Ejemplos con vocablos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Téngase en cuenta que algunos vocablos árabes tienen cierta raíz como gua y al.
Esta obra y el alegato de un idioma chono independiente del kawésqar cayó en el descrédito por esas inconsistencias del relato, la falta de referencias que permitieran corroborar la información y porque el lingüista argentino Rodolfo Casamiquela encontró que la lista contenía vocablos tomados de otras obras publicadas, junto con términos mapuches, kawésqar y gününa küne.
Chinantla es un vocablo compuesto por diferentes vocablos: Chin ntl, que significa insectos o cercas de caña y por el sufijo abundancial Tla, significa Donde hay muchos insectos o Cercas igualmente de cañas.
Sin embargo se asegura que Jiquipilas proviene de los vocablos Xiqui e Ilpil que significa Lugar de los vencidos.
Tierra pisoteada de una conjución de vocablos mapudungun, Thanan-tue de thanan pisoteada y tue tierra.
La legislación francesa no permite el uso de los vocablos Château o Clos para esta categoría de vinos, aunque sí permite el uso de Domaine.
La palabra Reptaen hace cierto juego con los vocablos reptil y reptar, haciendo alusión también a la fisonomía y estructura orgánica del personaje.
Se encuentra el significado de Cuautepec, en dos vocablos del náhuatl cuauhtli:águila y tepetl: cerro, En el cerro de las águilas.
Tomaba notas sin cesar, había interpretado ya bastantes vocablos y entendía el sentido de algunas sentencias, pero estos hallazgos fragmentarios no convencían a todos.
Belarmino, en virtud de la reciprocidad de entrambos vocablos, y para evitar confusiones, había fijado a la inversa, para su uso, el empleo y significación de cada uno de ellos, y cuando decía el cosmos, quería decir el diccionario, y cuando decía el diccionario, quería dar a entender el universo.
Tengo ya reunido un número considerable de vocablos belarminianos y entiendo algunas de sus sentencias.
El primero parece más comprensivo, pero el segundo lleva hoy consigo un carácter de literatura militante, y aun de motín demagógico, que exige establecer algún matiz entre ambos vocablos, por mucho que los identifique su origen, ya que en lo real entra la naturaleza y en ella el espíritu humano con cuanto crea y concibe.
Sí, mucho, muchoceceó rápidamente Gonzalvo, que solía al pronunciar comerse dos o tres letras de cada palabra, repitiendo en cambio la palabra misma dos o tres veces, lo que hacía galimatías peregrino, sobre todo cuando hablaba colérico, barajando o suprimiendo vocablos enteros:.
Buscáronse con encarnizamiento por una y otra parte las faltas de sintaxis, fijándose lo mismo en los vocablos que en el régimen.
Estaba reducida a usar tan sólo la tercera parte de los vocablos que emplear solía, y aún no se le quitaban los escrúpulos, sospechando que tuviese en algún eco infernal las voces más comunes.
Y vuelta a los abracitos y a los vocablos de miel.
Maximiliano no insistió en emplear vocablos muy expresivos.
Quería decir dignidad, pero no dio con la palabra por el poco uso que en su vida había hecho de vocablos de esta naturaleza.
Fortunata y Feliciana no comprendieron, pero Rubín se puso encarnado y se incomodó mucho, porque aplicar tales vocablos a personas dispuestas a unirse en santo vínculo le parecía una falta de respeto, una grosería y una cochinada, sí señor, una cochinada Mas se calló por no armar camorra ni quitar a la reunión sus tonos de circunspección y formalidad.
Hablaron de la ida al convento, resolución que la tía de Maxi alabó mucho, esforzándose en sacar de su cabeza los conceptos más alambicados y los vocablos más requetefinos.
Hasta cuando hablaba desmentía, no por afectación, sino por hábito, su progenie española, porque arrastraba un poco las erres y olvidaba algunos vocablos de los menos usuales.
Propuso luego su embajada con sus torcidos, repulgados y acostumbrados vocablos, y concluyó con una muy forjada mentira, cual fué que su señora Doña Esperanza de Torralva, Menéses y Pacheco estaba tan pulcela como su madre la parió, mas que con todo eso no habria para su merced puerta de su señora cerrada.
Quererte yo contar ahora lo que allí se trató, la cena que cenaron, las peleas que se contaron, los hurtos que se refirieron, las damas que de su trato se calificaron, y las que se reprobaron, las alabanzas que los unos a los otros se dieron, los bravos ausentes que se nombraron, la destreza que allí se puso en su punto, levantándose en mitad de la cena a poner en práctica las tretas que se les ofrecian, esgrimiendo con las manos los vocablos tan esquisitos de que usaban, y finalmente el talle de la persona del huésped, a quien todos respetaban como a señor y padre, seria meterme en un laberinto donde no me fuese posible salir cuando quisiese.
