Ejemplos con violentamente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Violentamente se había enroscado a él y le apretaba el talle con toda su fuerza, como si pretendiese partir en dos su cuerpo vigoroso.
Al quedar solo, agarró un trapo, agitándolo violentamente como si sacudiese moscas.
Cuando creía que sólo iban transcurridos unos minutos, despertó violentamente, lo mismo que si alguien le empujase.
Mientras se vestía a toda prisa, pudo adivinar que el timón estaba funcionando violentamente y el buque cambiaba de rumbo.
Ulises lanzó esta exclamación avanzando el cuello violentamente, como si quisiera despegar su cráneo del resto del cuerpo.
Él no respondió palabra, y doblando violentamente dos o tres ramas de mimbre, hízolas estallar.
A la afrentosa invectiva, Lucía, descolorida y echando fuego por los ojos, se soltó violentamente, y quedó parada en mitad del camino.
La tremenda mano volvió a repelerla, pero tan violentamente, que fué a dar de cabeza contra los cojines del diván.
Se abrió la puerta violentamente, y apareció Gonzalo con el estoque desenvainado.
Maza da una vuelta en redondo, se coloca otra vez en medio del salón, arranca violentamente el sombrero de la cabeza con ambas manos, y agitándolo vocifera frenético:.
Tiró violentamente del cordón de la campanilla.
Alguna gente comenzaba a dejar la romería, cuando ésta fué violentamente conmovida por el escape de seis u ocho coches que llegaban de Lancia a la carrera.
La faz de Gonzalo se contrajo violentamente, su boca se abrió con una expresión de feroz sarcasmo, llamearon sus ojos.
Dos hijas lloraban abrazadas en un rincón: la mayor, más valiente, le acariciaba con la mano los cabellos, o lo entretenía con frases zalameras, mientras le preparaba una bebida, de pronto, desasiéndose bruscamente de las manos de doña Andrea, abrió don Manuel los brazos y los labios como buscando aire, los cerró violentamente alrededor de la cabeza de doña Andrea, a quien besó en la frente con un beso frenético, se irguió como si quisiera levantarse, con los brazos al cielo, cayó sobre el respaldo del asiento, estremeciéndosele el cuerpo horrendamente, como cuando en tormenta furiosa un barco arrebatado sacude la cadena que lo sujeta al muelle, se le llenó de sangre todo el rostro, como si en lo interior del cuerpo se le hubiese roto el vaso que la guarda y distribuye, y blanco, y sonriendo, con la mano casualmente caída sobre el mango de su guitarra, quedó muerto.
Empujó violentamente las dos hojas de la ventana, y arrodillándose de repente junto a ella, sacó afuera, como a que el aire se la humedeciese, la cabeza, y la tuvo apoyada algún tiempo sobre el marco, sin que le molestase aquella almohada de madera.
Currita quiso descorrer uno de ellos, tirando violentamente del cordón de seda que a lo largo de la pared bajaba desde lo alto, mas la cortina rechinó sin descorrerse, y podrido sin duda el cordón, rompióse por arriba, cayendo sobre Currita enroscado, cual si fuese una larga y delgada serpiente.
Dos hombres decentemente vestidos, pero dando gritos y risotadas de borrachos, volvieron la esquina del pabellón y emparejaron con Currita y con Jacobo ante la tercera ventana, el más alto pegóse a la acera, y el más bajo llamóse a la corriente, dejándoles pasar por en medio Hubo entonces una terrible escena de un segundo: Currita sintió que un brutal empellón le arrancaba violentamente del lado de Jacobo, que otra mano vigorosa tiraba del embozo de este, que caía al suelo al pie de la ventana, y algo líquido y caliente brotaba como de un surtidor, chorreándole las ropas y las manos.
Y abriendo violentamente la puerta una gran bocanada de aire ensordeció sus oídos con el vals de , apagando por completo el dulce silbo del cielo, el piadoso clamor de la misericordia:.
Arreglándose con los dedos la negra y rizada cabellera, abrió violentamente la puerta del despacho, para llegar por allí más pronto a la alcoba y quedóse parado en el dintel, tieso como un huso, cuadrado como un quinto y estupefacto cual si hubiese visto levantarse el sol en mitad de la noche.
Abrióse entonces violentamente la puertecilla y apareció en ella Jacobo, revólver en mano Imposible era reconocer al tío Frasquito en aquel esperpento, y Jacobo no vino en la cuenta de quién era hasta que tendiendo el fantasma hacia él los brazos abiertos, gritó angustiado:.
Y tuvo una explosión de alegría formidable, rompiendo a reír violentamente y entrecortando su risa con profundos sollozos sin lágrimas.
El peludo Butrón levantó ambas manos al cielo, la Mazacán paseó por la horrorizada concurrencia una mirada de triunfo, y la duquesa, irguiéndose iracunda, exclamó violentamente:.
Lo que este modo de pensar pudiese tener de orgulloso lo disipaba el Padre, concediendo en su mente que en absoluto Dios no necesitaba de él para nada, que su ser no valía más que el de otro hombre cualquiera, pero que Dios le había creado para algo y no para que se destruyese, ya que destruirse era infringir una ley divina, turbar o querer turbar el armónico conjunto de las cosas, y distraer violentamente una fuerza viva del punto de acción que la naturaleza le ha marcado.
Doña Lupe discutía con ella violentamente, argumentando con crueles pellizcos, y añadiendo que estaba autorizada por la madre para descuartizarla si preciso era.
Tan pronto aparecía por arriba, sostenido en una sola mano, como agarrado con las dos, más abajo de donde estaban las rodillas, ya se le veía abierto con las hojas al viento como si quisiera volar, ya doblado violentamente a riesgo de desencuadernarse.
Ver el portal fue para la prójima, como para el pájaro, que ciego y disparado vuela, topar violentamente contra un muro.
Esta pudo más y cerró violentamente la puerta de la alcoba.
Le levantó como una pluma y le lanzó violentamente donde antes había caído.
Eran las montañas negras, duras, macizas en apariencia, bajo la oscurísima techumbre del cielo tormentoso, era el valle alumbrado por las claridades pálidas de un angustiado sol, era el grupo de castaños, inmóvil unas veces, otras violentamente sacudido por la racha del ventarrón furioso y desencadenado.
Olvidábaseme de decir que advierta vuestra merced que queda descomulgado por haber puesto las manos violentamente en cosa sagrada: juxta illud: Si quis suadente diabolo, etc.

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