Ejemplos con vaivén

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Detesta la rutina, por eso su vida ha sido un vaivén de actividades completamente diferentes.
Al mismo tiempo, el vaivén de la música también sugiere el sonido de una respiración, indicando de esa manera que la vida y la muerte se entrelazan.
La música comienza suavemente, con un movimiento de vaivén que sugiere el rumor de las olas mientras Caronte rema por el río Estigia.
Barry y Dutty comenzaron a despejar el camino para que Kennedy pudiera ir por la izquierda a través de puertas de vaivén hasta la cocina, pero Kennedy, atrapado por la multitud optó por seguir al maître d' Karl Uecker a través de una salida trasera.
Con el vaivén de la revuelta, el Emperador Go-K gon fue obligado por el shogunato a mudarse de Kioto hacia la provincia de mi y otros lugares, con el fin de evitar un secuestro.
Al resplandor de esta luz de tempestad, Jaime contempló a sus pies el vaivén de las aguas lanzando sus chorros rugientes en las oquedades de la roca, bramando y retorciéndose con espumarajos de cólera en las tortuosas callejuelas de los escollos.
Contemplando el vaivén de las aguas y arrullado por su murmullo, debió sentir el hombre que nacía en él algo nuevo y poderoso: un alma.
Tenía mesa puesta a hora fija, cama limpia en sitio fijo también, y la seguridad de que ni la una ni la otra sufrirían zarandeo o zozobrarían, según el vaivén de los negocios.
Dentro del carro empenachado de blanco y negro, la caja, cubierta de níveo paño, que constelaban flores de azahar, rosas blancas, piñas de lila a granel, oscilantes a cada vaivén de la carroza.
Mirola aun buen rato, como buscando en su aspecto la solución del enigma, hasta que al fin, encogiéndose levemente de hombros, como el que exclamase: ¿Qué me importa a mí, en resumen? , tomó de su maletín un libro y probó a leer, pero se lo impidió el fulgor vacilante que a cada vaivén del coche jugaba a embrollar los caracteres sobre la blanca página.
Sintió algo semejante a un principio de mareo al ver que todo permanecía allí donde él lo dejaba, sin permitirse el menor vaivén, la más leve fantasía dinámica.
¡Tiros! Adivinó al otro lado de la verja un rudo vaivén de personas, unas retorciéndose contenidas por fuertes brazos, otras huyendo con el galope del miedo.
En su interior se agitaban los soldados, siguiendo un metódico vaivén.
Y después del rudo vaivén que le hicieron sufrir la sorpresa y la muerte, se dispersó, desapareciendo casi instantáneamente, absorbido por la arboleda.
Cada hora engendraba una novedadlas más de las veces falsa, que removía la opinión con rudo vaivén.
Unas jaulas de bronce pendientes del techo empezaban a balancearse, y dentro de ellas saltaban los canarios, sin dejar de cantar, buscando en el vaivén de su prisión un punto inmóvil.
Con ese vaivén monótono están horas y horas cantando las antiguas baladas Es un baile casto, no lo negará usted.
Las algas, sujetas al fondo, se agitaban con el vaivén de las olas semejando la cabellera de un muerto.
El médico sentía angustia examinando a los dos contendientes, con la cara pálida, sudorosos, las piernas inmóviles y como petrificadas, el busto en incesante vaivén, los brazos hinchados por el esfuerzo, y recordaba a otros que habían caído en aquellas apuestas brutales, muertos como por un rayo, heridos en el corazón por el exceso de actividad.
Por encima del oleaje de cabezas pasaban en un vaivén tempestuoso los estandartes de la primera procesión.
Se doblaban en incesante vaivén, a pesar de su corpulencia, mugían con toda la fuerza de sus pulmones, como si con sus gritos pudieran hacer entrar más adentro la palanca del barrenador.
Se inclinaban y levantaban al mismo tiempo que ellos, doblándose al compás de los movimientos del perforador, sirviendo de péndulo que regulaba el vaivén del trabajo.
A lo lejos contestaban a las campanas el silbido de las locomotoras, el chirrido de los cabrestantes de los barcos y los gritos de las que reñían por preeminencias en el trabajo, al comenzar su vaivén de los buques a tierra, con la cabeza abrumada por los fardos.
Se asociaban los trabajadores establecidos en el país, creaban núcleos de resistencia, inspiraban cierto temor a los explotadores, logrando con esto que sus penalidades fuesen menos duras: pero aún faltaba la cohesión entre ellos, a causa del vaivén de la población minera, de aquel oleaje de hombres que se presentaba engrosado al comenzar el invierno y el hambre en las míseras comarcas del interior y se retiraba al llegar el buen tiempo con sus cosechas.
A un grito de Tom Sickles fustigó Jacobo los caballos bárbaramente, azuzólos Fritz dando voces y el coche arrancó al fin crujiendo, bamboleándose un momento hacia el precipicio, dando, al entrar en la carretera, un vaivén violentísimo, que despidió al hombre dormido desde lo alto de su banqueta en mitad del camino, donde cayó inerte y pesado cual una piedra de diez arrobas, mientras el coche desaparecía entre una gran polvareda por el declive de la cuesta y seguía corriendo hasta llegar frente de Oiquina, donde pudo al fin Jacobo detener el tiro a la sombra de unas higueras, cubierto de polvo, sudoroso, jadeante Ya era tiempo: el roble, descuajado por completo, cayó a lo largo del violento repecho del camino, quedando suspendido sobre el precipicio por algunas raíces.
Rechinaba sin cesar el torno, bajando o subiendo la plancha, y en la banqueta más alta del elegante chillaba Leopoldina Pastor como una desesperada, gritando que aquellos indecentes caballos iban a despeñarla por la montaña abajo Sentado a su lado, el tío Frasquito, con un finísimo pañuelo prendido en su sombrero de paja para preservar de los ardores del sol la blancura de su cutis, miraba con gesto de susto lo profundo del precipicio y agarrábase a cada vaivén del coche a los hierros del asiento, gritando angustiado:.
Después, rompiendo el gentío, aparecieron las cuatro doncellas sosteniendo el blanco y ligero altar sobre el cual iba el pobre , acostado en su ataúd, moviendo la cabeza con ligero vaivén, como si se despidiese de la barraca.
La muchacha no contestaba, seguía su marcha con el contoneo airoso de las hilanderas, la cesta en la cadera izquierda y el brazo derecho cortando el aire con un vaivén de péndulo.
Colgando de las traseras de los carromatos balanceábanse racimos de chicuelos, que al menor vaivén caían en la arena, saliendo milagrosamente de entre las patas de los caballos.
No se le oía el llanto: veíase únicamente el brillo de los gruesos lagrimones, y el vaivén del acongojado pecho.

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