Era Rinconete, aunque muchacho, de muy buen entendimiento, y tenia un buen natural, y como habia andado con su padre en el ejercicio de las bulas, sabia algo de buen lenguaje, y dábale gran risa pensar en los vocablos que habia oido a Monipodio y a los demas de su compañía y bendita comunidad, y mas cuando por decir , habia dicho por modo de naufragio, y que sacaban el estupendo, por decir estipendio, de lo que se garbeaba, y cuando la Cariharta dijo que era Repolido como un marinero de Tarpeya y un tigre de Ocaña, por decir Hircania, con otras mil impertinencias: especialmente le cayó en gracia cuando dijo que el trabajo que habia pasado en ganar los veinte y cuatro reales, lo recebiese el cielo en descuento de sus pecados, y sobre todo le admiraba la seguridad que tenian y la confianza de irse al cielo con no faltar a sus devociones, estando tan llenos de hurtos, y de homicidios y ofensas de Dios: y reíase de la otra buena vieja de la Pipota, que dejaba la canasta de colar hurtada, guardada en su casa, y se iba a poner las candelillas de cera a las imágenes, y con ello pensaba irse al cielo calzada y vestida: no ménos le suspendia la obediencia y respeto que todos tenian a Monipodio, siendo un hombre bárbaro, rústico y desalmado: consideraba lo que habia leido en su libro de memoria, y los ejercicios en que todos se ocupaban: finalmente, exageraba cuán descuidada justicia habia en aquella tan famosa ciudad de Sevilla, pues casi al descubierto vivia en ella gente tan perniciosa y tan contraria a la misma naturaleza, y propuso en sí de aconsejar a su compañero no durase mucho en aquella vida tan perdida y tan mala, tan inquieta y tan libre y disoluta, pero con todo esto, llevado de sus pocos años y de su poca esperiencia, pasó con ella adelante algunos meses, en los cuales le sucedieron cosas que piden mas larga escritura, y así se deja para otra ocasion contar su vida y milagros, con los de su maestro Monipodio, y otros sucesos de aquellos de la infame academia, que todos serán de grande consideracion, y que podrán servir de ejemplo y aviso a los que los leyeren.
Él tiene ordenado que de lo que hurtáremos demos alguna cosa o limosna para el aceite de la lámpara de una imágen muy devota que está en esta ciudad, y en verdad que hemos visto grandes cosas por esta buena obra, porque los dias pasados dieron tres ansias a un cuatrero que habia murciado dos roznos, y con estar flaco y cuartanario, así los sufrió sin cantar, como si fueran nada, y esto atribuimos los del arte a su buena devocion, porque sus fuerzas no eran bastantes para sufrir el primer desconcierto del verdugo: y porque sé que me han de preguntar algunos vocablos de los que he dicho, quiero curarme en salud y decírselo ántes que me lo pregunten: sepan voacedes que cuatrero es ladron de bestias: ansia es el tormento: roznos los asnos, hablando con perdon: primer desconcierto es las primeras vueltas de cordel que da el verdugo: tenemos mas, que rezamos nuestro rosario repartido en toda la semana, y algunos de nosotros no hurtamos el dia del viérnes, ni tenemos conversacion con mujer que se llame María, el dia del sábado.
Erutar, Sancho, quiere decir regoldar, y éste es uno de los más torpes vocablos que tiene la lengua castellana, aunque es muy sinificativo, y así, la gente curiosa se ha acogido al latín, y al regoldar dice erutar, y a los regüeldos, erutaciones, y, cuando algunos no entienden estos términos, importa poco, que el uso los irá introduciendo con el tiempo, que con facilidad se entiendan, y esto es enriquecer la lengua, sobre quien tiene poder el vulgo y el uso.
No se apunte vuestra merced conmigo respondió Sancho, pues sabe que no me he criado en la Corte, ni he estudiado en Salamanca, para saber si añado o quito alguna letra a mis vocablos.
Una o dos veces respondió Sancho, si mal no me acuerdo, he suplicado a vuestra merced que no me emiende los vocablos, si es que entiende lo que quiero decir en ellos, y que, cuando no los entienda, diga: Sancho, o diablo, no te entiendo, y si yo no me declarare, entonces podrá emendarme, que yo soy tan fócil.
Harto vive la sarna respondió Pedro, y si es, señor, que me habéis de andar zaheriendo a cada paso los vocablos, no acabaremos en un año.
Decid Sarra replicó don Quijote, no pudiendo sufrir el trocar de los vocablos del cabrero.

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