Ejemplos con viéndonos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¡Pues poco que se recreaba el amo el día de San Eugenio viéndonos cargar con los costales llenos y emborrachándonos dimpués! Bien seguro que allá por las Américas no se reirá tanto ese día como aquí se reía.
Nos fusilábamos de cerca, viéndonos las caras, y por las noches charlaban amigablemente los centinelas de una y otra parte: cambiaban cigarros y se ofrecían lumbre para matarse si era preciso al amanecer.
¡Jesús me valga y Santa Librada bendita, patrona de Sigüenza! Es un hombre que empieza a contar algo que le ha pasado en sus viajes, y desde los primeros conceptos pega un brinco y se mete en una digresión, de ésta en otra, y en otra, hasta que, viéndonos a todos mareados, se para y pregunta: ¿En dónde estaba yo? Pues estaba usted -le contesté anoche- en , queriendo darnos una idea aproximada, nada más que aproximada, de lo grande que es esa calle.
¡Cuán triste fue la pérdida, o digamos salvación, de nuestro amigo! Aquella noche, viéndonos sin su compañía en el sucio camaranchón, lloramos como si se nos hubiera muerto un hermano.
Calpena, ¿se aburre viéndonos examinar estas baratijas?.
Una ocasión, viéndonos a gran distancia de los señores, nos sentamos al pie de un árbol, uno de los más hermosos de la ribera, cerca del cual se precipita el río a través de tupidos carrizales.
No debemos continuar viéndonos de esta manera.
Pero lo más gracioso fue cuando bailamos el minueto, como decían los españoles, pues aconteció que ambos ejércitos marcharon todo un día paralelamente, ellos sobre la izquierda y nosotros sobre la derecha, viéndonos muy bien a distancia de medio tiro de cañón y sin gastar un cartucho.
¡Esta mañana creímos morir aquí! ¡Cuánto he padecido en este horrible Babilafuente viéndole enfermo, tan enfermo que no se restablecerá más, viéndonos amenazados por el populacho que quería entrar para despedazarnos!.
Mas vino la noche y los centinelas no nos dejaron pasar, viéndonos por esto obligados a diferir nuestra expedición para el día siguiente muy temprano.
-Esas personas -prosiguió Isidoro-, nos contemplan desde sus aposentos, su imaginación se trastorna viéndonos remedar los grandes caracteres, las nobles y elevadas pasiones, el amor, el heroísmo, la abnegación, y se enamoran de lo que ven, de un ser ideal en quien se asocia y confunde con nuestra persona, la del héroe que representamos.
¿Qué ha de hacer una mujer sola, huérfana, sin socorro ninguno, sin parientes y que se ha criado con cierta delicadeza? ¿Se va una a casar con un mozo de cuerda? ¿Qué muchacho decente se acerca a nosotras viéndonos pobres?.
Desde aquella noche continuamos viéndonos siempre.
Para desenlace de la comedia, el hostelero abrió la puerta trayéndonos el segundo servicio, y viéndonos tendidos por el suelo, a los dos que habíamos representado el papel de amantes: —Decidme, os ruego, exclamó, ¿sois borrachos o vagamundos o ambas cosas a la vez? ¿Quien enderezó este lecho, recostándolo en el muro? ¿Qué maquinación estáis urdiendo? ¡Por Hércules! vosotros sin duda queréis escaparos esta noche sin pagar el hospedaje, pero no lo haréis impunemente.
Allí fuimos recibidos de mi ama como de la que había llorado su hijo por muerto, y viéndonos desnudos dijo que no andaba ella fuera de camino en llorarle, o sino que le viesen cuál venía.
Luego que lo tal oímos, viendo que la gente de casa se alborotaba, nos bajamos al portal donde teníamos por cierto estar seguros de la gente della, porque diríamos que oído el ruido del fuego venimos a favorecerle, y se pudiera presumir ser ansí viéndonos en camisa, de la de fuera, porque creerían ser de casa y bajar en busca de agua.
Viéndonos solos y sin Rey, nos entregamos: y como yo era marinero, díjeles a los moros que tomaba partido con ellos, y me echaron a un corsario.
-¿Sabes, hermano -dijo al fin uno de ellos en su dialecto indígena-, que he dado con la manera de que podamos comer sin que se descubra el caso? Escondamos la carta detrás de la tapia, que no viéndonos ella comer no podrá denunciarnos.
¿Qué pensarán de nosotros, viéndonos volar por el aire- Estoy seguro de que desean adorarnos.
Pero nos persiguieron por orden de Soleimán, viéndonos por todas partes rodeados de adversarios, genios, hombres, animales y pájaros, y de los nuestros quedaron extenuados unos, aplastados otros por las patas de los cuadrúpedos, y precipitados otros desde lo alto de los aires, después que les sacaron los ojos y les despedazaron la piel.
No dejamos de navegar de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, vendiendo, comprando y alegrando la vista con el espectáculo de los países de los hombres, viéndonos favorecidos constantemente por una feliz navegación, que aprovechábamos para gozar de la vida.
No acertaría a decir lo que era un carnaval en aquellos tiempos de gozo, en que buscábamos para las comparsas y sus disfraces los arreos de nuestros antepasados, los tricornios mugrientos que habían corrido la tuna, las casacas moradas que habían asistido al recibimiento de la Reina María Luisa, las chupas de raso bordadas con guirnaldillas de rositas, los enormes relojes competidores de los que sonaban en las torres, los guardapiés de tisú, las pelucas empolvadas, los mil objetos con que hoy comerciaría un anticuario y que nosotros aderezábamos de pintoresca manera, sin otro consejo que el capricho de nuestra desenfrenada fantasía, ni más fin que divertirnos todos, viéndonos los unos a los otros por las calles en una broma continua.
-¡Oh!, señor conde, cómo oyéndonos hablar tantas veces del bienhechor desconocido, cómo viéndonos acatar su memoria con tanto reconocimiento y adoración, ¿cómo habéis esperado hasta hoy para daros a conocer?.
Y quiso que levantaran una tienda para el nuevo huésped, pero Nozhatú le dijo: Es inútil, puesto que estamos a tan poca distancia de nuestro país, y además, como hace tanto tiempo que mi hermano y yo no nos hemos visto, queremos vivir en la misma tienda, viéndonos a todas horas.
Y a todo esto, mi tío echándole ya en falta y Facia y Tona y yo viéndonos negros para ocultarle la verdad de lo que ocurría, y la nieve espesando, y avanzando las tinieblas de la noche.
Probablemente no se cansó de ladrar, y Ramón, cansado de sus lamentaciones, le soltó viéndonos ya lejos.
-Seguimos viéndonos todos los días, saliendo lo más temprano que podíamos a recoger para poder platicar con ''holgura''.
Cuando ésa subió de punto, hablé fuerte, insulté groseramente, a mi vez, y así conseguí imponerles respeto a aquellos desgraciados o pillos, a quienes, viéndonos casi desarmados, se les iba haciendo el campo orégano.
En eso andábamos, viéndonos de paso con mucha dificultad, porque siempre nos espiaban los padres y el juez, que era viudo y medio viejo, que quería casarse con la Petrona, Y cuya hija menor tenía tratos con Antonio, de quien era muy enemigo, siempre lo amenazaba con que lo había de hacer veterano.

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