Ejemplos con trincheras

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Las trincheras francesas, habiendo resistido hasta ese momento fue por fin superada y su infantería hecha prisionera.
Los soldados realistas, en absoluto desorden, se lanzaron contra las trincheras patriotas, rodeando el campo de Membrillar, pero sólo a corta distancia de los contrincantes patriotas.
Las granadas eran extremadamente útiles para despejar posiciones de infantería en las trincheras, aunque no eran efectivas contra vehículos blindados y fortificaciones.
La guerra de trincheras mantenía a éstos en plácida obesidad.
Aquí se había desarrollado lo más terrible del combate, la pelea a uso antiguo, el choque cuerpo a cuerpo, fuera de las trincheras, a la bayoneta, con la culata, con los puños, con los dientes.
Cuando, debilitado por la pérdida de sangre, pudo ser conducido a las trincheras, el sargento quiso ver el cuerpo de su enemigo.
Se fijó igualmente en su barba corta y bien cuidada, distinta de la que él había visto en las trincheras.
El padre admiró el pequeño retazo de oro en las bocamangas del capotón gris con los faldones abrochados atrás, examinando después el casco azul obscuro de bordes planos adoptado por los franceses para la guerra de trincheras.
Un excelente soldadodijo, van a llamarlo inmediatamente, señor senador Está de servicio con su sección en las trincheras de primera línea.
Su piso era medio metro más bajo que el de los espacios descubiertos que unían a unas trincheras con otras.
Estos acuartelamientos habían sido al principio trincheras descubiertas, iguales a las de la primera línea.
Era el jefe del batallón que ocupaba este sector de las trincheras.
Algunos, sentados en un montón de maderos, sonreían leyendo un pequeño periódico redactado en las trincheras.
Mucho cuidado: la guerra de trincheras es traidora.
Sus jinetes combatían a pie, haciendo fuego en las trincheras.
En los flancos de la montaña se distinguían anchas zanjas de trincheras o líneas de reductos, como cicatrices en un rostro de veterano.
¿Para qué hacer uso de procedimientos nuevos? Pero lo del Marne torció sus planes: de agresores tuvieron que pasar a la defensiva, y entonces emplearon todo lo que su Estado Mayor había aprendido en las campañas de japoneses y rusos, iniciándose la guerra de trincheras, la lucha subterránea, que es lógica, por el alcance y la cantidad de disparos del armamento moderno.
Los franceses también se acostaron, arañando el suelo para no perder lo recuperado Y empezó de este modo la guerra de trincheras.
Había saltado el primero al atacar muchas trincheras y salvado a bayonetazos, en choques cuerpo a cuerpo, a numerosos camaradas.
¡Señor, salva a mi hijo! Doña Luisa, al decir esto, veía a Julio tal como se lo había mostrado su esposo en una fotografía pálida recibida de las trincheras, con kepis y capote, las piernas oprimidas por unas bandas de paño, un fusil en la diestra y el rostro ensombrecido por una barba naciente.
Los curiosos recorrían los alrededores para admirarlas trincheras recién abiertas y los alambrados con púas.
Lo pesado, lo anonadador, son las operaciones y sacrificios que preceden al combate, las marchas interminables, los rigores de la temperatura, las noches a cielo raso, remover la tierra, abrir trincheras, cargar carros, sufrir hambre No, era demasiado tarde.
Tenía el amigo de Ferragut dos hijos en el ejército, un sobrino suyo había muerto en las trincheras, otro, piloto a bordo de un transporte, acababa de perecer en un torpedeamiento.
Entre la salida del hospital y el nuevo combate que les esperaba en las trincheras del Norte, estos guerreros venidos de lejanos países de sol para pelear y morir buscaban el poderoso consuelo de la mujer.
Todos estaban en las trincheras.
Estaban abriendo trincheras en un pedazo de terreno que había servido de cementerio a los turcos.
En esta lengua de tierra frente a Troya, por la que se había deslizado la historia remota de la humanidad, las palas, al abrir las trincheras, tropezaban con los más raros hallazgos.
¡Porra! ¿De qué nos ha servido tanto comer pan de habas y carne de caballo a los que disparábamos el fusil en las trincheras, si aquellos a quienes hicimos huir se nos han metido en casa y parecen los amos? ¡Cómo está hoy Bilbao, chiquillo! No se puede dar un paso sin tropezar con un cura.
Ya era hora de que Bilbao se levantase contra aquel enemigo que se deslizaba en sus entrañas, después que lo había derrotado por dos veces ante sus improvisadas trincheras, cuando se cubría con la boina blanca.
Se depositaban a puñados los billetes de Banco, como si fuesen retazos de papel sin ningún valor, unos por los perros, otros por los hombres, mientras arriba, en las canteras, estallaban los barrenos y el rebaño miserable de los peones se encorvaba, con el pico en alto, ante las rojas trincheras.

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