Ejemplos con trágico

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Y él estaba como un hombre primitivo en el interior de una torre bárbara, sin otro signo de civilización que aquella luz macilenta que sólo servía para hacer más visibles las tinieblas, rodeado de un silencio trágico, como si el mundo se hubiese dormido para siempre.
La imaginación de Febrer fue viendo en ellas dos agujeros negros y espantables, un triángulo lóbrego semejante al que deja la nariz desaparecida en la faz de los muertos, y más abajo un desgarrón inmenso, trágico, igual a la risa muda de una boca sin labios y sin dientes.
La torre, que había presenciado en otros siglos ejecuciones y combates de piratas, cascarón de piedra de trágico vacío disimulado por la nítida enjalbegadura de los muros, atrajo luego la atención del muchacho.
Algo trágico flotaba en las tinieblas de la noche.
Sus ojos se elevaron para mirar rápidamente a todos aquellos jóvenes morenos, de gesto trágico, que parecían quemarlos a los dos con sus pupilas de brasa.
En el fondo, tan en el fondo que ni él mismo se daba cuenta, Apolonio se sentía orgullosísimo, creyéndose en aquellos momentos un personaje trágico de verdad e imaginando inspirar a la duquesa fuerte interés patético.
Siempre que Apolonio veía dos dándose de puñadas y revolcándose por el suelo, si se levantaba alguna polvareda, decía: Ha llegado el punto trágico, eso no es polvo blanco, son las divinidades violentas, envidiosas de la vida ligera de los hombres, diluidas en el aire fino.
Y si esta energía no se desenvuelve en el vacío de la contemplación, ni se apaga estéril en el campo de las ideas y del pensamiento puro, región helada y poco accesible a la mayoría de los humanos, sino que lucha a brazo partido con las fuerzas tiránicas de la naturaleza física o con otras voluntades personales tan imperiosas y tan férreas como la del héroe mismo, la emoción llega a lo trágico, y en medio del conflicto se disfruta el espectáculo más digno de la consideración humana, el que más eleva y ennoblece el espíritu, el de un poder racional y consciente en el pleno uso y ejercicio de su soberanía, que se reconoce y afirma más a sí propia cuando más braman en torno suyo las tempestades y más amenazan vencerla y sumergirla.
Es la encarnación del egoísmo, pero de un egoísmo , que no afecta proporciones titánicas ni colorido trágico.
Y Apolonio, con talante trágico y miserable, como un hombre predilecto de las divinidades funestas, se dirige hacia el grupo que componen el señor Colignon con los viejos casi desencarnados en torno suyo.
Y le preguntó con un aire trágico, trágico: ¿dónde anda tu solícito acompañante? Estaba el hombre celestial.
Su recuerdo no tardó en resurgir, adhiriéndose a él con un interés trágico.
No dijo una palabra de todo lo anterior al trágico suceso.
En estas evoluciones empezaron a deslizarse por sus costados los restos del trágico suceso.
Luego, en el espacio de unos segundos, la voz misteriosa había esparcido su relato trágico a través de centenares de millas.
En la calle de las Termas volvió a visitar la casa del poeta trágico, luego admiró la de Pansa, la más grande y lujosa de la ciudad.
La quería como a una hermana, ¡qué misterios de estas naturalezas bravías e iracundas! y la odiaba con un aborrecimiento irresistible y trágico.
Butrón escuchaba asombrado, tragándose, una a una, como un bolonio, toda aquella sarta de mentiras, diestramente entrelazadas con algunas escasas verdades, cruzó las manos con trágico ademán y exclamó con el aire de un Catón escandalizado:.
Era la historia de unos campos forzosamente yermos, que vi muchas veces, siendo niño, en los alrededores de Valencia, por la parte del Cementerio: campos utilizados hace años como solares por la expansión urbana, el relato de una lucha entre labriegos y propietarios, que tuvo por origen un suceso trágico y abundó luego en conflictos y violencias.
Por el contrario, la , la , la lúcida, la convencida de que lo es, casi realiza ya el ideal trágico y sublime que vamos buscando.
Con el fraude propuesto por su amo se cometían dos graves faltas, engañar a una nación y ultrajar el respetable arte de la Tauromaquia, el verdadero trágico.
