí es recibido por su madre Yocasta con alegría por volver a verlo, pero ésta le reprocha su boda con la hija de Adrasto por medio de la cual consiguió la alianza política con los argivos.
Yocasta había convencido a Polinices de que antes de recurrir a las armas se reuniese con su hermano y tratase de llegar a un acuerdo.
Yocasta, madre de Edipo, se había casado con él sin saber su parentesco y fue por ello madre de Eteocles, Polinices, Ismene y Antígona.
Desde entonces las muestras se sucedieron con títulos sugestivos como Los Misterios, La anatomía de una ciudad, El ángel y el fuego, Ley paranoica, El Tíbet, El alma, La piedra, El Ampurdan, Imagen persistente de Yocasta, Mensaje, El Lama, Ritmos energéticos, Situaciones, etc.
A Orestes habían seguido Antígona, Yocasta, Endimión, Proteo, Calipso y la más famosa de todas las óperas de Formi «Erato» obra maestra del poeta más bucólico del mundo.

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