Ejemplos con vas
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
¿Vas a describir la Rúa Ruera? ¿Vas a describirla, o vas a pintarla?Advierto dos novedades.
Por lo tanto, de que yo me haya muerto, vas con tu hijo a Pilares.
Sé, por fuente fidedigna, que vas mal.
¿Adonde vas? Señor, las lentejas, y las judías y los garbanzos tienen coco.
¿Y qué piensas hacer después de tanto desengaño como vas sufriendo y de tanto disgusto como vamos llevando de estos niquitrefes de levita?preguntó Juana, que no desperdiciaba ocasión de hablar de su pleito.
En un vuelo vas al horno de la Curuja Es mandato del Señor Don Juan Manuel.
¡Antes tan amigos y ahora! Mira, vas, irás porque yo te lo ruego.
¿Te vas mañana? Me alegro, es preciso que salgas de aquí.
Rorró ¿no vas a despedirte de tus amigos?.
Las señoras están muy tristes porque te vas, tan tristes que ni el sol las calienta.
¿Te vas? ¡Me alegro! ¡Me alegro! ¡Mejor! No habías de pasarte lo mejor de la vida escribiendo papelotes en casa de don Juan.
¿Te vas, no? ¿Cosa decidida?me dijo ocupando su asiento.
Mira: siento que nos dejes, pero la razón me dicta que te deje ir, que no te impidamos lo que vas a hacer.
Después, te vas a la casa de Castro Pérez, y le avisas que dentro de veinte días, o los que sean, según lo convenido, tendrás que separarte de allí, y ¡ya está!.
Niña: ven a platicar conmigo, mañana te vas, y acaso no volverás a verme, porque, desengáñate, hija, ¡mi mal no tiene remedio! El doctor dice que nervios, ¡pero yo no creo nada de eso! El mejor día sabrás que me he muerto.
A qué pensar en la infeliz muchacha a quien tanto amas, porque me amas, ¡sí, me amas con toda tu alma! ¿A qué pensar en esta huérfana que no puede satisfacer tus ambiciones, ni corresponder a ese porvenir con que sueñas a todas horas? Rorró: no olvides lo que te digo hoy, en vísperas de separarme de tí: me olvidarás, y acaso muy pronto,¡yo no te olvidaré!Ya sé lo que vas a contestarme, ya lo sé, pero no lo digas, óyelo de mis labios: Pues si estás segura de que te olvidaré, ¿por qué no rompes ahora mismo los lazos que nos unen?.
¡Ya se ve! ¡Se acostaba a las mil y quinientas! ¿Vas con nosotras? Ya no te acordarás de cómo son las misas de aguinaldo.
Hijo: ¡eso es el huevo de Juanelo! ¿Cuánto vas a ganar?.
Vamosprosiguió don Crisanto, en tono afable,¿ya te resolvió Castro Pérez? ¿Vas a servirle de amanuense?.
Poco vas a ganar, muchacho, pero, ¡algo es algo! Ya veremos si después encontramos cosa mejor.
Vas a decirme que eres pobre, y que aunque descendieras de un rey, aunque fueras un sabio, y el primero por lo guapo y buen mozo, de nada te serviría todo esto, de nada, si no tenías dinero.
No te rías, ya sé lo que me vas a contestar, no hables, te lo diré yo.
¿Me aguardas o te vas? Mira: ven una noche, de noche estoy aquí, no salgo nunca.
¡Estoy muy contento, me da gusto verte tan grande! Dime: ¿has aprendido bien? ¿vas a seguir los estudios? Síguelos, síguelos, que harás buena carrera.
Pero qué, ¿vas a salir con ese traje?agregó viendo el mío empolvado y sin aliño.
Tampoco busques en los capitulejos que vas a leer al uso.
¿Por qué no te vas a casa del Sr.
¿Vas a estar aquí mucho tiempo? Mientras más, mejor, querido Pepe.