La cencerrada proseguía, implacable, frenética, azotando y arañando el aire como una multitud de gatos en celo el tejado donde pelean, súbitamente, de entre el alboroto grotesco se destacó un clamor que en España siempre tiene mucho de trágico: un.
En aquella casa es indudable que andaban muchas cosas desquiciadas, otras torcidas y fuera de camino, el capellán asistía al drama, temía un desenlace trágico, sobre todo desde la famosa señal en las muñecas, que no le salía de la acalorada imaginación, mostrábase taciturno, su color sonrosado se trocaba en amarillez de cera, rezaba más aún que de costumbre, ayunaba, decía la misa con el alma elevada, como la diría en tiempos de martirio, deseaba ofrecer la existencia por el bienestar de la señorita, pero, a no ser en uno de sus momentos de arrechucho puramente nervioso, no podía, no sabía, no acertaba a dar un paso, a adoptar una medidaaunque ésta fuese tan fácil y hacedera como escribir cuatro renglones a don Manuel Pardo de la Lage, informándole de lo que ocurría a su hija.
El cielo se oscureció más en el momento de expresarse así Nucha, un relámpago alumbró súbitamente las profundidades de las arcadas del claustro y el rostro de la señorita, que adquirió a la luz verdosa el aspecto trágico de una faz de imagen.
Era un amor de hermano y de súbdito, semejante al que habia profesado a su padre: era una confusa mezcla de confianza, tutela é idolatría, muy análoga a lo que las madres de los hombres de genio sienten por sus gloriosos hijos: era la respetuosa proteccion, llena de ternura, que dispensa el fuerte guerrero al príncipe de menor edad: era identificacion, era orgullo, era ufanía como de un bien propio: diríase que aquella imágen le representaba su trágico destino, su noble orígen, su temprana orfandad, su pobreza, sus cuitas, la injusticia de los hombres, la soledad en que habia quedado sobre la tierra, y acaso tambien algun presentimiento de futuros martirios.
Diré, pues, en las ménos palabras posibles, a fin de no fatigar al concurso, que a las pocas semanas de concertarse aquel matrimonio, comenzaron a publicarse las amonestaciones, que, durante su lectura, todos tenian clavados los ojos en la puerta de la Iglesia, esperando ver entrar al , en el ademan trágico y solemne del novio de , a desmentir y ahogar al honrado sacerdote que pregonaba tales nupcias, que, afortunadamente, no ocurrió semejante escándalo, ni ninguna otra novedad, y que de este modo llegó, como todo llega en el mundo, el dia prefijado para la boda.
Rióse Roque del consejo de don Quijote, a quien, mudando plática, contó el trágico suceso de Claudia Jerónima, de que le pesó en estremo a Sancho, que no le había parecido mal la belleza, desenvoltura y brío de la moza.
Porque la escritura desatada destos libros da lugar a que el autor pueda mostrarse épico, lírico, trágico, cómico, con todas aquellas partes que encierran en sí las dulcísimas y agradables ciencias de la poesía y de la oratoria, que la épica también puede escrebirse en prosa como en verso.
Y contóle el escrutinio que dellos había hecho, y los que había condenado al fuego y dejado con vida, de que no poco se rió el canónigo, y dijo que, con todo cuanto mal había dicho de tales libros, hallaba en ellos una cosa buena: que era el sujeto que ofrecían para que un buen entendimiento pudiese mostrarse en ellos, porque daban largo y espacioso campo por donde sin empacho alguno pudiese correr la pluma, descubriendo naufragios, tormentas, rencuentros y batallas, pintando un capitán valeroso con todas las partes que para ser tal se requieren, mostrándose prudente previniendo las astucias de sus enemigos, y elocuente orador persuadiendo o disuadiendo a sus soldados, maduro en el consejo, presto en lo determinado, tan valiente en el esperar como en el acometer, pintando ora un lamentable y trágico suceso, ahora un alegre y no pensado acontecimiento, allí una hermosísima dama, honesta, discreta y recatada, aquí un caballero cristiano, valiente y comedido, acullá un desaforado bárbaro fanfarrón, acá un príncipe cortés, valeroso y bien mirado, representando bondad y lealtad de vasallos, grandezas y mercedes de señores.

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