Ejemplos con vellido

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Juan Carlos Vellido también ha publicado dos obras literarias: Escorzos y El hombre que vivía en una pecera, ambas publicadas por Editorial Martínez-Roca.
Ya en Zamora, Vellido Dolfos dio a entender a todos que Doña Urraca había aprobado el magnicidio, con la pretensión de romper el cerco de Zamora, y tal vez esperando éste que con tal gesto lograría favores políticos e, incluso, casarse con la infanta.
Sería el equivalente a Vellido Dolfos en la tradición literaria española.
Gracias a Urraca, en Zamora se refugia el grueso del ejército leonés, al que Sancho pone cerco, será el famoso Sitio de Zamora, donde el rey castellano es muerto por el noble gallego Vellido Dolfos, retirándose las tropas castellanas.
Durante el cerco, un noble zamorano Vellido Dolfos se presenta ante el rey como desertor y con la excusa de mostrarle los puntos débiles de las murallas, lo separa de su guardia y consigue acabar con su vida.
La importancia de este elemento arquitectónico radica en que las crónicas cuentan que por él entró Vellido Dolfos, un noble leonés del siglo XI, siendo perseguido por el Cid.
¡Oh Mario ambicioso, oh Catilina cruel, oh Sila facinoroso, oh Galalón embustero, oh Vellido traidor, oh Julián vengativo, oh Judas codicioso! Traidor, cruel, vengativo y embustero, ¿qué deservicios te había hecho este triste, que con tanta llaneza te descubrió los secretos y contentos de su corazón? ¿Qué ofensa te hice? ¿Qué palabras te dije, o qué consejos te di, que no fuesen todos encaminados a acrecentar tu honra y tu provecho? Mas, ¿de qué me quejo?, ¡desventurado de mí!, pues es cosa cierta que cuando traen las desgracias la corriente de las estrellas, como vienen de alto a bajo, despeñándose con furor y con violencia, no hay fuerza en la tierra que las detenga, ni industria humana que prevenirlas pueda.
Éste tiene dos hijos: el mayor, heredero de su estado, y, al parecer, de sus buenas costumbres, y el menor, no sé yo de qué sea heredero, sino de las traiciones de Vellido y de los embustes de Galalón.
Ejemplo desto tenemos en don Diego Ordóñez de Lara, que retó a todo el pueblo zamorano, porque ignoraba que solo Vellido Dolfos había cometido la traición de matar a su rey, y así, retó a todos, y a todos tocaba la venganza y la respuesta, aunque bien es verdad que el señor don Diego anduvo algo demasiado, y aun pasó muy adelante de los límites del reto, porque no tenía para qué retar a los muertos, a las aguas, ni a los panes, ni a los que estaban por nacer, ni a las otras menudencias que allí se declaran, pero, ¡vaya!, pues cuando la cólera sale de madre, no tiene la lengua padre, ayo ni freno que la corrija.
Había triunfado el infierno, como ya dije más atrás, y su triunfo consistía en que tan insigne y generoso guerrero hubiese caído en la tentación de dejar durante algunos días la espada de TENDILLA por el puñal de Vellido Dolfos, en que, aún hecho este sacrificio de honra, el golpe hubiese fallado, quedando vivo y libre ABEN-HUMEYA, el enemigo de Cristo, y en que luego se perpetrase aquel crimen de lesa humanidad en la persona de ABEN-ABOO, convirtiéndolo para en adelante, de un disimulado y tibio auxiliar de los moriscos, en un monstruo sañudo, en un campeón infatigable, en una furia armada, espanto de su raza y de la nuestra, azote de la cristiandad y abominación del género humano.

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