Ejemplos con visitando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Habita en zonas de arbustos gruesos y a veces se encuentra visitando huertos y viñedos.
Posteriormente finalizados sus estudios viajó profusamente, visitando el Vesuvio, los volcanes apagados del Auvergne, los Alpes y las montes alemanes, las islas escandinavas, las Hébridas, las Islas Canarias.
Montañas: este episodio trata sobre la vida en las montañas, visitando el Himalaya y la Cordillera de los Andes, mostrando también pumas, geladas, entre otros animales.
Kilgallen trabajaba fuera de él en su casa y usaba los servicios de mensajería para enviar sus artículos, continuó visitando el viejo inmueble del diario de manera ocasional.
Viajó por Italia, visitando principalmente las ruinas romanas de Pompeya, Paestum y Herculano, donde hizo numerosos dibujos.
Bean Taub nunca se casó, todo su tiempo se la paso visitando pacientes en el hospital Harris County.
Marge se impresiona e indigna con las muchas referencias a la violencia en el parque, pero disfruta su estadía visitando varias atracciones violentas y observando un desfile de robots de los personajes de la serie.
Durante dos años los Condes de Girgenti viajaron por Europa visitando a sus parientes en las ciudades más importantes, como Viena.
Viajó por Italia y Marruecos, visitando igualmente París.
El pueblo está asustado y, para tranquilizarlo, el Santo Oficio decide proclamar un edicto de gracia que perdone a los que se arrepientan de sus tratos con el demonio, y el severo inquisidor Alonso de Salazar y Frías es el encargado de llevarlo a término visitando la zona.
Después de regresar por un corto período a Moldavia, viajó en el Oeste de Europa de nuevo, visitando Italia, España y el sur de Francia.
El líder de la comisión Alfred Carrothers y su equipo pasaron dos años visitando prácticamente cada comunidad del territorio y consultando a los residentes, líderes de las comunidades, gente de negocios y políticos territoriales.
Aunque empezó, por inspiración de su padre, profesor de física y matemáticas, la carrera de medicina, la abandonó poco después para dedicarse a la historia del arte, cuyo estudio completó visitando las principales ciudades mediterráneas de la antigüedad clásica.
Así miembros de la junta directiva avalaron un crédito de Caixa Vigo, y se hizo una captación de ayudas visitando los diversos estamentos industriales y comerciales de Cangas.
A sus lado una pareja burguesa visitando el taller, son pues aficionados mundanos.
Un año anduvieron juntos, contemplando paisajes, viendo museos, visitando ruinas, cuyas sinuosidades y escondrijos aprovechaba Jaime para besar la nacarada piel de Mary, gozándose en sus auroras de rubor y en el gesto de enfado con que protestaba: La acompañanta, insensible como una maleta a las novedades del viaje, seguía la confección de un gabán de punto de Irlanda empezado en Alemania, seguido a través de los Alpes, a lo largo de los Apeninos y a la vista del Vesubio y del Etna.
Durante aquellos tres años, después de muerto mi abuelo, el conde no se dió instante de reposo, visitando tierras, apuntando lindes, recontando ganado, recorriendo la casa, embalando vajillas y cubiertos de plata, escribiendo horas y horas en su despacho.
Consiguió el abogado suspender por dos meses el cumplimiento de la sentencia visitando a muchos de sus colegas que eran personajes políticos.
Mientras el vapor terminaba su carga paseó por la ciudad, visitando a sus primos los fabricantes o permaneciendo, como un desocupado, en los cafés.
Ferragut, mientras descargaban su buque bajo la vigilancia de Tòni, pasó los días en tierra, visitando la ciudad.
Don Pedro el catedrático siguió visitando la casa de doña Cristina, aunque con menos asiduidad.
Para él, equivalía esto a ser empleado en una oficina flotante, visitando los mismos puertos, repitiendo invariablemente iguales trabajos.
El duque de Tornos siguió visitando de vez en cuando la casa de don Rosendo y dejándose acompañar por éste y sus amigos siempre que salía a la calle.
Luna se levantaba y recorría la iglesia, visitando los contadores para marcar su ronda.
Cuentan de Carlos V que, visitando una vez cierto convento de Alemania, vio un monje que tenía la barba negra y el pelo blanco por completo.
Todas las tardes, envuelto en una vieja capa, que llevaba hasta en primavera, con aspecto sórdido de mendigo, y acompañado de las maldiciones y gestos hostiles que dejaba a su espalda, iba por las sendas visitando a los colonos.
Todas las tardes pasaba horas enteras visitando las obras del Ensanche, las reformas que el Municipio emprendía en los caminos vecinales.
Pasaron ratos muy dichosos visitando las soberbias fábricas de Batlló y de Sert, y admirando sin cesar, de taller en taller, las maravillosas armas que ha discurrido el hombre para someter a la Naturaleza.
Volvíme a Sevilla, como dije, que es amparo de pobres y refugio de desechados, que en su grandeza no solo caben los pequeños, pero no se echan de ver los grandes: arriméme a la puerta de una gran casa de un mercader, hice mis acostumbradas diligencias, y a pocos lances me quedé en ella: recebiéronme para tenerme atado detras de la puerta de dia, y suelto de noche: servia con gran cuidado y diligencia, ladraba a los forasteros y gruñia a los que no eran muy conocidos: no dormia de noche, visitando los corrales, subiendo a los terrados, hecho universal centinela de la mia y de las casas ajenas: agradóse tanto mi amo de mi buen servicio, que mandó que me tratasen bien, y me diesen racion de pan y los huesos que se levantasen o arrojasen de su mesa, con las sobras de la cocina, a lo que yo me mostraba agradecido, dando infinitos saltos cuando veia a mi amo, especialmente cuando venia de fuera, que eran tantas las muestras de regocijo que daba, y tantos los saltos, que mi amo ordenó que me desatasen y me dejasen andar suelto de dia y de noche: como me vi suelto, corrí a él, rodeéle todo, sin osar llegarle con las manos, acordándome de la fábula de Esopo, cuando aquel asno tan asno, que quiso hacer a su señor las mismas caricias que le hacia una perrilla regalada suya, que le granjearon ser molido a palos: parecióme que en esta fábula se nos dió a entender que las gracias y donaires de algunos no están bien en otros: apode el truhan, juegue de manos y voltee el istrion, rebuzne el pícaro, imite el canto de los pájaros, y los diversos gestos y acciones de los animales y los hombres el hombre bajo que se hubiere dado a ello, y no lo quiera hacer el hombre principal, a quien ninguna habilidad destas le puede dar crédito ni nombre honroso.
Sélo yo de expiriencia, porque de algunas he salido manteado, y de otras molido, pero, con todo eso, es linda cosa esperar los sucesos atravesando montes, escudriñando selvas, pisando peñas, visitando castillos, alojando en ventas a toda discreción, sin pagar, ofrecido sea al diablo, el maravedí.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba